Valladolid vibra como nunca con una cita histórica diecisiete años después

Instantes previos a la llegada del autobús de La Roja, la familia compuesta por Úrsula, José y Alberto se habían apresurado con la mayor celeridad posible para encontrar un resquicio por donde colarse y saludar a Gavi, ídolo del pequeño José, pero su paso era lento y obstaculizado por la multitud. Se acercó José, de 11 años, acompañado de unas muletas con los colores de España. «Es pura casualidad», precisó su madre Úrsula, con una sonrisa cómplice. «Su ídolo es Gavi y no queremos perder la oportunidad de verle en persona». El Fondo Sur tendrá aroma extremeño. «Estaremos 50 familias de Moraleja, hemos venido acompañados de los excompañeros de equipo de mi hijo y nos reuniremos allí en la grada».

Padre e hijo se dirigían a comprar pipas en el kiosko móvil instalado frente a la Puerta 16. Mario, de 16 años, llegó ataviado con la bufanda de la selección mientras que Jerónimo, el padre, lucía en la cabeza un divertido gorro con los colores de España. «Me la consiguió mi hijo en la feria de Valladolid y cuando la trajo a casa solo pensé en llevarla al partido de hoy», señaló Jerónimo, rememorando la odisea a la hora de adquirir las entradas del partido. «Me tenía que ir a la 1:30 horas a trabajar y justo a esa hora cogí las entradas y me fui corriendo. Se nos hace raro venir al José Zorrilla y no animar al Real Valladolid, pero hemos luchado para vivir un día tan especial para la ciudad».

Con paso firme y enlazando sus manos, María y Pedro caminaban orgullosos portando la bandera de España Pedro es el más futbolero de la pareja, pero María confiesa que «está encantada de subirse al carro». No pudieron acudir a la última cita de España en Valladolid contra Costa de Marfil porque apenas eran niños de 3 y 4 años, pero no han quedado dejar escapar la ocasión para sentir lo que es vivir un partido de La Roja en su ciudad.

Al principio Gabriel se mostraba tímido, pero sus padres, Alicia y José, confiesa que es un «gritón». «Cuando va al campo anima como el que más y no tiene ningún complejo». El pequeño, con brillo en los ojos, agarra con firmeza la entrada al partido. La exhibe como un valioso tesoro. Alicia, madre de Gabriel, llegó a Valladolid hace 30 años desde Las Palmas. En la ciudad presenció el partido amistoso de 1992 en el que España tumbó Estados Unidos por 2-0 y ahora, quiere que sus hijos, Gabriel y Yeray, lo vivan de la misma forma. Mientras avanzan en la cola para acceder al estadio, los nervios emergen, pero son conocedores que la experiencia quedará grabada en la retina.

Al ritmo de la trompeta de Sete y el prestigioso bombo regalado por Manolo el del bombo, la peña Marea Roja pisó suelo vallisoletano por primera vez en su historia para acompañar a su país. Apenas hace cuatro días han estado en Chipre, pero más de 200 personas procedentes de Coruña, Logroño, Zaragoza, Las Palmas, Murcia o Almería, entre otros, han vuelto a hacer las maletas para ver a su selección en el José Zorrilla. «Fuimos a Chipre y volvimos a nuestras casas para volver a coger el coche, tren o avión y poner rumbo a Valladolid». La peña inició su andadura en 2008, cuando David «Manolo el del Bombo y grupos de erasmus recorríamos los países europeos para ver a La Roja y ya en 2012 se funda como peña oficial». Desde entonces, la peña Marea Roja no hay país que se le resista. «Fuimos al Mundial de Qatar, a la Nations League en Países Bajos, también al Mundial de Brasil», señalaba David Cebollada, presidente de la peña Marea Roja.