Este sí que es Unionistas

Nadie puede tachar de loco a alguien que diga que Unionistas de Salamanca tiene ya pie y medio en la Tercera División. Es algo que se veía desde el principio de la temporada que iba a suceder irremediablemente pero es que lo que sucedió en la jornada de ayer esclareció mucho más aún las cosas por si es que alguien guardaba alguna duda en su interior. El pinchazo del Zamora B, el máximo perseguidor de los salmantinos, en casa del Mojados deja ya la diferencia en nada menos que trece puntos, si bien es cierto que los zamoranos tienen un partido menos que recuperarán la semana que viene, pero aparte del plano puramente matemático tan sólo algún osado se atrevería a contar que le puede meter mano a USCF después de lo visto ayer en el campo de la UDSur.

Necesitaba, por fin, el conjunto blanquinegro enlazar dos jornadas consecutivas ya no ganando, algo que hace con mucha asiduidad, sino haciéndolo de manera convincente y mandando mensajes claros al resto de sus contrincantes. Fue así el pasado domingo en casa del Béjar y la historia volvió a repetirse, aunque todavía en un mayor grado, ayer en Valladolid. Los de Astu se deshicieron con una facilidad y autoridad pasmosa de la UDSur, a quien apenas dejaron lanzar una única vez entre los tres palos en todo el partido y fue además desde más allá del centro del campo, un hecho que deja a las claras la nula resistencia que pudieron oponer los pucelanos, en todo momento en manos de los visitantes que ayer volvieron a vestir de amarillo. El partido fue redondo. Porque Unionistas dominó desde el minuto uno, porque supo a qué había que jugar prácticamente en cada momento, porque mostró efectividad de cara a la portería contraria marcando su décimo gol en apenas dos jornadas y porque la seguridad defensiva fue total y absoluta.

En pleno San Valentín, Unionistas protagonizó una reconciliación a lo grande, de esas que terminan con besos y abrazos efusivos, con una pareja con la que en las últimas semanas mantenía una relación un tanto fría, distante e incluso apagada, su mejor juego. Pero fue pisar el césped del Felicísimo de la Fuente y los salmantinos repartieron amor por los cuatro costados también a una afición fiel como ninguna que estaba deseosa de recibir algo de cariño. Las ausencias de Dela y Chamorro por sanción en el once inicial, dos hombres fijos en el esquema, no fueron un impedimento para que el juego de los salmantinos brillara. Los charros cargaron mucho el juego por la banda izquierda buscando a un incisivo Manu que rondó el gol en un par de ocasiones, pero no fue hasta el cuarto de hora cuando se adelantaron gracias a un buen pase de Vitolo hacia Albertín que devolvió la confianza que de nuevo está teniendo el cuerpo técnico en él en forma de goles. Un buen disparo del extremo se convirtió en el primer tanto del día, el que encarrilaba la victoria y ponía todo mucho más fácil.

Si se le puede poner un pero al juego de Unionistas es que la distancia que separaba a los dos hombres del centro del campo, Toni Miguel y Castillo, era por momentos abismal. Mientras que el primero se metía casi entre los centrales para organizar el juego y enviar balones largos, excesivos por momentos, el segundo se incrustaba en la media punta, a la altura de los centrales rivales para tratar de sacar provecho de esos pases. Sin embargo, era algo buscado por Astu, que vio en esta manera de jugar una forma de hacer daño a la UD Sur. Eso sí, según avanzó la primera mitad, y después de varias ocasiones erradas en las que los salmantinos pudieron haber desequilibrado el partido, los pivotes comenzaron a juntar sus posiciones y a trenzar posesiones más largas. Efecto inmediato porque Toni Miguel filtró un excepcional pase para Vitolo, que hizo el segundo en el mano a mano, y poco después Albertín recogió en la frontal el rechace de un saque de esquina para soltar un tremendo zapatazo que se coló en la portería local.

El encuentro estaba totalmente muerto al descanso y los seguidores salmantinos en las gradas, mayoría, se frotaban las manos ante lo que estaba por venir en los segundos 45 minutos. Todos habían recuperado la sonrisa, y también los jugadores, conscientes de que estaban de nuevo divirtiéndose a lo grande sobre un campo de fútbol. Otro de los que no podía faltar a su cita con el gol era JuanFraile. Castillo recibió, en una de sus habituales llegadas al área contraria, un gran pase para quedarse mano a mano con el portero vallisoletano, pero en vez de marcar él le regaló el tanto al delantero, que poco después pudo haber ampliado aún más la renta. ToniMiguel hizo la manita con un lanzamiento raso antes de ser sustituido por Carlos, el futbolista del filial que había conseguido entrar en la convocatoria ante las numerosas bajas. El chaval demostró desparpajo y atrevimiento. De ahí hasta el final Unionistas se gustó. Tocó el balón a sus anchas y siguió buscando la portería rival hasta encontrar el sexto gol, obra de Castillo tras una dejada de Manu. Un día redondo para Unionistas que le acerca más a Tercera División.