Pim, pam, pum,... ¡Chatún!

Chatún juega en otra liga. Mejor dicho, debería. Con todo el respeto a quienes conforman la categoría, al ariete del cuadro amarillo hace ya tiempo que esta se le queda corta. Por goles, por calidad y, sobre todo, por determinación. Dice mucho de un jugador el hecho de marcar cuatro goles en un partido y no ser esta su mejor cita de la temporada –cómo habrán sido otras–. Lo suyo va mucho más allá de las cifras. No sabemos cuántos años quedarán para que sea padre, si lo acaba siendo, pero en Los Pinos lo fue.

Con cuatro 'hijos'. El primero, a los dos minutos, para qué esperar más. No tuvo ni que saltar para rematar el primer centro del duelo y mandarlo a la jaula con el conjunto de Alberto Parras sin asentarse todavía. Raro es de por sí que el Simancas no arranque con los cinco sentidos en órbita, pues los inicios suelen ser una de sus grandes virtudes.

Es cierto que desde el gol los locales asomaron la cabeza a través de faltas laterales, muchas de ellas cogidas con pinzas. El colegiado se empeñó en parar un partido fluido, en cortar el ritmo de un escenario que tenía un cariz atractivo. Por un lado, un Simancas buscando los espacios y poblando de atacantes el área contraria y, por otro, un Mojados que cuando echaba a correr casi siempre tenía a sus tres hombres de arriba luchando contra dos defensas rivales a los que les costaba un mundo replegarse.

La toma de decisión no siempre fue la mejor. Hassan desempeñó el papel de pasador, aunque la intención recurrente de buscar a Chatún –mala opción no era— le privaba de encontrar a Álex, que estaba más solo. No venía de una mala racha como para no confiar en él, desde luego. Sin embargo, volvió a ejercer de goleador el que más lo ha hecho esta temporada.

La puso esta vez Capi desde la izquierda y, sin oposición, batió a Víctor. Podría haber servido como pista el primero para saber que de cabeza el chaval va bien. El segundo fue otro testarazo y el tercero, ídem de lienzo. Entre ambos mazazos el Villa de Simancas entró a la segunda parte con intensidad, pero no la suficiente como para amilanar al conjunto ahora dirigido por Diego Macón.

Churu fue su penúltimo socio de la tarde, con un centro desde la derecha, a mayor gloria de un Chatún que firmó el triplete como si se fuera a conformar con eso. Mereció el gol algún compañero más. Arroyo gozó de varias llegadas, Suárez lamió el tanto con dos faltas directas y Eder se estrelló con la madera a falta de pocos minutos. El marco era dramático para los de Parras desde mucho antes.

Con el tercero, Mario González estimó conveniente dar por concluido el choque, al menos en lo personal. Se autoexpulsó –encima con roja directa– y dejó a su equipo con una mayor carga de sufrimiento de la que ya tenía, con media hora por delante difícil de sobrellevar. Cada vez que el Mojados pasaba de medio campo acechaba el cuarto. No supondrá una sorpresa saber quién lo metió.

No fue de cabeza esta vez, sino con una cabalgada y una definición a la altura de los grandes para una última celebración de otra tarde redonda. Chatún festejó el día del padre por adelantado, lleva más goles que partidos –29 en 24– y rompe una racha no mala, pero sí peligrosa de cuatro partidos sin ganar, a costa de un Villa de Simancas que perdió el encuentro sin casi haberlo empezado.

El Laguna no entiende de rivales ni de campos complicados. Volvió a hacer una machada de las suyas, cargándose a otro equipo que venía en una dinámica tremenda. Venció en el descuento, pese a que el partido parecía estar abocado a un empate que a ninguno le venía mal. Al inicio de la segunda mitad el Atlético Mansillés se quedó con diez y, lejos de ser dominado, incluso se acercó al gol más que su rival.

Sin embargo, Colino la reventó y en el minuto 92 marcó el tanto que puede haber sentenciado la primera posición. Él mismo abrió la cuenta al inicio del encuentro con un golazo de falta directa, un minuto antes de que Jairo igualara. El Mansillés llegó a marcar en el 95, pero el colegiado anuló el empate por falta.

Otra más del Betis, que lleva cuatro victorias seguidas y sin encajar gol. Está consiguiendo números espectaculares, que quieren incluso mejorar a los de la segunda vuelta de la temporada pasada. Además, venció con un actor inesperado. Jony, que disputó trece minutos fue el encargado de darle al conjunto de Yepes otro triunfo que sabe a gloria.

Venció con merecimiento al filial del Salamanca CF UDS, con mucho trabajo y con ocasiones como para adelantarse. Tres minutos después de saltar al campo, Jony marcó y dio paso a un final de mucho sufrimiento, pero sin daños.

Hay vida para La Cistérniga. Con todo el sufrimiento posible y con solo trece jugadores en la convocatoria, el conjunto de Roberto García se llevó los tres puntos de Fabero para mantenerse vivo en la lucha por la permanencia. Prieto empalmó un gran disparo para adelantar a los suyos y antes del descanso Guerra puso tierra de por medio en una acción en la que se aprovechó de un rebote. Todavía dio tiempo en la primera mitad a que el Fabero se quedara con diez. Aun así recortó diferencias a los diez minutos del segundo acto.

Sigue perdiendo opciones La Pedraja de cara a luchar por la salvación, que podría darse por perdida de forma matemática en cuestión de semanas. Cayó en casa frente al Onzonilla, rival directo, en un partido que desde muy pronto se puso cuesta arriba. Pablo y Diego le dieron una doble ventaja al conjunto visitante, que pudo mantener hasta el final de partido. Sidi fue expulsado y Cerro consiguió descontar, ya sin tiempo para lograr sumar algún punto.