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El seleccionador nacional de fútbol, Luis de la Fuente (Haro, 1961), ha visitado Valladolid en la mañana de este miércoles para repasar la actualidad futbolística en una nueva edición de los Desayunos de la Asociación de la Prensa Deportiva (APDV). Una vista atrás en la que ha recordado sus múltiples visitas a Valladolid como futbolista, «estuve con el Athletic en la inauguración del estadio (1984), un día muy ventoso en el que el balón no se sujetaba en el córner. He jugado muchos, muchos partidos aquí», y también la última al frente del combinado nacional ante Georgia, dolorosa visita por la grave lesión de Gavi. «Guardo buen recuerdo porque aquella situación traumática nos sirvió de mucho por el sentimiento de familia que tiene la selección. Sentimos que algo se rompía, fue algo doloroso, pero nos unió mucho más y nos hizo más fuertes», ha recordado De la Fuente, que no entiende el deporte «sin sufrimiento» porque «en la vida no hay nada fácil».
Y hablando de sufrimiento, nadie más sufridor en esta temporada que el aficionado del Real Valladolid, para el que el seleccionador también ha tenido unas palabras de esperanza. «He visto todos los partidos del Real Valladolid y su situación es compleja. Pero en el fútbol en tres o cuatro partidos puedes sacar la cabeza. No hay nada decidido todavía», ha declarado, religioso reconocido como es y con una fe a prueba de bombas, llegando a afirmar, sin citar ya al Real Valladolid, que «el fútbol es la única especialidad deportiva en la que, sin tirar a portería, puedes ganar un partido».
El seleccionador ha hablado de sus comienzos cuando salió de Haro (Logroño), «un pueblo precioso que aunque tenga título de villa y ciudad, lo considero pueblo y y yo, de hecho, sigo manteniendo ese espíritu de pueblo», sin saber en lo que podía convertirse aquella aventura. «No me creía ni que iba a ser futbolista, imagínate seleccionador», ha admitido, en conversación con Chus Rodríguez, moderador del desayuno. «Solo pensaba en disfrutar el día a día como sigo haciendo hoy» desde su condición de seleccionador nacional. «Cuando llego a la federación en 2013, lo hago para tres meses. No tenía conocimiento y fui aprendiendo de la gente que te rodea, quemando etapas sin pensar más allá y disfrutando de cada momento».
En las antípodas del perfil mediático y sobreactuado que tanto prima en el mundo del fútbol, Luis de la Fuente se declara afortunado y muy próximo a seleccionadores como Iñaki Sáez y Vicente del Bosque, «me gusta ese perfil que habla desde la inteligencia sin utilizar actitudes histriónicas para que la gente le entienda. Yo soy muy de frases y hay una que dice que 'un hombre de éxito es aquel que cada día hace lo que le apasiona'. Pues yo soy un afortunado. He ido superando barreras, retos, y a mi eso me motiva mucho».
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Durante su visita a Valladolid, el seleccionador no ha dejado tema por tocar, y en ese exhaustivo repaso ha hablado de la lesión de Rodri. «Es un jugador insustituible, igual que Carvajal,... es verdad que luego vendrá otro jugador a aportar otras condiciones para que el equipo siga funcionando porque hay muy buena base en España. Es algo que hay que celebrar que ante las desgracias y lesiones que se producen, tengamos esa capacidad de sustituirles para seguir compitiendo bien», ha comentado, poco antes de echar un capote a los árbitros, «en España tenemos a los mejores árbitros del mundo, yo los considero compañeros», y también al gremio de entrenadores, «para mí es un drama un cambio de entrenador, y lo paso muy mal cada vez que hay un cese».
Sobre su labor como seleccionador, De la Fuente ha asegurado que trabaja con 60 nombres y ve unos 40 partidos por semana. «En mi primer año de seleccionador, y en los primeros seis meses, visité todos los campos de Primera. Pero ir a los campos es poco práctico. Verlos en mi casa me permite ver 10 partidos en un fin de semana», ha señalado, anticipándose a lo que le espera a Lamine Yamal a corto plazo. «No son buenas las urgencias o las presiones. Las críticas le van a llegar, y además de manera descarnada, y necesita un entorno que le ayude a gestionar eso», añadiendo que, en su caso, tiene una «madurez especial».
Con la misma naturalidad con la que ha respondido a todos los temas que se le han planteado, Luis de la Fuente, ha puesto la guinda a su visita a Valladolid hablando de sus orígenes y de la humildad que le precede. «Mi padre, que era marino mercante y que viajó mucho durante 35 años, era un gran conversador. Eran gentes a las que les gustaba conversar con los mayores, algo que yo he heredado. Siempre me dijeron que 'si quieres que la gente te escuche, gánate el derecho a que te escuchen'», ha concluido.
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