El Palencia Cristo arrasa en Gijón

Muy pronto quedó definido el destino de un pulso muy desigual en el que la incapacidad local para mantener la posesión y su endeblez defensiva resultaron determinantes. Ya en el minuto 8, un robo de balón de la medular morada habilitó a Rafa en la esquina del área y este hizo una finta que engañó por completo a su pareja de baile. La zancadilla se tradujo en un penalti que lanzó Raúl Arroyo con la pierna derecha a la escuadra. Un golpeo magistral ante el que nada pudo hacer el guardameta local. Fue el comienzo del camino hacia el calvario para un Ceares al que, durante muchos envites de la presente temporada, el premio de militar en Segunda RFEF les ha resultado un duro castigo.

Sí pudo el portero local lucir su agilidad en un trallazo seco y lejano de Frodo que se colaba cerca del poste derecho. El delantero visitante practicó su puntería merced a las innumerables ocasiones con las que pudo ampliar su cuenta anotadora en este curso liguero. Fue, sin embargo, con un cabezazo como encontró el premio a su oportunismo. Todo comenzó con un centro de esquina practicado en la pizarra en el que Rafa tomó ángulo tras un saque en corto y colocó un centro medido al segundo palo donde el delantero arandino remachó a placer.

Muy cerca de la media hora, se encargó Abel de alisar aún más el camino hacia la goleada con otro centro al área que el central controló con pierna diestra y ajustó con la zurda para firmar una diana más propia de un delantero que de un defensor. Sin quitar mérito al buen trabajo de los jugadores que entrena Rubén Gala, la defensa anfitriona anduvo muy falta de intensidad y de atención durante los 90 minutos, lo que aprovechó de nuevo Frodo para dejar a su equipo con 0-4 en el marcador al descanso.

Por el mismo cauce discurrió el arranque de una segunda mitad en la que Frodo, muy pronto, volvió a marcar después de un pase a la espalda en el que estuvo más veloz el guardameta. Ni siquiera los dos cambios realizados por Pablo Busto en el tiempo de descanso resucitaron a sus efectivos. Volvió a la carga por la derecha el Palencia Cristo con un centro al que Rafa no llegó por centímetros. No necesitó más avisos la formación de Rubén Gala. Se encargó Gallego de lanzar una contra por el perfil izquierdo y servir un envío medido que esta vez sí aprovechó Frodo, como siempre, libre de marca.

Las dos siguientes dianas pusieron de relieve el momento por el que transitan unos y otros. En el caso del 0-6, Edu Gallardo atravesó por una nube de defensores que se deshizo a su paso hasta combinar con su lateral para volver a recibir la pelota sin oposición y cruzar el disparo al palo izquierdo. Casi a renglón seguido, el propio Edu Gallardo robó la pelota sin dificultad y recorrió 20 metros hasta encontrar a Rafa dentro del área. Fue el merecido premio al trabajo y acierto desarrollado por el futbolista vallisoletano. Dos acciones fulgurantes en las que los jugadores vestidos de morado hicieron lo que quisieron ante unos rivales abatidos y desbordados.

A partir del contundente 0-7 en el marcador, el Palencia Cristo decidió dar respiro a un contrario que trató de estirarse e incluso buscó el premio del gol. Ni siquiera con la relajación visitante pudo el cuadro preparado por Pablo Busto plantear peligro más allá de algún centro al área que atrapó el inédito Guille. En definitiva, un choque muy plácido para la expedición visitante, que gracias al resultado logrado pone tierra de por medio con los puestos de descenso y duerme en la cuarta posición de la tabla.