La Segoviana comienza a tomar forma y da sus primeras bajas

Al final de la temporada, el propio Rui ya había hablado con compañeros dentro de su círculo más íntimo, porque sentía que era el momento de dar un paso a un lado independientemente de si el club quería continuar contando con él. El central internacional entendía que el equipo, tras la salvación y la llegada de Ramsés al banquillo, necesita un cambio de aires. También, verse fuera de los últimos encuentros cuando ya estaba recuperado de sus problemas de rodilla fue un mensaje con el que no contaba; especialmente jugar tan solo 40 segundos en el partido que supuso la salvación en Elda. La conversación mantenida en la tarde de ayer con Ramsés fue en la misma línea, sin ningún tipo de reproche, ya que ambos se tienen mucho respeto y aprecio. No en vano, fue Ramsés quien como director deportivo recurrió a los servicios de Rui para contar con él en un momento delicado, como fue la despedida de un mito como Anel. Y a pesar de que en principio hubo reticencias en la grada, pues se consideraba que ya era mayor, Rui ha terminado ofreciendo tres temporadas de mucho nivel y jerarquía en el vestuario. Los problemas físicos han lastrado esta última temporada en Segovia, pero él confía en poder jugar un año más todavía al fútbol si terminan llegando ofertas que puedan interesarle.

La llamada a Rui no fue la única que se hizo en la tarde de ayer, puesto que también se preguntó a los jugadores si preferían que se hablase directamente con ellos o con sus representantes. Las conversaciones continúan en curso y alguna de ellas va a llevar tiempo. Por ejemplo, es lo que está ocurriendo con la negociación con Alejandro Robles como segundo entrenador. El club contaba con una respuesta del asturiano el lunes pasado y esta todavía no ha llegado. Los casos de preparador físico y preparador de porteros también siguen abiertos, con mucha mejor perspectiva para que renueve Alberto López.

Uno de los mejores jugadores en el cómputo global de la temporada de la Gimnástica, indudablemente, ha sido Álex Conde. En la primera vuelta, el equipo dependía casi de él y de su buen entendimiento con Javi Borrego para crear peligro de cara a la portería rival. Con sus números generales de goles y asistencias, más allá de la incidencia directa que ha tenido en el juego del equipo, se ha ganado ser sin duda uno de los nombres protagonistas del mercado de este verano en la categoría. Y, de hecho, ya tiene varias ofertas su representante sobre la mesa, entre las que están el Unión Adarve con Manu González confirmado en el banquillo y el equipo de su ciudad y de su infancia, el Talavera, recién descendido a Segunda Federación.

No obstante, este es el verano en el que menos prisa tiene Conde, porque ayer mismo empezó un tratamiento para evitar tener que pasar por el quirófano para limpiar la rodilla. El edema óseo que le impidió participar en la recta final con la Gimnástica sigue presente y le sigue molestando, con lo que ha recurrido a un tratamiento de claro enfoque conservador, en Valladolid, para ver si en tres semanas percibe mejoría. Si no fuera así, tendría que ser intervenido y no sabe cuánto tiempo tendría que estar fuera de dinámicas. Esa es la contestación que está dando a todos los equipos que se están dirigiendo a él por el momento.

La Gimnástica no le ha transmitido nada de forma oficial, aunque está en contacto con la directiva y con Ramsés, que le preguntan recurrentemente por su rodilla. A punto de cumplir 30 años, sabe que está en un momento en el que puede pedir y no va a aceptar ninguna oferta a la baja. Además, en Segovia siempre ha estado bien y toda su vida afectiva está a apenas 100 kilómetros, lo cual es algo que valora en extremo. No tiene prisa, pero sí la sartén por el mango, aunque a favor de la Gimnástica pueda jugar el hecho de su lesión. En tres semanas se verá si podrá iniciar pretemporadas o no.