La Segoviana prepara el partido frente al Coruxo sin Manu González hasta el viernes

Tras descartarse más positivos, lo primero que hacía Aitor Garrido, el segundo entrenador, era reunir al grupo para pedir a todos los jugadores que no bajasen el pistón; que siguieran las bromas, pero también la tensión en el trabajo, sobre todo porque además de Manu faltan otros dos miembros del cuerpo técnico y uno de los utileros y los entrenamientos no pueden perder eficiencia. Además, recalcaba también la importancia del partido del próximo domingo, a las 17:00 horas, en La Albuera. El Coruxo llega tras dos buenos resultados, un cambio de entrenador y dos semanas para preparar el choque con idea de cambiar su inercia previa. Detalles parecidos a la Sego. Después, tomaba la palabra Manu Olmedilla, quien como capitán recalcaba las palabras de Garrido y pedía al vestuario que ese compromiso del que no se duda fuera todavía mayor. Dicho todo esto, el entrenamiento arrancaba en silencio, apenas roto por el sonido del balón al ser golpeado en cada ejercicio.

«Les hemos pedido a los jugadores mesura y regular mucho los riesgos en estas fechas», afirma Manu González; «pero al final estamos viendo que esto puede entrar de muchas maneras. Los chicos han hecho su trabajo a la perfección en vacaciones, incluso los resultados de los pliegues que hacemos siempre a la vuelta han dado resultados inesperados. No solo nadie ha vuelto con más peso, sino que alguno ha regresado incluso por debajo de lo que tenía al irse».

Lo que más inquieta ahora en el seno del vestuario y de la directiva es lo que pueda pasar el viernes con los test que han de mostrarse 48 horas antes de cada partido. Incluso algún miembro de la directiva ha sugerido adelantarlos al jueves, aunque no será posible porque es el día de descanso semanal de la plantilla. De momento en el equipo no han saltado alarmas en exceso, porque los primeros positivos ya están entrenando con el grupo y porque se entiende que Sergio Cidoncha, que también dio positivo a finales de la semana pasada, el viernes podrá reincorporarse a los entrenamientos. Igual que el propio Manu González, para el cual el aislamiento tendrá una duración de siete días ya en lugar de los diez que pedía Sanidad en la semana anterior.

Y la preocupación tiene que ver con el partido, no tanto con el mes de enero, que de puertas afuera se antoja muy importante para los intereses del equipo, cosa que González relativiza bastante porque «hay menos partidos». A lo que no se puede quitar hierro es al enfrentamiento contra el Coruxo: «Hay que ganar el domingo porque es un rival directo al que alejas en la clasificación; porque vienes de derrota y significa volver a romper la racha; y porque ganas buenas sensaciones para pasar dos semanas de entrenamientos tranquilas». Porque el calendario en esta parte de la temporada parece una sucesión de curvas en cualquier circuito de Fórmula 1, se gana en la recta para tener que frenar a fondo casi de golpe y buscar volver a acelerar lo antes posible. Los equipos llegan al último partido de la primera vuelta con dos semanas de vacaciones por las festividades, juegan este fin de semana y vuelven a parar el siguiente para no retomar hasta casi finales de enero. «Ya hicieron algo parecido hace dos temporadas, cuando tuvimos que jugar contra el Zamora entre semana porque habían pasado en Copa del Rey y los equipos que lo habían logrado estaban dispensados», comenta el entrenador con cierto tono de resignación.

Tomando las cosas por el lado positivo, González entiende que esto puede servir para ir recuperando jugadores. Todavía más, porque para el domingo ya podrá contar con una pieza que estaba siendo clave hasta su lesión como es Javi Borrego. Aunque el jugador es cauto y quiere irse midiendo en los entrenamientos esta semana, el cuerpo técnico entiende que está preparado más que de sobra incluso para ser titular el domingo, aunque no para aguantar el ritmo de los 90 minutos de partido. Con su entrada, el equipo gana uno contra uno y recupera al que sigue siendo el segundo máximo goleador, con tres tantos.

«Este domingo podremos contar con una alineación más reconocible o, al menos, con más variantes». Esa frase de Manu González es la que da la clave de que la preocupación por las bajas se va disipando. Conde, que la semana pasada comenzó con unas molestias estomacales, está entrenando con total normalidad. Adeva, que ayer no lo hizo también por ciertas molestias menores, entienden que estará disponible sin problema ninguno para el domingo. Igual que el propio Cidoncha si los test así lo acreditan. Con lo que la única baja con la que contará el equipo, cruzando los dedos para que el viernes no haya que lamentar más, será la de Rubén. El lateral, que se conoce muy bien, nota todavía pequeñas molestias en la rotación de su pierna derecha, en la que sufrió la rotura muscular tras el partido contra el Leganés B. No estará disponible a todas luces para este partido, pero nadie duda de que llegará a tiempo para el primero de la segunda vuelta, también en casa, frente al Unión Adarve.