El Tordesillas se queda a un suspiro del triunfo, aunque sigue invicto

Marchena, que vivió el partido desde las gradas de Ence al cumplir su segundo encuentro consecutivo de sanción, introdujo tres novedades en el once titular con respecto al empleado en la anterior jornada frente al Atlético Mansillés. Como variación más reseñable cabe destacar que el técnico madrileño situó al mediocentro Bonilla como central izquierdo, lo que facilitó que el Atlético Tordesillas llevara el control del juego y saliera desde atrás con la fluidez necesaria para encontrar ventajas en el último tercio de campo. Dentro de ese plan ofensivo, Abraham ganó profundidad por el carril izquierdo y, tras apurar la línea de fondo, dio un pase atrás que el lateral del lado contrario, Manja, concluyó con un disparo que se estrelló en la mano de un defensor local. El colegiado de la contienda señaló penalti a favor del conjunto tordesillano que Fer, con un disparo ajustado al palo derecho, no pudo transformar en gol al toparse con la excelente estirada de Ale Gorrín. Chatún estuvo muy atento para cazar el primer despeje de la pena máxima fallida, pero el delantero segoviano no direccionó el remate al primer toque entre los tres palos. Corría el minuto 8.

Después de desaprovechar una oportunidad inigualable de adelantarse en el marcador desde los once metros, el Atlético Tordesillas vio cómo el Mirandés B recibía un gran impulso emocional y empezaba a tener más peligro en sus discontinuas acciones ofensivas. Los enérgicos jugadores del filial rojillo le ganaron la espalda a un Bonilla que en muy pocos segundos experimentó las dos caras de una posición tan exigente como la de defensa central, pues, a pesar de que en primera instancia corrigió la carrera sobre su propia espalda y recuperó el esférico, el jugador colombiano se complicó en exceso a la hora de superar la presión llevada a cabo por Arriola y habilitó de par en par el 1-0. Yidne, remachando el pase de la muerte de su compañero, fue el encargado de penalizar el imperdonable error cometido por el jugador cafetero y provocar que Farolo recogiera la pelota de las redes tras no haberlo hecho en los tres anteriores choques disputados.

En un escenario complejo y, para fortuna de los intereses de los pupilos de Marchena, poco sufrido en la actual temporada, emergió la figura de un Emi que, pese a su reciente llegada al Atlético Tordesillas proveniente del Mojados, se rebeló ante la situación adversa y asumió con suma valentía la responsabilidad de intentar transportar el balón hasta el área contraria. Liderando la réplica del cuadro vallisoletano, abordó con inteligencia el espacio libre generado en el costado derecho y rápidamente atisbó el desmarque de ruptura de Chatún, con quien conectó de manera brillante mediante un pase con la parte exterior de su bota izquierda. El delantero segoviano se resarció de la anterior ocasión malograda en el despeje del penalti y mandó a la red el desplazamiento de su compañero, más propio de una categoría superior a la Tercera Federación, gracias a una definición de volea inapelable para Ale Gorrín, con la que pudo celebrar por todo lo alto su tercera diana del curso.

El Atlético Tordesillas, en busca de un segundo tanto con el que pudiera firmar su cuarta victoria de la temporada, siguió apostando por unos ataques estáticos asimétricos en los que Abraham asaltaba toda la profundidad del costado izquierdo, mientras que Emi se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza para el sistema defensivo local por los carriles interiores. A Emi se le unieron en la segunda parte Abel y Ferreras, quienes por el sector izquierdo generaron superioridades con las que los pupilos de Marchena llegaron hasta el 1-2. El mediocentro vallisoletano calcó el pase con el exterior de la jugada del 1-1 para conectar con la enésima carrera al espacio de Abraham, que concluyó la acción con un disparo potente que limpió las telarañas de la escuadra derecha de la portería local. Sin embargo, en el epílogo del choque, Zárate remachó a las redes un balón suelto en el área a la salida de una falta lateral y colocó el definitivo 2-2, que no dejó satisfecha a la escuadra de Marchena.