Ivi y Christian fueron dos de los jugadores que perdieron su sitio en la Gimnástica Segoviana y decidieron quedarse cerca, aceptando la oferta del Real Ávila. En tres semanas, los dos van a estar luchando con su equipo por ascender precisamente a la categoría en la que la Sego pretende quedarse. Algo que, cuando llegaron a Ávila, no pensaba absolutamente nadie, porque el equipo se había reformado por completo tras muchas temporadas de apostar por el ascenso y no encontrarlo. Para el portero, el jugador de la plantilla que más minutos ha disputado, y el propio Ivi, que únicamente se ha perdido un partido por precaución y lleva ya 15 goles anotados, la vida cambió para bien. «Justo volvíamos ahora juntos de entrenar», comenta Ivi al otro lado del teléfono, «y al ver la sede de la Gimnástica decíamos que va a hacer un año que nos dieron una mala noticia, pero que nos ha venido hasta bien. Es una herida tapada completamente».
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Para un jugador que en las últimas temporadas había sufrido recurrentes lesiones musculares, la continuidad que está teniendo en esta es la única explicación que él mismo le da al hecho de haberse lesionado una única vez en esta. Una molestia en los isquios que le hizo retirarse en la segunda parte del último partido con tan buena suerte de que las dos semanas en las que al equipo le tocaba descansar, han sido las que él no ha estado disponible. Ivi está sorprendido no solo por esa continuidad, sino también porque está haciendo goles sin jugar como referente: «el rol que tengo es el de mediapunta, no de delantero centro. En realidad vine para aprender, coger minutos y confianza y mira. Soy más maduro. El otro día comentaba con mi padre que un golazo que le metí al Diocesanos desde lejos, no lo hubiera metido en la Sego. Hubiera hecho otro regate o hubiera buscado un pase». La confianza también se la da el hecho de estar muy centrado en la recta final de su oposición, porque el estudio le está ayudando.
Ivi dentro del vestuario de la Gimnástica era un jugador tremendamente involucrado, puesto que le une una amistad muy intensa con todo el núcleo de jugadores de la casa. Al llegar a Ávila pensó que aquello iba a se diferente: «Mucha gente nueva, mucha gente joven. Al principio no sabes si uno la quiere al pie o la prefiere al espacio, y pensábamos que el entendimiento nos iba a costar más cogerlo. Nunca hemos tenido un objetivo claro». Sin embargo, todo comenzó a funcionar desde el principio, cuando el equipo estuvo siete jornadas sin perder. Empataba mucho, pero sirvió para que todo empastase. Aunque la racha de verdad decisiva ha llegado con el año 2022 y, a falta de cinco jornadas para el final de la competición regular, ya estaban clasificados para luchar por el ascenso. «Ahora está claro que el objetivo es ascender. Mucha gente, en el vestuario, en el club y en la grada, pensaba que este iba a ser un año de transición y aquí está la oportunidad».
Siendo joven también, Ivi se ha encontrado ejerciendo como un veterano en el vestuario abulense. Al final, él viene de jugar partidos importantes, ascensos. «Intento ayudar a los chavales más jóvenes», comenta. Por eso, muchos le preguntan por dónde puede estar la clave para encontrar ese ansiado ascenso en un 'play off' que se va a disputar con Almazán como sede. «Lo que se nos pide es que disfrutemos, vamos sin presión alguna. Disfrutar, porque a ver cuándo se va a poder jugar otro 'play off'. Y se disfruta más cuando más compites. Tenemos que jugar con corazón y entrega, porque con eso es como nos ha ido bien». Hay un detalle de este sistema de fase de ascenso que no le gusta demasiado, que es el hecho de que la ventaja del mejor clasificado en la liga regular se diluye. En otras ocasiones, si el partido terminaba en empate al final de los 90 minutos, el mejor clasificado era el ganador. En este caso, lo único que se evita son los penaltis, pero han de jugarse 120 minutos. «No estamos preparados», dice Ivi, «porque no hemos jugado 120 minutos en toda la temporada».
«Estamos creciendo un montón deportivamente y humanamente también», termina el goleador comentando tras hablar de las sensaciones que tanto él como el portero Christian están teniendo en Ávila. Por el momento, la única espina que les queda es que el apoyo que, por primera vez en mucho tiempo, el Ayuntamiento de Ávila brindó al equipo para postularse como sede de la lucha por el ascenso, no funcionó. «Se ha involucrado todo el mundo. Empresas, patrocinadores, incluso pueblos». Algo está cambiando en Ávila y dos segovianos están siendo protagonistas y artífices.
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Su buena temporada hace que un posible regreso a la Segoviana flote en el ambiente. La pregunta ya se la han hecho también en Ávila y no sabe qué responder. «Ahora mismo en mi cabeza está el 'play off' y la oposición. Para qué me voy a comer la cabeza con eso». Admite que Ramsés le escribió en su día y que él le ha devuelto el mensaje cuando tomó las riendas del banquillo gimnástico. «Me alegro un montón por él. A veces no les puedo ver, pero se respira algo diferente», concluye el delantero segoviano.
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