Santiago Hidalgo
Domingo, 19 de noviembre 2023, 22:12
Cuando Miguel Fernández entra el estadio cualquiera pudiera pensar que lo primero que hace es oler el José Zorrilla. Parece que no, pero los campos de fútbol tienen cada uno un aroma específico. Este de Parquesol, los días de frío, es decir muchos, huele a humedad, a viento, a prenda de abrigo. Suele oler a hierba mojada. Antes se mezclaba con otros efluvios. A puro farias, a humo, a coñac, hoy casi desaparecidos. El nerviosismo, la esperanza en la victoria, la emoción… deberían oler también. Lo mismo que la alegría de un niño cuando va a ver su primer partido de España o de un abuelo que se imagina que ese quizá sea el último que presencie en directo. Aún así, Miguel le comenta a Emilio, su acompañante: «Esto no es frío. Frío el de antes que era Invernalia. ¡Oye, que yo soy zamorano!».
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Cuando Miguel entra en el estadio acompañado de su bastón blanco, sus cascos, su camiseta roja y la máquina para escribir el braille (con la que apunta las alineaciones), lo primero que toca es el torno. Luego, después de subir las escaleras, y pasar por el puesto de comida, se dirige a su asiento. «Voy a disfrutar como nunca», exclama, mientras se quita el abrigo y se queda en camiseta. A su lado, gente, mucha, en estos partidos vestida de rojo como él. «Me gusta la alineación. Veo que salvo Remiro y Sancet han jugado todos ya. Esto me lo apunto todo en mis notas».
Sin embargo, para Miguel, zamorano de Nuez de Aliste que lleva ya unos cuantos años en Valladolid, lo más representativo es cómo suena un campo de fútbol. «Lo que más percibo es el ambiente, la muchedumbre». Algunos sonidos le son extraños: «No sé bien diferenciar si es que ataca un equipo o porque van a sacar un córner. De las cosas que más me gustan es cuando un jugador golpea bien el balón. ¡Suena de maravilla! Lo peor cuando se escuchan las protestas al árbitro». Y es que, si un buen golpeo es como toda una orquesta de violines afinada, un grito furibundo al colegiado significa como quebrar una partitura o entrar a destiempo en el adagio del Concierto de Aranjuez. En ese momento, y en su particular ensayo sobre la ceguera, Miguel se conecta a la aplicación que va a aproximarle más aún el partido…
Miguel perdió la vista con 4 o 5 años. Un glaucoma le provocó la oscuridad completa y apenas guarda un recuerdo de alguna imagen o de los colores. Es licenciado en periodismo y quiere ser periodista deportivo. Miguel no puede contemplar el partido con sus ojos, pero ahora lo ve, sí lo ve, escuchando el fútbol gracias a una APP llamada Escoita generada para la Real Federación Española de Fútbol bajo el nombre de 'Narración para personas ciegas'. Quien se lo está contando a su lado es el locutor Emilio Guerrero, director de Deportes de Cope Málaga que está al frente de la retransmisión y con el que ha entrado de su brazo al campo.
«Para mí lo fundamental es la continuidad en la narración sin nada que interrumpa y que la radio se haga desde el propio campo y no en un estudio con la tele», dice Miguel. Al igual que otro mal endémico muy extendido entre los comunicadores radiofónicos que dan por hecho que la persona está viendo el partido por televisión: «Puede ser que la gente solo lo siga por la radio, o como es mi caso, que no pueda verlo», apunta este hincha del Atlético de Madrid, aunque ahora y sacando pecho, más del CD Zamora después de su hazaña copera ante el Racing.
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«Minuto 3, centra Ferrán una falta desde la izquierda y Robin Le Normand marca de cabeza… ¡¡Goooooool de España¡¡», exclama el narrador. En ese momento Miguel se remueve en su asiento y lo celebra. Lo ha escuchado al tiempo. Coge el micro y realiza como entendido su puntualizaciones técnicas también, que para eso es entendido.
La primera vez que se puso en marcha la aplicación Escoita en formato prueba fue en un encuentro de España contra Islandia el 30 de marzo de 2022 en Coruña. Luego se repitió ya con todos los parabienes el pasado 25 de marzo con el España-Noruega clasificatorio para la Eurocopa de 2024, en el encuentro femenino entre España y Suiza, y en el resto de partidos de la roja hasta la fecha. Como dice Emilio se trata de una narración descriptiva de todo lo que acontece en el partido, sin publicidad y sin comentarios ni distracciones del propio juego. Si, además, estás dentro del campo, la experiencia se multiplica.
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Miguel conoce también al ideólogo, ciego como él. Detrás de la app destinada a personas con discapacidad visual está el ingeniero informático Jesús Suárez. Este recuerda los orígenes de su proyecto: «Todo nace de una enfermedad degenerativa que me fue diagnosticada con 20 años y que me hizo perder la visión. El punto de inflexión se produce cuando fui a un partido de fútbol de fase de ascenso entre el Fabril y el Fuenlabrada. Allí no había soporte alguno para que yo pudiera enterarme de qué iba el partido». En el fondo se trata de mejorar la vida de las personas: «Es un tema de inclusión».
La RFEF lo implementó a través de su RSC con ayuda de Hat Trik UEFA. Se realiza a través de una aplicación que te bajas con el móvil. Cualquier persona puede conectarse dentro o fuera del estadio, en sus casas y en cualquier lugar del mundo.
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Sin ningún tipo de rubor creo que se le puede preguntar a Miguel ¿Y tú cómo has visto el partido? ¿Tendrás un titular…?
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