El Yamiq, el central que ha ganado galones en el panorama internacional

Porque si algo garantiza participar en un Mundial es una repercusión que trasciende más allá de cualquier otro campeonato. Ya puedes sobresalir cada fin de semana en el colista de la liga francesa, caso de Ounahi –el famoso '8' que destacó Luis Enrique–, que tu rendimiento pasará inadvertido para el planeta fútbol. Eso sí, un puñado de pinceladas en un Campeonato del Mundo te teletransportan al primer escalafón y al escaparate de los grandes clubes del viejo continente. Dos buenos partidos te encumbran y disparan exponencialmente tu cotización en un mercado, a día de hoy de la inmediatez, que no traza planes a corto plazo.

El caso de Jawad El Yamiq (Jurigba, 1992) no es el de su compatriota Ounahi, pero sí es un ejemplo más de lo desmesurado de este fútbol 2.0.

Hace tan solo dos años recaló en el Zaragoza, rebotado del Genova en calidad de cedido, y las últimas dos semanas le han puesto en el mapa futbolístico gracias a la sorprendente y espectacular respuesta de su selección en Qatar. Después de dos años picando piedra en el Real Valladolid ha sido su irrupción en el Mundial partiendo del banquillo la que le ha catapultado y elevado su nombre a la categoría de central relevante en el panorama internacional. Desde hoy mismo empezará a sonar como refuerzo de no pocos equipos de primer nivel gracias a una actuación que ha multiplicado su influencia en los partidos de cuartos y semifinales. Sobresalió mucho más en línea de 4 ante Portugal, achicando agua como uno de los destacados del ejército de Regragui, y curiosamente se le vio más incómodo en el sistema de tres centrales que impuso el seleccionador frente a Francia.

Algo similar se le intuyó el año en Segunda con la camiseta blanquivioleta, más seguro y fiable con espacios y dubitativo en línea de 5 con balones interiores que afrontar.

Esas costuras le delataron en el primer balón filtrado que buscó la vigente campeona del mundo a su espalda. Corría el minuto 5, aún tomando asiento, cuando la salida al corte en falso de El Yamiq permitió a Griezzman hilvanar la jugada del primer gol.

No se había asentado en el campo y a Marruecos se le venía el plan abajo. Más, si cabe, con la sustitución por lesión del central Saiss –tocado días antes frente a Portugal–.

No se descompuso Marruecos por el gol, tampoco El Yamiq por el error, y el partido le dio una nueva oportunidad a ambos. A la selección africana con varias situaciones de peligro, disparo incluido de Ounahi, que bien pudieron llevar las tablas al marcador; y también a El Yamiq, que tuvo en sus botas el que, sin duda, hubiera sido el gol del Mundial. Una chilena, un recurso impensable en un central de su envergadura, que salvó la defensa hasta acabar en el palo.

Un gol que, amén de escribir otra página en la historia de Marruecos, hubiera disparado aún más su cotización como jugador del Real Valladolid.

Finalmente su paso por el Mundial va a reportar 320.000 euros a las arcas de la entidad blanquivioleta, amén de los 180.000 que se deberá repartir con el Sporting de Portugal por el concurso de Gonzalo Plata.

El Yamiq, que este sábado jugará por el tercer puesto con Croacia, ha entrado ya en la historia,... y en breve sabremos si ha escrito o no su última página como jugador del Real Valladolid.