El Tordesillas se hace grande en Mojados

Si al Tordesillas le faltaba el gol para volver a la vida hoy resucitó a lo grande. Con goleada, en un derbi, ante un señor equipo que viene realizando una primera vuelta brillante. Por todo ello el triunfo cobra una importancia enorme, ante un rival, el Mojados, que no fue el rival que acostumbra.

La igualdad se rompió con una genialidad de Samu. El primer ex dio la estocada al cuarto de hora con un disparo de primeras desde fuera del área que pilló a Pablo adelantado. Terminó con la presunta igualdad que ofreció un inicio descafeinado, donde no parecía que ningún equipo saliera muy motivado a la cita.

Con el 0-1 la cosa se animó. Chatún lanzó una contra donde no decidió bien, Alvi estrelló una falta en la barrera y Samu, en una de sus muchas cabalgadas, cayó en el borde del área. El ritmo creció, pero el descanso llegó con poco que llevarse a la boca a excepción de una mano de Farolo a remate amigo de Bonilla, que casi supone el empate en propia.

El Mojados seguía en el partido, muy vivo, pues es experto en levantar situaciones. Pero no contra Chatún y Torres. Entre ellos fabricaron el segundo que acabó remachando el primero de ellos, el ex, el otro ex de un Mojados que firmó ahí su finiquito. Porque los ex que funcionaron vestían esta tarde de rojiblanco, ya que Alvi y Cada anduvieron perdidos y sin opciones en ataque. Con el 0-2 se bajó la persiana.

Si acaso seguía levantada en el mismo área, a balón parado. Había avisado Torres en el primer tiempo y no es de los que llama dos veces sin tirar la puerta abajo. Firmó el tercero, su cuarto en cinco partidos. Su mejor racha de rojiblanco... y partido sentenciado.

Salvo algún conato de bronca saldada con el muelle de Gutiérrez Garrote con las tarjetas, todo lo demás fue para la galería y para mayor lucimiento de un Samu que sabía que era su tarde.

Otra carrera eterna acabó con medio gol suyo, el otro medio se lo apuntó Chatún, porque esta vez Samu decidió ceder, que también sabe hacerlo. Márcala tú qué a mí me da la risa, como se suele decir, en una conexión que alcanzó su máximo en el Municipal como visitante... después de tantas veces viéndola como locales.

Su afición esperaba más de un Mojados al que no se le puede reprochar nada de su temporada, pero sí de este partido, al que le faltó fútbol, pero también garra cuando la cuesta se empinó. Las bajas tampoco ayudaron, pues en la batalla de este sábado cayó uno más, Méndez. Otro ex, por cierto. El derbi de los reencuentros se fue para Las Salinas.