El Universitario sigue en caída libre

Tras tres semanas sin competir, el Universidad de Valladolid volvió a perder un partido, pese al cambio de entrenador. Carlos Saso dirigió por primera vez al equipo después de la marcha de Patri Vallés, frente al Fabero, uno de sus rivales directos en la zona baja de la tabla, al que le bastó muy poco para llevarse los tres puntos de Canterac.

Los primeros compases del choque marcaron el devenir del encuentro. El juego de ambos equipos apenas fluía y se sucedían los fallos tácticos e imprecisiones en los dos bandos. No obstante, el Fabero llevaba la iniciativa y se acercaba más a la portería del Universitario, aunque sin crear demasiado peligro. Pese a ello, cuando más cómodos se empezaron a sentir los visitantes recibieron una clara ocasión de su rival. Pablo Asís recibió un buen balón diagonal de Reinoso, que estaba siendo el más activo de su equipo, y, con un control orientado, se plantó delante de la portería, pero erró en la definición y mandó el balón al lateral de la red.

El susto del conjunto encarnado no fue más que un espejismo, ya que de nuevo el Fabero volvió a la carga y tuvo más suerte. Tras una pérdida en la salida de balón cuando quedaba poco para terminar la primera mitad, Javier López recibió la pelota entre los dos centrales y no perdonó frente a Mora. Fue así como se llegó al tiempo de descanso, con el Universitario por detrás, pero con toda la segunda parte para reaccionar y proponer algo distinto.

Pero no fue el caso. A los cinco minutos de reanudarse el duelo, Javier López volvió a ser protagonista. Recibió de nuevo solo, se plantó frente a Mora y con una vaselina amplió la ventaja para los suyos, que sería ya insalvable. Aún así hubo tiempo para que los hombres de Carlos Saso reaccionaran, eso sí, mucho menos de lo necesario. Pero no era el día de Pablo Asís. Otra vez tuvo el tanto, en esta ocasión, tras un gran recorte al borde del área y se sacó un disparo al palo largo gracias al hueco que él mismo había creado con su gesto técnico, que se marchó desviado. Solo le falló la puntería. La entrada de Éder al campo tuvo un impacto positivo en el Universitario y el acabó llegando a balón parado. Manu puso emoción en el marcador con un testarazo en un saque de esquina, donde remató totalmente solo.

Sin embargo, el Fabero no sufrió, supo controlar de nuevo los arreones del conjunto pucelano. Pudo incluso sentenciar en alguna que otra ocasión, pero el resultado no se movió. Así, el Universitario sumó otra derrota más, por falta de fútbol durante buena parte de los minutos, y de empuje en el tramo final, porque ni siquiera pudo poner nervioso al cuadro berciano cuando el marcador se apretó. De hecho, aún no sabe lo que es puntuar esta campaña. En la próxima jornada, tendrá que hacer de David para lograr sus primeros puntos, ya que se enfrentarán al líder, el Villa de Simancas, en un derbi desigual en el que parece complicado detener la sangría.

Ponferradina B-Betis (2-0)

El Betis perdió la oportunidad de engancharse al tren del liderato contra otro de los favoritos. Cayó en Ponferrada tras un mal partido, sobre todo en defensa. Los nervios de la primera mitad se tradujeron en el primer gol local, aprovechándose del juego por los costados donde era muy superior. El cuadro de Óscar González mejoró con la desventaja, comenzó a dominar y, tras un susto en la primera acción de la segunda mitad, Beni rozó el gol y Juanillo también se quedó cerca en una acción en la que reclamó penalti. A los 80 minutos José Manuel echó por tierra las esperanzas verdiblancas con el segundo.

Mojados-Onzonilla (5-2)

Regresó por fin el Mojados a la competición y lo hizo a lo grande, con una gran remontada contra el Onzonilla. Pese a que los visitantes se adelantaron al principio del partido, el conjunto de Garrido puso la directa y acabó goleando, favorecido por los penaltis. Chatún transformó el primero a lo Panenka, que era el empate y el segundo llegó tras un robo del nueve en el área. El tercero también se produjo desde los once metros, convertido por Pablo, y el Mojados sentenció en la segunda parte a balón parado y con un excepcional gol de vaselina de Christian. El Onzonilla maquilló el resultado con el segundo, pero sin margen para asustar más a los locales, que suman una victoria que les deja con nueve puntos y varios partidos aplazados.

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