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luis javier gonzález
Segovia
Lunes, 7 de septiembre 2020, 21:51
El CD La Granja vive el presente. Y su presente es que, seis meses después de que el fin de la temporada en Tercera División cancelara un descenso a Regional difícilmente evitable, empezó una nueva temporada. Y lo hizo con la misma ilusión. «Hay que ... tomárselo como una oportunidad e intentaremos aprovechar al máximo esta circunstancia», explica su técnico, Ricardo de Andrés. La temporada más atípica, que arrancará el 18 de octubre, contará con el club segoviano entre sus comensales.
La Granja entrenará cuatro veces por semana, aunque quizás sume algún día más en pretemporada. «Vamos a ir observando cómo están los chicos para ir bajando o subiendo carga». El club segoviano tiene prácticamente cerrado su calendario de amistosos. Los tres primeros serán en el Real Sitio ante Moratalaz (19 de septiembre), Turégano (26 de septiembre) y Móstoles (4 de octubre). El último encuentro preparatorio lo jugará en Las Salinas ante el Atlético Tordesillas el 10 de octubre. A ello habría que añadir un duelo entre semana ante el juvenil nacional de la Gimnástica Segoviana, posiblemente el 30 de septiembre.
El club seguirá el protocolo de la Federación de Fútbol de Castilla y León y planteará medidas sanitarias para evitar contagios. Los jugadores estarán divididos en dos vestuarios para evitar aglomeraciones y se tomarán la temperatura antes de los entrenamientos. Habrá gel hidroalcohólico distribuido por varios lugares del campo y la mascarilla será obligatoria en todos los lugares comunes. El material se desinfectará, los jugadores no se podrán duchar en el vestuario y la ropa deberán trasladarla en bolsas. «El vestuario será para ponerse las botas y poco más», subraya Ricardo. «Seguiremos los protocolos a rajatabla y lo haremos todo con el máximo cuidado. Intentaremos reducir los grupos al mínimo en ejercicios para no acumular mucha gente».
Ricardo de Andrés, el eje del mediocentro de la Gimnástica Segoviana de toda una generación antes de colgar las botas en 2015, es el director de orquesta. Es la puesta de largo en los banquillos para alguien llamado a dirigir al club azulgrana en el futuro, pero él incide en el presente. «Sinceramente, ni me lo planteo. La vida nos ha enseñado a no mirar más allá del día siguiente. Estoy totalmente centrado en La Granja. Tengo clarísimo que no me lo tomo como el trampolín hacia ningún sitio. Yo he venido aquí a hacerlo lo mejor que pueda».
El club granjeño arrancó su preparación en el campo de El Hospital y su bucólica estampa de la sierra. Un total de 24 jugadores se entrenó a las órdenes de Ricardo ante los últimos coletazos de sol del día. El plantel incluye viejos conocidos como el capitán Pluma, todo un ejemplo de longevidad, Kike, Víctor Velasco o David. A ellos se añaden nuevas incorporaciones, sobre todo en el centro del campo, como Ibrahim el Guenaoui o Miguel Hernández. El contingente lo completan jugadores segovianos del Unami o juveniles de la Segoviana o del Isoba, el filial de La Granja. El técnico exigirá trabajo. «Todos son susceptibles de quedarse en la plantilla y de salir de ella. De estos 24 vamos a sacar la plantilla definitiva y todos se lo tienen que ganar».
El contraste con el curso anterior, cuando más de medio centenar de jugadores probaron en el Real Sitio, es grande. Lo explica la filosofía del técnico y las restricciones por la pandemia de coronavirus. «Aunque hubieran sido circunstancias distintas, no hubiéramos tenido una gran cantidad de jugadores a prueba. Otra cosa es que pueda venir alguien a última hora, pero no queríamos una cantidad desproporcionada. Con tanta gente no te puedes ni fijar. Tenemos que centrarnos en hacer un equipo lo antes posible y lo que queremos es que todos los que empiezan hoy se sientan importantes».
Ricardo pone en valor una plantilla muy joven, no exenta de experiencia en Tercera División. De los que no cuentan con este rodaje, confía plenamente en sus facultades para desenvolverse en la categoría por su experiencia como técnico del juvenil nacional de la Gimnástica Segoviana. «Estamos contentos con la plantilla que tenemos. Que sea joven sabemos que puede suponer un hándicap para algunas cosas, pero para otras es un aliciente. Es gente con ganas de comerse el mundo». De cuántos jugadores abracen ese salto desde juveniles marcará la profundidad de efectivos fiables para un largo calendario de partidos. «Estoy convencido de que un juvenil tiene las condiciones técnicas y físicas para jugar en Tercera si se lo propone. ¿Qué va a haber partidos difíciles? Seguro. Hay que creerse que uno está preparado».
En su filosofía, Ricardo quiere abrazar las circunstancias de El Hospital: plantilla, entorno y terreno de juego. «Vamos a intentar ser, sobre todo en La Granja, un equipo agresivo, que juegue rápido e intente estar en campo contrario, que acabe jugadas. Que sea un equipo pesado, incómodo para el contrario. Y con la intención de ganar todos los días. No puede ser de otra forma, si vamos con una mentalidad perdedora estaremos equivocándonos». Un perfil totalmente homologable a lo que fue mediocentro y metrónomo azulgrana.
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