Betis y Mojados se van de vacaciones con un empate poco agradecido

Ni Betis ni Mojados iban a por el empate y al final los dos se lo llevaron. El triunfo era una bombona de oxígeno para dar por finalizada la primera parte de la temporada dentro del objetivo. Sin embargo, ni los verdiblancos se van al parón fuera del descenso ni los amarillos en promoción, tras un partido donde la máxima igualdad la rompió Chatún y la devolvió Miguel Velázquez desde los once metros.

Precisamente ese aspecto, la igualdad, fue la tónica hasta el descanso. En todo. En dominio, en ocasiones y en la sensación de generar peligro. Ambos equipos intentaban anularse con una presión intensa, pero también dejaban sus dudas atrás. Primero, en el caso del Betis.

Puede que en algún momento del choque parezca que Chatún no está, pero es simplemente eso, una apariencia, pues si no se le ve es que está agazapado esperando el error. Él siempre los aprovecha, o casi siempre. En un forcejeo con Víctor consiguió llevarse la pelota, le hizo una vaselina a David, pero se estrelló en la madera. Su rechace lo recogió Cuéllar, que evidenció que con la testa no se le da tan bien y su remate se estrelló en el guardameta.

No es que el ritmo del partido fuera frenético, pero tampoco dejaba pensar a nadie. Quien quisiera retener la pelota más de tres segundos se metía en una jaula rodeado de dos o tres leones que no se iban a andar con miramientos. Había que tocar rápido, sin conducciones, y al igual que el Mojados lo intentaba más por dentro con un buen Eder, el Betis explotaba más sus costados con un Iván que, frente a Nacho Portela, perdió en la mayoría de duelos.

Uno de ellos, clave. Por la izquierda apareció Miguel Velázquez para ponerla al segundo palo donde Iván esperaba para marcar. En el último segundo Nacho la desvió lo justo para evitarlo. Cada equipo ya tenía en su contador una gran ocasión por la que llevarse las manos a la cabeza, si bien los últimos minutos de la primera parte en un escenario más abierto el Betis apretó más.

El resultado pudo cambiar, al menos el Mojados se mereció la oportunidad, si el colegiado llega a ver cómo Manja derribaba a Cuéllar dentro del área. El extremo ya había chutado y se había topado con David, pero el defensa llegó tarde. El colegiado miró al linier pero ni uno ni otro tuvo la convicción suficiente como para señalar la pena máxima.

Primera polémica servida, que se cobró ya la primera expulsión en el banquillo visitante, que era tan solo un aperitivo de una segunda mitad más bronca, que pronto se desequilibró. Ya es sabido por sus rivales que el conjunto de Adri Fraile comienza las segundas partes con una marcha más. Ya es sabido que aprovecha cualquier error para ajusticiar al rival. Ya es sabido que Chatún siempre está al acecho. Con todo ello, volvió a suceder.

Álex quiso sacar la pelota de una manera poco ortodoxa y le cayó al rival en zona peligrosa. No a uno cualquiera, sino a Cerro, que en vez de disparar –opción tenía– se la dejó a Chatún, completamente libre de marca, que la metió. Un gol tan previsible como efectivo para que el Betis empezara a hacer lo que peor se le da, levantar una desventaja.

La tarea se facilitó cuando Méndez agarró a un rival tal y como habría hecho alguien sin amarilla, pero como ya la tenía se fue a la caseta. Su equipo, media hora con diez, resistió sin que el cuadro de Yepes hiciera mucho daño, pues era acercarse al área y nublarse las ideas. Cuando el encuentro empezaba a agonizar, un disparo de Dani Blanco desde la frontal tocó en la mano de Fran, de rebote pero despegada, y el trencilla señaló penalti segundos después.

Miguel Velázquez lo transformó y puso un empate que no satisfacía a nadie. El Betis no aprovechó el miedo escénico para rematar la faena ante un Mojados que no tuvo su mejor día, que se va al parón con dos empates consecutivos, pero con el regreso de Suárez tras lesión como la mejor noticia para acabar un histórico 2022.