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Elías Fernández. ADG
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Lunes, 3 de abril 2023, 09:07
Duro correctivo el recibido por el Cristo Atlético ante el Rayo Cantabria al caer estrepitosamente por 4-1 en el Nando Yosu tras completar un nefasto segundo tiempo. Una goleada que pudo llegar a ser incluso mayor ante la avalancha de ocasiones disfrutadas por el ... conjunto local en los segundos 45 minutos de juego y que deja al conjunto palentino al borde de los puestos de descenso.
La importante victoria lograda la jornada anterior ante el Laredo, y el empate del sábado entre Langreo y Coruxo, restó cierto aire de dramatismo al desplazamiento del Cristo Atlético a Santander para medirse a un Rayo Cantabria al alza. El filial racinguista llegaba al envite en clara línea ascendente, especialmente en cuanto a juego, con la victoria en Avilés y el empate ante el Arenteiro hace quince días en el Nando Yosu.
Con los cambios obligados con respecto al once que formó la jornada anterior contra el Laredo, de Yago y Conejo, por los lesionados Adri Pérez y Mingotes, dio inicio un encuentro en que los pupilos de Chuchi Jorqués salieron con las ideas claras. La efectiva presión alta, iniciada por Adrián Castro y Ale Hernández, bien secundados por Arroyo, Diego y Conejo, hizo que el conjunto palentino ahogase la salida de balón desde atrás del filial racinguista, para controlar el tempo del partido.
En un primer cuarto de hora de tanteo, el conjunto morado se sentía más cómodo sobre el césped, llegando con más frecuencia al área rival, forzando un par de saques de esquina, pero sin ocasiones claras de gol. Así transcurría el encuentro, hasta que el conjunto rayista, en su primera aproximación a los dominios de Guille, hizo diana. Se cumplía el minuto 18 cuando Guille rechazó a duras penas un lanzamiento de Izan desde la frontal, quedando el balón suelto en área pequeña para que Dani González sólo tuviese que empujarlo de cabeza a la red.
Igualdad de juego
Afortunadamente, la reacción de los pupilos de Chuchi Jorqués no tardó en llegar, ya que solo tres minutos después, Abel remató de cabeza una falta lateral que el portero rayista, en su intento de blocar, terminó por introducir en su portería. El resto del primer tiempo discurrió con la misma igualdad en el juego y la única acción reseñable fue un envío demasiado largo de Conejo sobre Adrián Castro, en una contra que prometía bastante y que terminó diluyéndose.
Tras el paso por vestuarios nadie podía presagiar el tsunami que se le vendría encima al conjunto morado, en el arranque de la segunda mitad. En el minuto 47, un pase filtrado de Dalisson entre los centrales, dejó a Jeremy mano a mano ante Guille, al que batió de tiro cruzado para volver a adelantar al cuadro santanderino en el marcador. Instantes después, fue Neco Celorio el que lo intentó con un lanzamiento lejano que rechazó a duras penas Guille.
En el 54, Dalisson ganó en velocidad a los centrales de la escuadra palentina tras un envío en largo, para plantarse ante Guille y batirle por abajo, poniendo más tierra de por medio en el tanteador. El doble cambio realizado por Chuchi Jorqués, transcurrido el primer cuarto de hora del segundo acto, dando entrada a Mario y Rafa por Cobo y Conejo, respectivamente, tampoco encontró el efecto esperado.
Ocasiones continuas
Las ocasiones del conjunto rayista continuaban llegando en oleadas, ante la desesperación de una zaga y de un portero que no acertaban a achicar las vías de agua. Abel evitó el cuarto al tapar con el cuerpo un lanzamiento desde el interior del área, en el minuto 65.
Un minuto después fue Dalisson, el epicentro del huracán que terminó de engullir al Cristo Atlético, el que probó fortuna con un lanzamiento desde el pico del área que se marchó pegado al poste del marco de Guille. El cuarto era cuestión de tiempo, y terminó cayendo en el minuto 68, tras una nueva contra que culminó Dalisson superando otra vez en el mano a mano a Guille. El portero evitó después males mayores, desviando dos lanzamientos desde la frontal del área de Gete y Mateo, para que la herida no fuese aún más sangrante.
La entrada en los compases finales de Ali Radjel y Adri Herrera, aportaron algo de aire a un equipo palentino superado ante la avalancha que se le vino encima en la segunda mitad y que con la victoria del Ourense, ve más cercano el temido puesto de play-out.
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