De izquierda a derecha, Álvaro Hermosa, Álex Rodríguez y Álvaro Planas. Rodrigo Jiménez

Fútbol

El 'soccer', el nuevo sueño americano de unos estudiantes de Valladolid

Universidades estadounidenses ofrecen una doble vía de estudios superiores y fútbol que aprovecharán varios deportistas de la provincia, como Álex Rodríguez, Álvaro Hermosa y Álvaro Planas

Jesús Domínguez

Valladolid

Miércoles, 9 de agosto 2023, 19:21

Cuando Estados Unidos organizó el Mundial de 1994, difícilmente ni siquiera el más optimista de los que lo vivieron pensaría que tres décadas más tarde el heredero del trono de Maradona, que salió del último césped que pisó allí de la mano de una enfermera, ... jugaría para ellos. No resultaba fácil tampoco adivinar que el 'soccer' terminaría captando la atención de jóvenes españoles que, atraídos por la posibilidad de compaginarlo con los estudios, acabarían cruzando el océano para enrolarse en sus ligas universitarias. Sin embargo, todo eso se ha cumplido, y, este mismo verano, son unos cuantos los vallisoletanos que darán el salto. Entre ellos, Álvaro Planas, Álvaro Hermosa y Álex Rodríguez.

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A la puerta de Álex llamaron hace varios años preguntando si se plantearía cambiar de aires, algo que podía resultar poco natural tratándose de un futbolista del Real Valladolid. Como quiera que aún vestía de blanquivioleta, y su idea era seguir quemando etapas en los Anexos, desestimó la propuesta, si bien la oportunidad se le volvió a presentar meses atrás. La respuesta, esta vez, fue afirmativa. «Viendo las opciones de crecer deportivamente que podría tener aquí, pienso que es mejor ir allí, formarme y competir estos cuatro años antes que jugar aquí en cualquier otro lado y dejar de vivir una experiencia así», explica.

A sabiendas de que terminaba su trienio juvenil, e imaginándose que no iba a subir al Promesas, el mediapunta se dejó atraer por el sueño americano, que atrapó también a Álvaro Hermosa, un año más joven. «Las últimas temporadas he estado en categoría regional con el Arces y sabía que no me iban a llamar de un Liga Nacional o de un División de Honor. En cambio, allí voy a mejorar mi fútbol, además de mi capacidad académica», indica el guardameta, mientras Álex asiente. No en vano, ambas cosas van ligadas; para poder mantener las becas universitarias que tendrán, sus notas deben ser buenas, y también si quieren dar el salto a una liga mayor, dado que la exigencia que se han encontrado les hará estar en un escalón intermedio, la NJCAA. «Viene a ser como una liga de transición, en la que puedes militar dos años. Nuestro objetivo es mejorar el inglés y todo lo que podamos para intentar transferirnos a otro equipo y a otra universidad», alegan. Para ello, deben destacar; Álvaro Hermosa, en la Genesee Community College, en el estado de Nueva York, y Álex Rodríguez, en la Indian Mills Community College, en Iowa.

Planas tenía un plan

Por delante, los expedicionarios tendrán una temporada atípica respecto a lo que acostumbran a vivir en España. Durante cuatro meses, enlazarán aviones y partidos en la competición estatal, que da derecho a la clasificación para el nacional, un objetivo que todos ellos comparten. Luego habrá un impás, en el que podrán volver a ver a sus familias, antes de retornar a Estados Unidos para dar el do de pecho en los estudios. Aunque el foco siempre es compartido, la prioridad en el primer tramo del curso es el fútbol, y en el segundo, los exámenes.

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Al contrario que los anteriores, el plan de Álvaro Planas era irse a Estados Unidos desde que era pequeño. En su familia era algo que se planteaban desde hacía tiempo, a sabiendas de que para quienes iniciaron el camino tuvieron una experiencia provechosa. Él no dudó. «Yo no me lo acabé de plantear hasta los 15 o 16 años, porque cuando eres más niño no lo ves muy lejos en el tiempo y piensas que Estados Unidos está muy lejos. Viendo que podía seguir jugando a un cierto nivel y que académicamente puedo adquirir un estatus diferente, con una carrera sacada allí, cada vez he tenido más ganas de irme», reconoce el extremo, que jugó el último año en la UD Sur después de hacerlo unas cuantas temporadas en el Real Valladolid.

Planas ha tenido desde pequeño una cultura del esfuerzo importante, que le ha permitido tener esta oportunidad en la Saint Francis University de Pensilvania. La tendrá porque el fútbol, a pesar de algún sinsabor en forma de lesiones, por ejemplo, le ha acompañado en sus botas, mientras en los estudios ha sido tenaz, tanto que podrá cursar una ingeniería biomédica, una carrera que en España requiere de una nota de corte muy alta. «He tenido que ser constante, pero es verdad que yo soy muy meticuloso. Me autoexijo mucho, también en el deporte», explica, normalizando también el proceso que ha tenido que atravesar antes de confirmar su marcha. Y es que han sido varios los exámenes que, como Rodríguez y Hermosa, ha tenido que pasar, como el Duolingo, un examen de nivel de inglés obligatorio y que cada universidad barema como un mínimo a la hora de permitir o no el acceso a sus instalaciones. Su buen nivel, a Planas le ha permitido acceder a la NCCA, la liga de más alto rango.

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Formación

Antes de emprender su viaje, los tres definen el proceso como «una ilusión», una suerte de sueño americano que les abrirá dos puertas paralelas: la de poder formarse en universidades grandes y, a la vez, buscar prosperar en otro fútbol. En lo académico, las becas que reciben supondrán un alivio en sus familias, que, aunque cada caso es único, permitirá que el desembolso sea parecido al que harían si cursasen en una universidad privada.

En lo deportivo, el horizonte se encuentra el Draft de la MLS, terreno casi inexplorado por españoles y que rozó años atrás el vallisoletano Miguel Yuste. Pionero y precursor, para los tres es un ejemplo. «Mi sueño es ser futbolista y tengo que seguir buscándolo», afirma Álex Rodríguez. «Es un reto que quiero intentar, porque creo que va a ser lo mejor para mi futuro», sale al paso Álvaro Hermosa, coincidiendo en el deseo con Álex y con Álvaro Planas, que verbaliza algo que también piensan los tres: «Yo no le cierro las puertas a nada. Ya veremos qué frutos recogemos. Por esfuerzo y por ganas no va a ser».

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