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Juan Díez regidor-adg
Valladolid
Domingo, 14 de marzo 2021, 20:31
El Laguna sigue enganchado al tren de cabeza después de golear al Universitario (3-0) tras realizar una de las mejores primeras partes de la temporada. Sacó todo su brillo y ambición en un excepcional primer periodo que valió para dejar con muy pocas opciones ... al rival, aunque lo más justo habría sido dejarle sin ninguna. No fue así por la falta de pegada.
Ese fue uno de los dos peros que se le puede poner al equipo de Carlos Álvarez porque el segundo –sin importancia por lo que mostró al final el resultado– fue el de dejarse llevar tras el descanso. No le salió caro porque enfrente tenía un equipo que no le hacía cosquillas. Al menos no las suficientes como para que el resultado peligrara.
CD Laguna
Asenjo; Héctor (Jona, min. 79), Álex, Auso, Lamas (Raúl, min. 63), Manu; Álex, Jorge, Hassan (Iván, min. 76); Hammad (Aitor, min. 67), Colino y Cifu.
3
-
0
Universitario
Hugo; Alberto, Puyi, Damián, Álvaro; Manu, Éder, Reinoso (Miguel, min. 46), Pedro (Dani, min. 46); Rober (Madrigal, min. 75) y Raúl (Pablo, min. 46).
Goles: 1-0 Colino (min. 11). 2-0 Cifu (min. 29). 3-0 Cifu (min. 90).
Árbitro: Poncela Gómez (Valladolid). Amonestó al jugador local Jorge y al visitante Miguel.
Incidencias: Estadio La Laguna. 150 espectadores.
Colino y Cifu se encargaron de que el dominio se transformara en goles. El primero, con rebote incluido, a los once minutos de choque, vino de los pies de Coli. Lo mejor del Laguna es que no se notó que se adelantara en el marcador porque siguió imprimiendo la misma fuerza en campo contrario que con empate inicial. Surgían ocasiones de todos los colores, la mayoría gracias a un gran ejercicio por la derecha de Héctor y a un correcaminos llamado Hassan.
En el otro lado, la defensa del Universitario no sabía cómo reaccionar, chocaban contra molinos y solo les quedaba buscar un contragolpe que nunca llegó, o no con la claridad que requería el hecho de hacer daño a la zaga anfitriona. Manu estaba inspirado, animaba a los visitantes a una presión colocada y acompasada, pero el último pase fallaba siempre. Tanto que Asenjo pasó desapercibido.
El dolor fue doble cuando, a la media hora y casi sin querer, Cifu marcaba el segundo tras un envío, con toda la intención, de Hammad. Poco antes había podido anotar gracias a un pase fabuloso de Hassan, el hombre del partido, pero que no pudo convertir porque el delantero no la ajustó del todo.
Perdonó la sentencia en varias ocasiones el cuadro de Carlos Álvarez, porque pudo irse al descanso con los deberes hechos. No lo hizo y el arranque de segunda mitad hizo presagiar que el choque no estaba cerrado. La entrada de Pablo en punta y de Miguel en el medio permitió al Uni coger un dominio que en la primera parte era impensable. Mérito suyo, pero también relajación absurda del Laguna.
Al coger la pelota, emergió Éder. Y lo hacía en todas partes, pues fue el responsable de que durante un buen tramo del partido el cuadro de Carlos Saso gobernara en La Laguna. El problema era que arriba el peligro seguía siendo inexistente. De hecho, fue el propio Éder quien ejecutó la ocasión más clara para los suyos. Armó la pierna derecha desde media distancia, la pegó con potencia, pero Asenjo reaccionó bien.
Tras esa acción, los anfitriones, poco a poco, recobraron el control, sin ser tan apabullante como en la primera mitad y con el ida y vuelta como premisa fundamental del segundo tiempo. Estaba promovido, eso sí, por un colegiado que tenía el listón muy elevado. No es que fuera un partido bronco, pero tampoco tan liviano como para pitar tres faltas en los segundos 45 minutos.
Tan fluido fue el juego que no se añadió ni un segundo, pero sí dio tiempo a que en la última jugada del partido Cifu empujara a la red el tercero. Redondeó la tarde más tranquila de la temporada para el Laguna, que le mantiene en la pelea por el liderato del grupo.
La Cistérniga sacó su lado más guerrero para llevarse los tres puntos de su partido contra el Onzonilla. Los locales plantearon un choque cerrado, con una defensa bien plantada, pero la expulsión de Alfonso a la media hora les obligó a cambiar los planes. Todo se terminó de torcer cuando antes del descanso, a balón parado, Sergio adelantaba al bloque pucelano.
La segunda parte no fue tan embarrada, los chicos de Roberto García, con más espacios, encontraron el segundo que les dio tranquilidad. Rodri sentenció el encuentro porque la defensa no permitió que se sufriera en el tramo final.
En Los Pinos de nuevo huelen al liderato después de un más que sufrido triunfo contra el Fabero. Se complicaron las cosas después de haber encarrilado el choque en apenas media hora. Apenas habían pasado tres minutos cuando Méndez se estrenó como goleador del Villa de Simancas. Su impecable testarazo se convirtió en el primero.
No bajó de marcha el conjunto de Pablo Gil y Zapa firmó el segundo gracias a la asistencia de Peque. Se apretó el marcador cuando, dos minutos después, el Fabero dio emoción al encuentro. Marcó Méndez, aunque esta vez en su propia portería. Esto dio paso a una mala segunda parte de los locales, que sufrieron, pero se llevaron tres puntos que sirven para superar a una Ponferradina B que vio aplazado su partido contra el Mansillés y recuperar la primera posición.
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