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juan diez regidor-adg
Domingo, 20 de junio 2021, 22:45
Si el objetivo primordial era el de no encajar, no solo se consiguió sino que además se sumó un gol que en una eliminatoria como esta vale oro. El Villa de Simancas no solo termina ileso la ida, sino que lo hace con ventaja, con ... un resultado justo por la superioridad que mostró, sobre todo en una primera parte donde en físico y en fútbol el Palencia CF no le tosió.
Porque el primer tiempo del Palencia CF en Los Pinos rozó la mediocridad. Es cierto que en el primer cuarto de hora el dominio era visitante, siempre horizontal y con escasas llegadas, pero desde que Juan de Antón reventó el travesaño el escenario cambió. Como si el sonido agitara a su equipo y saliera de la comodidad que parecía generarle la situación de espera.
Villa de Simancas
Jaime; Fran, Méndez, Fer, Peque (Zapa, min. 74); Suárez, Cisneros (Arroyo, min. 85), Juan de Antón (Gonza, min. 65); Unai, Saúl (Emi, min. 76) y Veintimilla.
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Palencia CF
Tomás; Alvi (Murci, min. 63), Carpio, Adri, Mario (Aitor, min. 63); Fer, Chopi, Mito; Piojo, David y Garban.
Gol: 1-0 Veintimilla (min. 31).
Árbitro: Villar Ruiz (Soria). Amonestó con tarjeta amarilla al jugador local Peque y al visitante Piojo.
Incidencias: Los Pinos. 400 espectadores
Esa espera, eso sí, era hasta placentera. La defensa del Villa de Simancas era espectadora de la final, solventaba con facilidad los centros laterales de los hombres de Pechu y en cuanto conectaba con la línea de medios se levantaba el viento. Faltaba algo más de Saúl, pero es que cada vez que el balón le llegaba la jugada, cuando menos, terminaba. De hecho, la primera ocasión de Juan salió de sus botas.
La segunda, también llevó la firma del 'diez'. Tras una buena conexión arriba, Juan remató a las manos del portero. Si llega a desviar un poco la pelota se estaría cantando el primero. No obstante, se tardó un poco más para esa celebración. Y volvió a llegar desde los once metros, una bendita costumbre en Los Pinos, pues dos de los tres goles de las semifinales festejados allí llegaron desde ese punto. Este, por mano, lo transformó Veintimilla.
El trabajo del delantero fue espectacular. Muchas veces no se ve, sobre todo cuando no entra la pelota, pero en esta ocasión ya se notaba incluso antes de su gol. Bajó una buena cantidad de balones y cuando quiso recibir siempre la movió con criterio. A veces fue un centrocampista más, y no precisamente porque Cisneros y Suárez no hicieran su trabajo, que, como casi siempre, rindieron de manera exquisita.
De hecho, el Villa de Simancas mereció irse con más ventaja al descanso. Faltó finura, incluso a Saúl, que tuvo un mano a mano con Tomás, que salió muy bien a cubrir el espacio. Mientras, el Palencia solo se dedicaba a buscar balones largos, con muy poco sentido, que no eran captados por sus hombres de arriba.
Tras el descanso, cambió el escenario. Al Palencia no le quedaba otra porque el resultado era malo, muy malo, para encarar la vuelta. Por ocasiones mereció el empate, no tanto por el fútbol generado, que dejó mucho que desear. Hasta tal punto que la mejor ocasión la generó el guardameta rival. Jaime regaló el esférico, pero el propio Jaime evitó con un paradón el empate. El sufrimiento no había hecho más que empezar.
Había ya sensación de agobio, la grada lo sabía, y arropó aún más a los suyos porque las fuerzas fallaban. Un 20 de junio no es para menos. Lo peor para el Simancas fue el cambio de banda de David. En cuanto se produjo, el Palencia CF disfrutó de tres ataques impetuosos que morían en el centro lateral, como la mayoría de ellos durante todo el choque. Ni él, ni Adriá, que la mandó a las nubes, lograron la igualada.
Jaime protagonizó el último milagro a falta de cinco minutos, con otro paradón a bocajarro en una buena internada de Chopi. Ya no quedaban fuerzas para buscar el segundo. Bastante botín era el primero, porque el Villa de Simancas visitará La Nueva Balastera, templo ya conocido -y conquistado- de nuevo con la tranquilidad, si se le puede llamar así, de que el empate le vale para estar en Tercera RFEF.
Betis-Calasanz (2-0)
El Betis encarriló la última eliminatoria con su delantero en plena forma. Beni volvió a deslumbrar con un doblete que le lleva a los 17 goles esta temporada. Su equipo controló bien el choque, sobre todo en la primera parte. Con esas llegó el primero con un disparo del ariete desde el borde del área.
El Calasanz reaccionó tímidamente en la segunda parte, pero los locales consiguieron la sentencia gracias a otro tanto de Beni a pase de Juanillo, que desde la lesión ha regresado en plena forma. La renta pudo ser mayor si Reyero y el propio Juan hubieran transformado las opciones que tuvieron en los últimos minutos.
Tardelcuende-La Cistérniga (1-1)
Partido discreto de La Cistérniga en Soria. Rescató un gran resultado para el partido de vuelta, pero se mantuvo lejos de la brillantez de semanas anteriores. Y eso que pronto jugó con ventaja porque el Tardelcuende se quedó con diez justo antes de terminar el primer tiempo.
Hasta el minuto 71 no lo aprovechó. Rodri adelantó al cuadro vallisoletano y Cristian detuvo una pena máxima. Habría supuesto la derrota, porque Jorge logró la igualada a falta de siete minutos. La veteranía de los locales pudo por momentos con el ímpetu de los de Roberto García, que tendrán que defender bien en la vuelta.
Universitario-Vista Alegre (1-0)
Tuvo que llegar la segunda fase para conseguir la primera victoria de la temporada. El Universitario la logró con el mismo sufrimiento que en otros partidos, pero con un punto más de puntería. Casi en el tiempo añadido, Mori con una jugada maradoniana desatascó el marcador y dio el primer triunfo a los suyos, que no parece que pueda valer para mucho, puesto que el descenso está consumado.
Como en semanas anteriores, el Uni pudo haber marcado antes. No lo consiguió ni con las tres acciones claras del primer tiempo, ni en el segundo con un penalti errado por Diego. Los visitantes tuvieron la suya, con un remate a puerta vacía, pero esta vez el revulsivo Mori fue la pieza clave para resolver el partido de ida.
Mojados-Villamuriel (3-5)
Nueva derrota del Mojados, esta no exenta de locura. El último partido de la temporada en casa terminó con una goleada en contra, que vuelve a dejar claro lo largo que se le está haciendo el final de campaña a los de Garrido. Empezaron perdiendo, pese al gol de Chatún que dio algo de emoción, pero el Villamuriel apretó el acelerador y se marchó al descanso con una gran ventaja.
Recortó distancias el cuadro amarillo hasta el 3-4, gracias a un doblete de Juli. Sin embargo, en el tiempo añadido la escuadra palentina sentenció.
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