Un partido destinado a figurar en la historia de la Gimnástica

Para romper ese determinismo, en esta ocasión no solo se han preparado a conciencia los jugadores, sino que la grada quiere ser importante. Las peñas han organizado una rutina de animación perfectamente pautada que comenzará a las 17:30, media hora antes del inicio del partido. En ese momento quieren que la grada ya empiece con los cánticos para, en el minuto 28, volver a tener un momento de unión enarbolando las bufandas. Y, como colofón, al final del partido, llamamiento a que todo el campo en pie devuelva al equipo al campo pase lo que pase para que tengan por cierto que el apoyo es firme.

Para el equipo, ya en el apartado futbolístico, el inicio del partido va a ser clave. La Unión Deportiva Llanera tiene que sacar al menos dos de los tres partidos que quedan para pensar en una salvación y eso les obliga a tomar la iniciativa, a arriesgar. «Nuestros inicios están siendo muy buenos últimamente y en este caso intentaremos repetir», comentaba un Ramsés cauteloso porque tras haber visto al rival frente al Cristo Atlético, es consciente de que a pesar de la derrota apenas concedieron ocasiones. Hay un dato que dice a las claras las posibilidades de vuelcos en la clasificación que quedan: cuando la Segoviana comenzaba el periplo de nueve partidos con Ramsés, el equipo asturiano estaba dos puntos por encima.

«Estamos viviendo en un momento de tensión y de presión tan alta todos los partidos y todas las semanas, que perder el foco de lo que verdaderamente importa nos llevaría a cometer un error tremendo», advertía el entrenador segoviano a aquellos que quisieran mirar más lejos de la salvación, que es lo que verdaderamente está en juego.

El balón parado es el principal riesgo que se teme, porque el equipo ya sufrió en momentos como la segunda parte en Móstoles. El otro punto que ha trabajado el equipo es el de las transiciones. Con la premisa de que la responsabilidad del juego la tendrá que llevar la Sego, no cabe cometer errores en las transiciones, ni en las salidas de balón, puesto que sus centrocampistas son certeros y sus dos delanteros de mucha potencia. Además, en las filas segovianas se mantiene la duda de Rui, que ha tenido problemas con su rodilla durante la semana que le han obligado a entrenar a diferentes ritmos. La única baja confirmada es la de Adrián Pérez, que mejora pero no termina de tener los ligamentos en condiciones. Ramsés gusta de mantener la convocatoria abierta para no dar pistas al rival.