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sergio martín
Segovia
Domingo, 6 de noviembre 2022, 17:10
Hay victorias que por su importancia valen más que tres puntos y la que consiguió la Gimnástica Segoviana ante el líder de la categoría, la UD Melilla, fue una de ellas. Los azulgranas vivieron una gran jornada en el municipal de la Albuera donde, con ... los goles de Diego Gómez y del Toro Acuña, remontaron el tanto inicial de Sergio Pérez para conseguir un triunfo que sabe a oro y que permite soñar con cotas más altas tras diez jornadas de competición.
Si ante el Navalcarnero el equipo se quedó con la sensación de haber podido dar un paso más hacia adelante, ante la UD Melilla la Gimnástica Segoviana dio uno de gigante. Su triunfo supone un subidón anímico y también uno en la clasificación, en la que se sitúa a solo dos puntos del equipo que precisamente lidera la tabla. Para ello se valió del buen juego y de una buena actuación en las dos áreas, pero también del apoyo de una grada que registró la mejor entrada de la temporada y que llevó al equipo en volandas hasta en los momentos más difíciles del encuentro. No en vano, el equipo sigue invicto en La Albuera con cuatro triunfos y un solo empate en los cinco primeros partidos en casa.
Gimnástica Segoviana
Pagola, Adrián, Óscar de Frutos, Javi Marcos, Yubero, Manu, Hugo Díaz (Ivo, min. 70), Fer Llorente, Borrego (De la Mata, min. 70), Acuña (Arranz, min. 64) y Diego Gómez (David López, min. 82).
2
-
1
Melilla
Salcedo, Pepe Romero, Fran Serrano, Jordan Hernández (David Suárez, min. 88), Ali Alí (José Enrique, min. 46), Alberto Martín, Álvaro Muñiz (Fran Núñez, min. 56), José Antonio (Javi Díez, min. 88), Carlos Braun (Nico Santos, min. 76), Sergio Pérez y Dani García.
GOLES: 0-1 Sergio Pérez (min. 32), 1-1 Diego Gómez (min. 40) y 2-1 Acuña (min. 49).
ÁRBITRO: Leandro Carbajales Gómez. Amonestó con cartulina amarilla a los locales Borrego, Hugo Díaz, Javi Marcos, Yubero y Adrián, y a los visitantes Ali Alí y Alberto Martín.
INCIDENCIAS: partido correspondiente a la jornada 10 del Grupo V de Segunda Federación disputado en el Estadio Municipal de La Albuera ante unos 1.892 espectadores.
Pese las bajas de Dani Arribas, Jorge Borao, Sergio Arévalo y el guardameta Carmona, que no pudo recuperarse a tiempo, Ramsés salió con el bloque de los más habituales a los que se sumó Pagola, que debutaba como titular esta temporada en la portería de la Gimnástica. Poco pudo hacer el guardameta recién iniciado el partido cuando llegó el primer gran susto para los azulgranas. Una buena jugada de Sergio Pérez desde la banda izquierda llegó a las botas de un José Antonio que, con todo a favor, disparó por encima del larguero. Se echó las manos a la cabeza el mediapunta del Melilla, sabedor de la importancia de haber anotado ese primer gol a los dos minutos, y más con la reacción local que tuvo lugar a continuación. El horario atípico del partido y este primer sobresalto no trastocó los planes del conjunto local, que se hizo con el dominio del partido a través del balón y de un decisivo Toro Acuña por la banda derecha. A pesar de fallar el penalti ante el Navalcarnero, el paraguayo no es de los que se rinde, y poco a poco comenzó a crear acciones de peligro, bien apoyado por el lateral Adrián Pérez. El juego se empezó a volcar por esta banda derecha cuando una buena galopada de Acuña permitió que Adrián centrase un balón que no pudieron rematar Diego Gómez y Hugo Díaz, que se estorbaron entre ellos. Posteriormente, otro nuevo centro desde la derecha, esta vez a cargo de Fer Llorente, se convirtió en un balón peligroso que Borrego no pudo cabecear con fuerza. Seguía y seguía llegando la Gimnástica por la banda derecha con un Acuña que tuvo la primera gran ocasión con un disparo que a punto estuvo de sorprender al meta Salcedo, que esperaba un centro lateral y tuvo que despejar a córner.
Pero el fútbol es caprichoso y cuando mejor estaba la Gimnástica Segoviana llegó el jarro de agua fría en forma de gol del Melilla. Una pérdida de los azulgranas en campo contrario desembocó en una jugada por la izquierda, en la que Sergio Pérez sorprendió a Pagola con una rosca que se coló a la red cerca del poste izquierdo: un golpe que dejó noqueado a la Segoviana en unos minutos de precipitaciones y pérdidas, ante un Melilla bien asentado y que gozaba de sus mejores minutos. Sergio Pérez, que acaparó todo el peligro de los suyos en esta primera mitad, aprovechó una pérdida de Javi Marcos para ceder a un Dani García que no pudo golpear en buenas condiciones. La salida de balón, que hasta ese momento estaba funcionando a la perfección, empezaba a crear problemas y a provocar caras de frustración en los jugadores locales.
