Miguel devuelve el pundonor a Tordesillas

Volvió el equipo que se crece en los grandes escenarios. No es que Las Salinas con los años no empiecen a convertirse en uno de ellos, pero está claro que las grandes gestas de los rojiblancos este curso se forjan un poco más lejos. Y no precisamente con su versión más arrolladora, sino con una mucho más práctica, como la vista este domingo ante el Palencia.

Renunció al dominio, bien por gusto, bien por obligación. Sea como sea le salió buen negocio, porque en los primeros 15 minutos hay que hablar de que todo se jugaba en campo rojiblanco... pero los disparos se contabilizaban en la meta local. Indescifrable lo de este Tordesillas que ya puede estar su rival yéndose de Las Salinas con un punto sin haberla olido... que a su vez ya puede ir ganando en La Nueva Balastera sin casi dar dos pases.

Se da las gracias a Miguel, que se inventó el gol del triunfo antes de llegar al 20. La empaló con gusto desde fuera del área superando por alto a Toni. Antes la había tenido Torres con un disparo que se marchó por alto. Los deberes estaban hechos tras un inicio amargo, con un once inicial que volvió a sorprender.

Con Rafa y Popi caídos por lo físico a Marchena no le quedó otra que envidar con Samu y Dani Díez para escoltar a Torres. Con lo que pocos contaban era con convertir a Bonilla en lateral izquierdo. Invente, Román, invente, pero la idea llegó hasta el descanso. No es que el Tordesillas sufriera mucho, de hecho no sufrió nada, pero mejor colocar a cada uno en su sitio para lo que estaba por venir.

Que si prometía ser agobiante desde luego lo fue. Según pasaban los minutos el triunfo iba cogiendo más tinte a proeza por el dominio excesivo del Palencia, que empezó a venir acompañado de llegadas. Farolo salvó la primera, el balón quedó muerto y Romaric no remachó, bien incomodado por Ivi, y poco después Amez remató arriba con todo a favor una falta con mucho veneno.

El choque se cargaba de amarillas y Marchena retiró dos peligrosas, las de Dani y Samu, por lo que el Tordesillas se quedaba sin extremos y blindaba el centro del campo para que los locales no pudieran jugar por dentro. Ferreras y Emi, que también recibió tarjeta a las primeras de cambio. Y es que no se fue sin amarilla ni el speaker ni cada uno de sus patrocinadores.

Lo bueno para los rojiblancos es que el tiempo pasaba. El asedio era mayor y Joan entró como último cambio para terminar de cerrar un partido al que solo le hacía falta la mitad del campo. El otro, de adorno. Pero los puntos, a Las Salinas, que tanta falta hacen, a una semana de recibir a un Astorga que llegará líder a medirse a un Torde que recupera su identidad.