El Betis se rebela ante un Laguna que ya no es líder

El Laguna se fue diluyendo al mismo tiempo que, paradójicamente, cada detalle le sonreía en el encuentro, hasta el punto de que se marchó al descanso con todo a favor salvo el marcador. El partido merecía algún gol, sobre todo por parte del cuadro local, que gozó de más ocasiones. David desvió un disparo de Darío, otro a Colino y Valdés la mandó fuera. Sin embargo, quien dominaba era el Betis a la espera de tenerlas.

El tejido que plasmó Yepes sobre el verde, con Gallego y Jaime en la medular y Miguel Velázquez delante, ahogó al Laguna. En campo contrario recibían muy cómodos, sin que ningún defensor les encimara a tiempo como para no girarse y generar peligro. Les faltó mordiente arriba para coronar el plan. Los problemas residían en otros ámbitos.

Tanto Pollete como Álex terminaron la primera parte con amarilla –mal negocio con Colino y Darío en sus bandas– y si había peligro de quedarse con diez, este dejó de ser una amenaza para ser un hecho cuando Dani Blanco levantó la pierna en exceso. Se llevó por delante el costado de Santi. Roja directa por su peligrosidad, si bien el colegiado no entendió lo mismo minutos antes cuando Mathias impactó en la rodilla de Miguel. Las dos jugadas, al límite.

Esto no hizo sino darle más mérito a la segunda mitad del Betis, que contrasta con una falta de motivación tan extraña como inédita de un líder que no parecía ni estar jugándose tal puesto ni disponer de un jugador más. Realmente se notaba todo lo contrario, pues era el Betis quien proponía y el Laguna el que, con ansiedad, buscaba balones largos dirigidos a la nada. Hasta el añadido sin probar a David y, lo que es peor, vinieron los mazazos.

La defensa lagunera había amenazado con despistarse en alguna acción a balón parado y, en época de regalos, entre la zaga y el guardameta –escasos de contundencia– le dejaron el gol en bandeja a Víctor Ortega. Lo que ya era un marrón por no ser capaces de superar a un Betis en inferioridad se convertía en un sofocón considerable al verse con el marcador en contra. Y llegó el segundo.

Cinco minutos después, Jaime cayó en el área derribado y el colegiado señaló pena máxima. La cuarta en los últimos cuatro partidos del Laguna en su casa, con la diferencia de que este lo era. Miguel Velázquez lo transformó con sutileza y rubricó otro sobresaliente partido en el que la raza y el trabajo invisible se complementaron con el gol.

Quiso sacar de centro rápido el cuadro de Carlos Álvarez, viendo que los jugadores verdiblancos supuestamente celebraban fuera del rectángulo, pero una jugada de tanta perspicacia no podía resolver la falta de lucidez de todo un encuentro. Porque además de fútbol faltó intensidad y picardía, y eso en La Laguna no se había echado en falta en toda la temporada.

Tampoco apareció después. Se echaba de menos a Moli en el centro del campo como a Isma Casado, que habría dado clarividencia en un ataque que se basó en colgar balones al área. Buena idea con dos goles abajo, pero el problema vino en todo lo que se desperdició hasta encajar esos dos tantos. De uno de esos centros ya en el añadido llegó el penalti de Gil, más aparatoso que otra cosa, si bien hubo otro antes por mano de Iván que no se pitó.

Cifu lo marcó, pero esta vez no hubo épica. No la mereció el Laguna, que se queda sin liderato a merced de un Betis que se lleva su mayor alegría en una campaña que marcha a trompicones.

El Mojados recupera terreno en la clasificación gracias a un triunfo contundente en casa en el que consiguió dejar, dos partidos después, la portería a cero. Una buena acción de Cisneros dentro del área, con algo de fortuna al final, supuso el primero. Él mismo tuvo bastante culpa del segundo, después de dejarle el esférico a Portela tras una buena pared. El lateral la pegó casi sin ángulo a la escuadra. Antes del descanso los locales finiquitaron el partido con un nuevo gol de Chatún en un mano a mano.

Empieza a ver brotes verdes el Villa de Simancas tras su segunda victoria consecutiva en casa, en la que además mejoró su relación con el gol. Hasta cuatro marcó, después de que Willian iniciara la cuenta desde los once metros. Empató el Fabero de falta pero el delantero recién llegado al equipo franjiblanco sacó su artillería. Marcó otros dos, y a falta de cinco minutos Diego Mora redondeó una gran tarde para los pupilos de Alberto Parras.

La Pedraja pagó el buen momento por el que pasa el Atlético Mansillés, que ganó con contundencia. Adri adelantó a los locales, pero Javi Cerro volvió a ejercer de goleador para igualar el choque. No duró nada la alegría, ni siquiera un minuto porque Yorman volvió a dar ventaja al conjunto leonés. Cristofer remachó con dos dianas en el tramo final para que los vallisoletanos permanezcan una semana más en puestos de descenso.

Nueva derrota de La Cistérniga, que fue superado por uno de los equipos que más está creciendo en las últimas fechas. La Bañeza se llevó el encuentro, encarrilado desde muy pronto. A los cinco minutos Pablo aprovechó un balón dividido para deshacer el empate inicial y él mismo marcó el segundo. Pudo recortar Prieto en un mano a mano, pero acabó llegando el tercero en otro barullo en el área. El conjunto de Roberto García sigue en descenso.