Pero, de nuevo, el partido ofreció un giro de guion cuando menos se esperaba. Borrego, muy tibio hasta ese momento, robó un balón muy peligroso y, con la buena conducción de balón que le caracteriza, cedió en el momento perfecto para un Diego Gómez que no falló. Gómez cruzó el balón ante Salcedo para poner la igualada y hacer justicia a esta primera mitad, a la que se llegó con este empate en el marcador: nuevo tanto del delantero de Trescasas, que se erige entre uno de los máximos goleadores en lo que va de temporada con cuatro dianas.
No hay mejores ingredientes para levantar a la grada que la entrega y el compromiso, precisamente unas de las virtudes que mejor definen al Toro Acuña. Él solo provocó en el inicio de la segunda mitad el córner que, a la postre, acabaría convirtiéndose en el segundo gol. Tras un rechace en el área, el balón le cayó a un Acuña que esta vez no perdonó y puso por primera y última vez a los suyos por delante en el partido. El paraguayo se va convirtiendo poco a poco en el héroe de una afición que coreó su nombre. Ya había llevado por el camino de la amargura al lateral Ali Alí en la primera mitad, y lo mismo hizo en la segunda ante un Jordan que cambió su demarcación ante la entrada de José Enrique. El central, solución de emergencia del técnico Miguel Rivera, tampoco podía frenar a un Acuña desatado y que buscaba nuevamente con ahínco el gol que sentenciase el partido.
La grada de La Albuera arengaba a los suyos en unos buenos minutos de la Gimnástica a través de un altísimo ritmo en la presión que complicaba mucho la salida de balón del Melilla. Rivera volvió a mover el banquillo buscando soluciones con Fran Núñez, y el equipo melillense poco a poco comenzó a reaccionar. El paso de los minutos y las necesidades de unos y otros en el partido comenzaron a hacer acto de presencia para que la Gimnástica buscase blindarse en defensa. Ramsés movió también el banquillo para dar aire a un Acuña, que ya lo había dejado todo, y que dio paso al joven Pablo Arranz. El Melilla comenzó a apretar y los acercamientos peligrosos se fueron sucediendo, hasta que Dani García tuvo una de las más peligrosas con un disparo tras una jugada ensayada que fue repelido por la zaga gimnástica.
El equipo local se defendió con uñas y dientes muy metido atrás y Ramsés quiso encontrar soluciones con las incorporaciones de Ivo y De la Mata en el centro del campo. Desde entonces, los azulgranas no solo se defendieron en defensa, sino también con un mayor control de balón que desembocó en ocasiones de peligro. Sin embargo, la más clara fue para el Melilla en uno de los numerosos saques de esquina de los que gozó en esta segunda parte. El balón se estrelló en el palo tras un remate y se mantuvo suelto dentro del área, en unos segundos agónicos en los que la grada contuvo la respiración hasta que fue despejado.
Sin tiempo para descansar, a la contra respondió el propio Ivo, que pudo meter uno de los goles de la temporada dejando atrás a base de recortes a los defensas del Melilla. Su disparo final, no obstante, se topó con el pie de Salcedo, que salió muy bien para tapar esta oportunidad.
Los últimos minutos se hicieron eternos para la Sego ante el asedio del conjunto melillense. Pero, a pesar de este sufrimiento, también se pudo ver la mejor faceta defensiva de una Gimnástica que tiene en Óscar de Frutos y Javi Marcos a dos grandes valladares en el eje de la zaga. Ambos se mostraron muy expeditos en defensa y seguros en el juego aéreo. Para proteger esta parcela también se incorporó un David López que salió en los últimos minutos por un Diego Gómez que, al igual que Acuña, se marchó ovacionado. Antes del final del partido, Ivo y Arranz generaron la última gran ocasión para los locales: una buena conducción del primero llegó a las botas de un Arranz que desbordó por la izquierda, para servir un centro que no encontró rematador. Por su parte, el Melilla tuvo su última oportunidad a balón parado en un centro al que subió el propio guardameta Salcedo, pero que no encontró remate. El árbitro decretó entonces el final de un partido que sitúa a la Gimnástica en la segunda posición provisional. A punto de llegar al primer tercio de la competición, los de Ramsés Gil pegan un puñetazo encima de la mesa. Son un equipo a tener muy en cuenta.
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