Pocas conclusiones se deben sacar de un partido de pretemporada disputado un sábado de agosto a las once de la mañana. Ni para bien ni para mal. Los amistosos, partidos en los que los entrenadores prueban y prueban para intentar dar con alguna tecla que les pueda solventar algún problema durante la temporada, son como ese melón que tocas y palpas en la frutería o en el supermercado antes de llevarte a casa. Pueden tener buena pinta pero luego, en el momento de la verdad, no dar la talla. O también puede darse el caso contrario, el de que te lo llevas sin buenas sensaciones y una vez lo abres descubres que es uno de los melones del verano.
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Gimnástica Segoviana
Carmona, Borao, Almendáriz, Jordi, Rubén; Manu, Nogueira, Álex Conde; Arribas, Szymanowski y Nanclares.También jugaron: Lombo, Mario, Adeva, Borrego, Rafa Llorente, Mera, Adrián, Diego Alonso, Velázquez y Ander.
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Zamora
Mapisa, Parra, Dani Espejo, Xisco Campos, Íñigo Piña, Ramos, Jorge, Perrini, Adri Herrera, Kepa y Marcos Baselga. También jugaron:Villanueva, Baqué, Coscia, Jon Rojo, Turi, Garay, Javi Navas, Diego Sutil, Luque, Óscar Martín y Losada.
Goles. 1-0 Szymanowski (min 15), 2-0 Szymanowski (min 35), 3-0 Rafa Llorente (min 46), 3-1 Perrini (min 49) y 5-1 Adeva (min 59)
La Segoviana se marchó ayer de su amistoso frente al Zamora con la sensación de que este verano ha cogido un buen producto. Y los zamoranos, por su parte, se fueron de Segovia con serias dudas de si tendrán que volver a la compra para no pasar hambre durante la temporada. A la espera de que llegue el inicio de Liga y se abra el melón para comprobar su calidad, en la Segoviana las sensaciones son más que positivas. Szymanowski ha llegado enchufado, Nanclares y Llorente apuntan maneras y los defectos, que los hay, tienen pinta de que pueden corregirse en cuanto el equipo tenga un poco más rodaje.
Hasta la fecha, la mejor de las noticias es la llegada de Alexander Szymanowski. El argentino, con experiencia en Primera División, ya ha dejado claro lo que puede ofrecer al equipo azulgrana. Sin la chispa y la punta de velocidad que le permitieron ser un jugador diferencial en Segunda División, el extremo argentino conserva su gran toque de balón y una inteligencia sobre el césperd que le permiten marcar diferencias. Ayer, en apenas 45 minutos, doblegó al Zamora con dos acciones de clase que disiparon las dudas que podía haber con su incorporación. Y es que el exjugador del Leganés parece haber llegado a la Segoviana con ganas de demostrar que su mala experiencia en el Recreativo de Huelva fue solo eso. Una mala campaña. Y Segovia y la Segoviana le ofrecen la posibilidad de volver a ser un jugador importante.
Szymanowski brilló en la primera parte un partido en el que Manu González probó por primera vez con un once que, salvo Almendáriz, ya podría ser el utilizado por el técnico madrileño en cualquier partido de Liga. Con las entendibles dudas de una defensa que es, a día de hoy, la línea que más incertidumbre ofrece, el equipo salió con la intención de jugar a un ritmo alto gracias a una mañana menos cálida de lo previsto.
Álex Conde en la medular dio muestras de querer ser protagonista en la sala de operaciones de la Gimnástica. Con Nogueira como compañero en la mediapunta, el de Talavera se ofreció constantemente como el jugador encargado de romper la primera línea de presión de un Zamora bien colocado pero falto de intensidad en la presión. Con Nanclares como hombre más adelantando tratando de generar problemas a la defensa rival con su juego de espaldas a la portería, el juego azulgrana tendía al costado izquierdo, donde Rubén hizo buenas migas con Szymanowski, bien custodiados por Jordi López en la salida de balón y por Álex Conde en los apoyos del centro del campo.
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En los primeros minutos la Segoviana fue más intención que acierto. Carmona quería sacar siempre el balón jugado desde atrás, lo que a punto estuvo de generar más de un problema a su propia defensa. Pero cuando la intención de los azulgrana encontraba precisión y rapidez, la opción de superar en velocidad a la zaga zamorana se presentaba como una buena posibilidad. Szymanowski lo intentó con dos carreras al espacio en las que su par se mostró más veloz que el argentino. Pero en la tercera el extremo azulgrana sorprendió. Recibió un gran pase en profundidad de Rubén y se plantó solo frente a Mapisa. El control no fue bueno. Se le marchó algo largo y el portero del Zamora se le echó encima. Pero entonces el argentino tiró de calidad, metió la puntera del pie izquierdo por debajo de la pelota y envió el esférico al fondo de la portería con una bonita y preciosa vaselina. 1-0 y primera demostración de calidad del argentino.
Con ventaja en el marcador la Segovia juntó líneas y cedió la iniciativa a un Zamora débil que tan solo generaba cierto peligro cuando la zaga local se complicaba en la salida del balón. Y cuando los gimnásticos parecían estar algo más incómodos al estar lejos del esférico, Szymanowski centró su posición para dar superioridad a su equipo en el centro del campo y algo más de control en el partido. Así nació una jugada que tras un mejorable control de Manu acabó en los pies de Borao, cuyo centro al segundo palo recogió Szymanowski. Éste, con un golpeo de empeine al palo largo, hizo un segundo tanto aún más bello que el primero para tratar de confirmar que no llega a Segovia con la intención de jugar pachangas los fines de semana.
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Con 2-0 empezó una segunda parte en la que la Segoviana quiso confirmar sus buenas sensaciones de la primera. Y no tardó Rafa Llorente en demostrar su desequilibrio y verticalidad con una jugada que acabó en el 3-0 y que invita a pensar en un jugador diferencial. Y aunque el Zamora logró recortar distancias cuatro minutos más tarde tras una pérdida de la Segoviana, estuvo más cerca la posibilidad de una goleada que del empate. De hecho, Adeva hizo el cuarto de la mañana tras una gran jugada de Nanclares –mejor de cara a la puerta rival que como referencia por la banda derecha.
Pudo llegar incluso algún gol más que no habría cambiado las sensaciones del encuentro. Porque es agosto y, aunque el melón tiene buena pinta, hasta septiembre no se comprobará si de verdad ha salido bueno.
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