«Me da rabia, me hacía especial ilusión poder vivir algo así en La Balastera»

«Me da rabia porque me hacía especial ilusión vivirlo en el campo. Seguramente pueda ir como aficionado», reconoce Dubi. El ya expreparador físico del Ibiza jugó dos temporadas en el Palencia Cristo, por aquel entonces solo Cristo Atlético, en la 2011-2012 y en la 2012-2013, y conserva gratos recuerdos de sus compañeros en aquel equipo que militaba en la Tercera División.

«Estuve con Gala, Pahito, Melero… Pero no pude continuar por una lesión en la rodilla. Fue una pena porque estaba siendo un buen año, con grandes momentos», recordaba el palentino. Un periodo que también le llevó a jugar en el Venta de Baños. «Estuve alternando entre el Palencia Cristo y el Venta de Baños. Cuando descendió el Cristo, me fui con Francis Olea al Venta de Baños y allí estuvimos una temporada en la que ascendimos y otra en la que descendimos de Tercera», añade.

Hace algo más de cinco años unía su destino al de Javier Baraja, el exfutbolista del Valladolid, que poco tiempo antes estuvo entrenando en las filas del CD Palencia. «Coincidí con Javi Baraja cuando empezó a entrenar en el equipo de cadete de Valladolid, mientras que yo estaba en el División de Honor, fue entonces cuando subieron a Javi al equipo. A él le propusieron que yo fuera su preparador físico y ahí empezamos a trabajar juntos. Un año en División de Honor y después en el filial», recuerda 'Dubi', a quien su padre le inculcó desde bien pequeño su pasión por el fútbol. «Empecé jugando en el mítico San Telmo Santiago y de ahí fui al Valladolid, donde estuve ocho años. Mi padre me metió en vena el fútbol y en Palencia tengo recuerdo de ir de casa al colegio con un balón», asegura.

El partido entre el Palencia Cristo y el UD Ibiza no hubiese sido uno más en la amplia trayectoria de este palentino. «Habría sido muy bonito. Sería una bonita foto familiar con mi padre en La Balastera y por todos los que me quieren en Palencia. No ha podido ser, pero habría sido muy bonito», explica Roberto que, a buen seguro, hubiese coincidido con su padre en La Balastera. «Mi padre vive el fútbol con mucha pasión. Hablé con él y sabe lo que hay. Le hubiera gustado poder vivirlo, aunque fuese conmigo en el equipo rival», confiesa.

Estos días su teléfono no ha parado de recibir felicitaciones por parte de los más despistados y mensajes de ánimo por parte de amigos y familiares. «He tenido muchos mensajes y pocos que conocieran la realidad de que ya no estaba en el club. Aquí hay una exigencia muy alta, quizá demasiado, pero esto es fútbol profesional y sabemos a lo que nos atenemos», afirma el ya expreparador físico del cuadro balear. «Solo tengo buenas palabras para todos los que me han escrito», incide 'Dubi'.

En cuanto al rival, Roberto da unas pequeñas claves para que el Palencia Cristo sepa cómo va a jugar el conjunto balear. «El Ibiza es un equipo competitivo con grandes jugadores como Nolito, Pape o Coque, pero también cuenta con jóvenes con mucho potencial. Se caracteriza por querer conservar el balón y progresar en el juego a nivel ofensivo. A nivel defensivo quieren robar desde el inicio. Son un equipo compacto al que es difícil crear ocasiones», señala. «Aún no me han pedido referencias, además el Palencia Cristo primero se enfrenta al Real Valladolid B este fin de semana y aunque me gustaría, no voy a poder estar», agrega.

«Tengo muy buena relación con los directivos del equipo. Me escribió Pahíto y me llevo muy bien con Adri Herrera, Gatuso o Miguel García, que estuvieron conmigo en el Valladolid y también me escribieron. Creo que además Miguel ganó la porra», afirma Roberto, que sigue al Palencia Cristo cada fin de semana.

«Siempre sigo al equipo cuando puedo, al igual que hago con el Valladolid y ahora con el Ibiza. También me llevo bien con Ricardo Hernández, el entrenador de porteros del equipo», apunta. «Es una pena que hayan tenido tanto empate, creo que merecen más. Van a hacer buen año, además están en buena dinámica. «Conozco a muchos de sus jugadores y van a tirar para arriba», añade Roberto Lorenzo.