El Palencia Cristo paga el esfuerzo de la Copa

En el mismo momento que comenzaba el Mundial, a algo más de 7.000 kilómetros, echaba a rodar el balón en La Balastera. El equipo morado probó suerte con un fuerte disparo de Diego desde la frontal nada más comenzar, aunque el balón se iba por encima del larguero. Era el primer aviso de un Palencia Cristo que llegaba al partido con un buen bagaje en Liga tras tres victorias y un empate consecutivos. Un aviso que pretendía ser toda una declaración de intenciones por parte de los palentinos, que querían mantener La Balastera como el fortín inexpugnable de las últimas jornadas, pero los de Ezequiel Loza no se lo iban a poner fácil.

El Rayo Cantabria buscó a través del juego combinativo llevar balones arriba durante el primer cuarto de hora, pero la zaga palentina desbarataba cualquier oportunidad. Los morados, que fueron de menos a más, tuvieron en Ali Radjel al creador del juego. De hecho, el futbolista saharaui centraba un balón peligroso a los 15 minutos, pero este no encontraba rematador. Ambos equipos tuvieron sus llegadas, pero nadie era capaz de romper el marcador inicial. El filial racinguista lo intentaba mediante robos de balón y presión en los tres cuartos, pero ahora eran incapaces de alcanzar la portería palentina.

Poco fútbol en los minutos posteriores ya que el balón apenas se movía del centro del campo. El conjunto palentino trató de filtrar balones, pero sin ninguna definición. De nuevo lo intentaba el Palencia Cristo a falta de cuatro minutos para el descanso, tras un gran disparo desde fuera del área de Adri Herrera, pero el balón se volvía a ir por encima del travesaño mientras el público aplaudía a los suyos sin ser conscientes de lo que estaba por llegar. Y es que tan solo un minuto más tarde, Yeray adelantaba al Rayo Cantabria con un gol de bella factura que pronto celebró junto al resto del equipo. Cien por cien de efectividad para los visitantes que con muy poco veían como eran capaces de hacer verdadero daño a los palentinos. Apenas hubo tiempo para más ya que el colegiado decretaba el descanso y los veintidós jugadores enfilaban el túnel de vestuarios.

El inicio de la segunda mitad deparó controles con llegadas por parte de ambas escuadras. Los cántabros estuvieron cerca de dar un susto a Guille a los seis minutos de la segunda mitad, tras un córner que el meta palentino despejaba con dificultad. Tan solo un minuto después, Ali Radjel probaba suerte desde fuera del área, pero Germán lograba hacerse con el balón fácilmente. Los primeros compases de la segunda parte fueron una ida y venida por parte de ambos equipos. Los palentinos buscaban colgar balones al área rival y los jugadores racinguistas tenían menos problemas en llegar al área morada que los que habían tenido durante la primera parte.

Varios errores en el juego del Rayo Cantabria dieron pie a que los jugadores palentinos buscasen la igualad, pero no eran capaces de definir. Ali Radjel volvía a intentarlo con un disparo tras un saque de esquina que no vio portería puesto que se iba por encima de la misma. El partido alcanzaba los 70 minutos y aunque unos y otros lo intentaban, el marcador continuaba a favor del filial racinguista. Fue entonces cuando llegaron los cambios en ambos equipos para dar un poco más de frescura al juego.

Mingotes probaba suerte para los palentinos en el minuto 78 desde la frontal con un disparo que despejaba fuera el Germán y forzaba un nuevo córner para los palentinos, pero los morados no fueron capaces de aprovechar la jugada a balón parado y la defensa cántabra pronto puso un balón en juego que no tardó en llegar al área del Palencia Cristo, aunque la zaga palentina despejaba el peligro. El partido iba acercándose al final y todo parecía que el equipo de Ezequiel Loza se iba a llevar los tres puntos tras el solitario gol de la primera mitad, pero un encontronazo entre jugadores en el área palentina en una jugada polémica hizo que el colegiado decretase la pena máxima para que el equipo cántabro sentenciara el encuentro. El propio Yeray, autor del primer tanto fue el encargado de transformar desde la línea de los 11 metros y ampliaba así la ventaja para los suyos.

Aún quedaban ocho minutos para el final y el Palencia Cristo buscaba al menos recortar distancias en el marcador. De esta manera, Ale Hernández remataba de cabeza dentro del área, pero Germán atajaba sin problemas. Tampoco tuvo suerte Adri Castro que disparó un tremendo zurdazo antes del final, pero ni siquiera veía portería. El equipo cántabro decidió encerrarse atrás en los minutos finales y no ceder ningún balón hasta que el árbitro decretaba el final del encuentro. El Rayo Cantabria se hizo con los tres puntos de La Balastera en un partido con poco juego y menos llegadas que se llevaba el equipo que mejor acertado estuvo de cara al gol. Los morados pagaron demasiado caro el sueño de la Copa del Rey, que apenas una semana antes había llenado La Balastera de ilusión y esperanza tras un gran partido de los morados. Ahora tocaba volver a centrarse en el campeonato regular y desde ya pensar en el próximo rival, el Marino de Luanco en un encuentro en el que los palentinos deberán desplazarse a tierras asturianas el próximo domingo (17:00 horas) para hacerle frente a un equipo con un punto menos que los morados.