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Fer Llorente posa en una de las porterías de entrenamiento en La Albuera. Óscar Costa

Fer Llorente, jugador de la Gimnástica Segoviana

«Estábamos en una situación privilegiada, pero la gente sigue creyendo»

Fútbol ·

El proclamado por su técnico como el mejor jugador de la 2º RFEF habla de «máxima «incertidumbre» en la lucha por el 'play off'

Domingo, 30 de abril 2023, 10:36

Fernando Llorente Mañas (18 de septiembre de 1990) es historia viva de una categoría extinta, la Segunda B, siempre en embarcaciones de solera: Sabadell, Mirandés, Recreativo, Cartagena o Murcia. La Segoviana se hizo con el hijo pródigo del fútbol segoviano, inalcanzable para un club de ... Tercera. Tras una vida nómada, el centrocampista al que su entrenador, Ramsés Gil, considera el mejor jugador de la categoría, defiende la fe para entrar en 'play off' de ascenso a Primer RFEF en un equipo que ha pasado en mes y medio del tercer puesto al séptimo.

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–¿Cómo le convencieron para volver a Segovia?

–Yo habíamos hablado varias temporadas atrás. El club me seguía, que si en algún momento estaba interesado en venir, lo veían con buenos ojos. Este año se dio y dije: ¿por qué no? Vamos a probar en casa.

–El club asume que no puede pagar grandes sueldos. ¿Con qué paga la Segoviana?

–Al ser un club tan familiar y pequeño, esa humildad llega. Es con lo que de verdad te puede pagar la Segoviana. Mira la huella que ha dejado a gente de fuera.

–En lo futbolístico, ¿qué proyecto vio?

–A la Sego la he seguido toda la vida. De pequeño iba a verles entrenar por las tardes, mi hermano estuvo jugando y lo tengo en los favoritos de la aplicación. Sé que el año pasado fue un punto de inflexión por el tema de Elda, llegar a ese punto de estrés máximo. Querían que no volviera a pasar porque alguno perdió años de vida en ese partido a todo o nada. Yo venía con la esperanza de luchar de tú a tú a todos los rivales, y lo hemos hecho.

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«Con la intensidad consigues que un equipo como nosotros compita contra lo favoritos»

–¿Cómo explica que la Sego no sea para usted un paso atrás?

–No se me ha pasado por la cabeza. Es una situación en la que tienes que poner unas cosas y otras en la balanza. En el mundo de fútbol, cada verano tienes que tomar decisiones con total incertidumbre. Unos que te pintan mejor, luego salen mal; otros que no tienen nada de atractivo hacen la temporada de su vida y asciendes. Al final tiene que intentar decidir con lo que sabes.

–¿Se puso una meta de adónde quería llevar a la Sego?

–Para nada. He venido a ayudar, a aportar lo que pudiera. Desde el primer momento vi que era un equipo que quizás necesitaba un poco de experiencia, con gente tan joven que prácticamente no ha competido. Sin haber terminado todavía la temporada, estamos muy satisfechos de lo que estamos consiguiendo. Esperemos que pueda culminar en algo más ambicioso.

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–Ramsés les invita a marcar diferencias. ¿Cómo lo hacen?

–Yo creo que tiene una idea de fútbol que nos ha dado mucho este año: meter intensidad, estar concentrados, no perder la chispa ni un segundo. Estar 95 minutos con el listón muy alto. Con la intensidad consigues que un equipo como nosotros pueda competir con rivales que pueden ser favoritos por presupuesto.

–Ha entrenado con entrenadores muy distintos. ¿Dónde sitúa a Ramsés?

–Entiende muy bien el fútbol. Una de las cosas que más me ha impactado es la manera de preparar tu semana en función del rival; el análisis que hace es casi siempre muy acertado. Le gusta la intensidad, el ritmo, competir, no perder ni un segundo para atacar. Es muy ambicioso y el equipo lo captó muy bien desde el principio.

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«El fútbol es un estado de ánimo; tu cabeza te sabotea, hay que buscar la estabilidad»

–¿Cuál es el precio de ser futbolista profesional?

–A cambio de una de las mejores profesiones del mundo tienes que renunciar a un montón de cosas. Ser futbolista profesional no es entrenar un par de horas al día y ya está, es estar 24 horas pensando en tu objetivo: entrenamiento, descanso, nutrición. Poniéndolo en una balanza, no hay color. Es algo que tanta gente desea y no lo consigue. Desde muy joven me metí en mi rutina; no me cuesta no beber porque no me gusta el alcohol, no me gusta comer mal porque no me sienta bien y el descanso, ahora que tengo dos hijos, lo valoro mucho más. Es algo que ya me sale solo. Cuando me retire no creo que cambie mi manera de cuidarme.

–Dice que llegan muy pocos. ¿El talento es una responsabilidad que debe aprovecharse?

–No, yo creo que el talento es un privilegio. Hay jugadores que nacen con unas condiciones innatas; está claro que hay que modelarlo y que sin disciplina no llega a ningún lado.

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–¿Por qué asumió ese compromiso?

–Yo era como cualquier chaval que quiere jugar al fútbol 24 horas al día. Parece que se te va dando bien y juegas en equipos de mayor nivel. No lo piensas, sigues jugando. Llega un momento en el que se igualan las fuerzas, el talento, y tienes que hilar más fino: cuidarte más, descansar, pensar. Si quieres llegar alto debes cuidar las máximas.

–¿Hemos visto su mejor versión?

–Esperemos que no. Ojalá pueda seguir aportando y consigamos cosas bonitas. No me preocupa, lo importante es la imagen global del equipo. Esto no es tenis, no juega uno solo. La mejor imagen de un jugador la da cuando la dan también los compañeros. Las temporadas son muy largas y puedes tener en ellas versiones muy diferentes. El fútbol es un estado de ánimo; hay momentos que te sale todo sin pensar y otras veces no te sale nada. Tu cabeza te sabotea, hay que buscar la estabilidad: no venirse muy arriba en los momentos de euforia ni muy abajo cuando no salen.

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«Yo venía con la esperanza de luchar de tú a tú con todos los rivales y lo hemos hecho»

–¿Cuál es el estado de ánimo de la Sego?

–Optimismo y ambición. Lo hemos venido hablando durante las últimas semanas, quizás no hemos conseguido los resultados que esperábamos. Estábamos en una situación privilegiada, pero aun así la gente sigue creyendo. Hemos conseguido que la gente disfrute cuando viene a La Albuera y así lo notamos. Quedan tres partidos muy complicados; para nosotros y para cualquiera. Y puede pasar cualquier cosa. Ya lo vimos el domingo, parece que pierdes dos puntos, pero sigue ahí.

–Pensó en ponerse de portero cuando expulsaron a Pagola?

–Si soy sincero, no, porque estaba tan saturado de la situación que no sabía si nos quedaban cambios. Cuando me quise dar cuenta, vi a Juan (De la Mata) con los guantes. Los que llevan aquí más tiempo sí que sabían que podía adoptar ese rol y la verdad es que estuvo a puntito de dar la sorpresa. Se han hecho muchas bromas durante la semana y cuando hemos visto su penalti en el análisis del partido nos ha salido la sonrisa a todos.

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–Después de una victoria, un empate y cuatro derrotas en seis partidos, ¿hay dudas?

–No, porque hemos analizado cómo han sido. Ciertos detalles, fallos puntuales que te marcan el partido. A pesar de ello, seguimos ahí, no creo que arrastremos un bache de juego, sino de resultados. Ya nos conocemos todos muy buen, nos hemos analizado durante 25 o 30 partidos. Prima mucho no cometer errores, mantener tu portería a cero y aguantar. Por eso digo que hay una incertidumbre máxima.

–¿Con cuántos puntos se meterían en 'play off'?

–No lo sé. Lo que quiero es ganar y ver cómo está la cosa. Cada equipo va a tener que sudar sangre para ganar, igual que nosotros. El Socuéllamos es complicado porque se juega la vida.

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–Este verano tendrá otra decisión que tomar…

–No te vas a poner ahora a pensarlo, todavía queda lo más importante. Pero si, es lo que me ha tocado hacer todo este tiempo. Desgraciadamente, en estas categorías los proyectos son de poca duración y para el jugador es complicado. No sabes dónde te vas a tener que ir dentro de dos semanas. Te salen opciones que no te convencen; otras te parecen iguales y tienes que decidirte… Es imposible tomar la decisión acertada.

–¿Hay clubes que viven por encima de sus posibilidades tras la restructuración?

–Sí, pero pasaba en la Segunda B antigua: gente que prometía y prometía, pero luego no cumplía. La Federación prometió unas cosas que no han sido tan bonitas como pensaba en el papel. Hay unos gastos de los clubes difíciles de afrontar. Hay muchas quejar y algo tendrán que cambiar.

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Ramsés: «Es un partido vital para seguir peleando hasta el final»

El entrenador de la Segoviana, Ramsés Gil, ve la botella medio llena de cara al duelo que medirá esta tarde (18:00 horas) a su equipo ante el Socuéllamos, colista. Dejando a un lado una racha de cuatro derrotas y un empate en los últimos seis partidos, el técnico se queda con lo positivo. «Hemos llegado vivos a las últimas tres jornadas y es un partido vital para seguir peleando por un objetivo apasionante» El 'play off' de ascenso a Primera RFEF, que los azulgranas, séptimos a dos puntos del objetivo, confían en recuperar en el tramo final de liga.

Con cuatro equipos separados por tres puntos en pugna por dos plazas, Ramsés habla de «sobrevivir» en cada encuentro. «Lo que no hayas hecho ya, difícilmente vas a poder mejorarlo». El técnico defiende la ejecución de los últimos partidos a la espera de que llegue el acierto ante un rival que podría terminar la jornada descendido. «Tienen muy poquitas oportunidades de salvarse, pero vendrán aquí a pelearlas». La Segoviana se impuso por 0-2 en el duelo de la primera vuelta.

Rubén, con una rotura muscular, volverá a ser baja para la Segoviana. Acuña, que abandonó el partido ante el Diocesano tras marcar, es duda con un problema leve en los isquiotibiales y decidirán sus sensaciones. Carmona vuelve a la portería tras su expulsión, con Oliva en el banco.

–Como experto en la antigua categoría, ¿el nivel de Segunda RFEF es Segunda B?

–La Primera RFEF está más cerca que nunca de Segunda División. Pero no sabría decir. El fútbol ha cambiado mucho, se ha profesionalizado respecto hace cinco o diez años. Los equipos tienen más medios, se estudia más al rival y tienes vídeos al día siguiente de todos los partidos. Se parece más a la Segunda B de antes que a la Tercera, seguro.

–¿Desde qué edad se considera profesional?

–Desde que me fui al Atlético de Madrid con 15 años. La competitividad dentro de tu equipo es máxima, te exige mucho por todos lados. Creo que es algo que perjudica a muchos chavales porque es una edad muy temprana y dejas de lado otras cosas más importantes como la formación o los estudios. Pero es inevitable. Ves que compañeros tuyos suben de categoría y les hacen contratos inimaginables. A esa edad sentí que había que darlo todo porque, si no, te quedabas atrás.

–¿Cuánto dinero ha ganado en el fútbol profesional?

–No tengo ni idea. Probablemente, una décima parte que el Toro (sonríe). Poco, muy poco.

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