Marcelino Maté: «Vamos a buscar soluciones para que el tema económico no impida competir a los clubes»

A Marcelino Maté Martínez (Burgos, 1959) no hay quien le tosa, y tal vez por ello prefiera a aquellos que no se callan y le plantean los problemas de cara a los que acatan cualquier decisión que toma. Con 86 de 86 votos favorables en el último proceso electoral, el próximo 1 de diciembre vuelve a tomar posesión para poner en marcha su séptima legislatura, camino de los 29 años que permaneció Antonio Villalón. En julio de 1996 aprobó un presupuesto de 177 millones de pesetas y hoy gestiona 4,5 millones de euros con la difícil misión de reflotar un transatlántico que hace un año por estas fechas ponía en juego mil partidos y que este fin de semana se han quedado en treinta y tres.

–¿Cuántas veces ha escuchado que se le ha pasado el arroz?

– Muchas. No entiendo esa insistencia de la gente porque yo valgo más hoy que cuando empecé. Tengo muchos más conocimientos, más contactos, estoy mas reposado, más experiencia,...

–Su aprendizaje empezó sin embargo en la vicepresidencia.

–Sí, por entonces estaba Mario Morán de presidente y llegó un momento en que no pudo revalidar porque había límite de mandatos y desde ahí me he presentado siete veces y nunca hemos tenido oposición.

–¿Una buena ley o mala aquella de la limitación de mandatos?

–Se demostró que en aquel momento que no era mala porque había presidentes como Mario, creo Carlos (Sainz) en baloncesto, Gerardo en atletismo (García Alaguero) y otras cinco federaciones más que tenían personas muy válidas y se tuvieron que marchar. No es lo mismo la política que la política deportiva. En la política la gente llega mucho más preparada y en nuestro caso eso no ocurre. Tienes que ir buscando a dedo asambleístas porque no hay nadie que se quiera presentar.

–Pronto se dio cuenta de que el sillón presidencial es más estable que el de un concejal o diputado –ocupó los dos cargos–.

–No es comparable, o al menos para mi no era comparable hasta hace dos años. Ahora veo más similitudes que antes... y no me preguntes el por qué.

– «Al ver cómo me lo agradecen es el momento de poner punto final». Es una frase suya pronunciada en octubre de 2006. ¿Alguna vez ha estado tan cerca de dejarlo?

–Fue con el expediente del Atlético Zamora. Un momento delicado porque el Tribunal del Deporte de entonces creo que no fue justo. De hecho el siguiente echó por tierra aquel expediente. Hubo un enfrentamiento personal y no fueron honestos.

–¿Fue el único momento de duda?

–Ése y el de la marcha de Villar. Son los dos momentos en que más se ha parecido este cargo al del mundo de la política.

–Y sin embargo usted ha 'enterrado' a Villar y va camino de 'enterrar' a Rubiales...

–Bueno, Antonio Villalón permaneció en este cargo 29 años.

–¿Hay algo en común entre el Marcelino de 1996 y el de 2020?

–Recuerdo, no los principios de presidente sino cuando llegué a la federación. No fueron años fáciles, veníamos de una transición de la Federación Oeste a ésta con un enfrentamiento muy marcado entre las provincias y Valladolid. Y la labor que hizo Mario Morán para unirnos es lo que más me ha marcado hasta hoy.

–Su séptima legislatura viene acompañada de un reto y un atractivo. El reto evidentemente pasa por levantar la federación en un escenario postpandemia.

–Salir bien va a ser complicado, sobre todo sin que nuestros clubes lo sufran y sin perder practicantes. La situación económica nos lo va a poner difícil en materia de instalaciones, financiación,...

–¿Se van a quedar proyectos en el aire?

–Gracias a dios, la federación no está en una mala situación económica a pesar de haber perdido prácticamente todos los ingresos desde el mes de marzo. Como buenos castellanos somos de los de guardar y teníamos buen remanente, y luego hemos dotado a las federaciones de un buen patrimonio para pedir créditos bancarios si fuera necesario. Más me preocupan los clubes.

–¿Qué se puede hacer por ellos?

–Hemos intentado devolverles todo lo que se ha podido de los pagos de la temporada anterior, en ésta se ha cobrado solo una parte y luego habrá que intentar hacer otras operaciones para que el tema económico no les impida participar en las competiciones.

–¿El problema suscitado en la Regional Aficionados es más económico que sanitario?

–Creo que los clubes tienen un problema económico importante porque los patrocinadores les han bajado la aportación, a los socios no les pueden cobrar, y tampoco pueden recaudar cuotas de categorías inferiores.

–El caramelo es el centenario de la federación en 2023.

–Es lo más bonito. Intentar hacer cosas para recordar estos cien años de fútbol y reconocer la labor de mucha gente en nuestra comunidad.

–¿Existe un riesgo real de que haya un desarraigo en la base y se vayan a otros deportes?

–Hasta ahora hemos ido ganando participantes cada año a pesar de que hay menos niños. El hecho de que el fútbol esté todo el día en la televisión hace que los niños quieran ser futbolistas. No creo que el niño del fútbol se vaya cambiar al tenis. Sí puede haber niños que compaginen el fútbol con otra disciplina y cuando acabe esto vuelvan al fútbol.

–Más delicada es la situación en el estamento arbitral. ¿Se corre el riesgo de que no haya suficientes colegiados el día de mañana?

–Ha habido momentos de bajón y antes de la pandemia estábamos en una buena situación. Creo que no vamos a perder.

–¿Puede influir que no haya una figura de referencia o un espejo en la elite tras la retirada de José Luis González?

–No. Date cuenta que ese espejo está muy lejano. José Luis vive en el Bierzo y al árbitro de Soria le pilla lejos. En el arbitraje no hay seguidores. Se inician por dos razones: o por dinero o porque es muy malo jugando y quiere seguir en el fútbol porque le gusta mucho. Por eso digo que por la situación económica que nos va a quedar no vamos a tener problemas en ese sentido. Nosotos seguimos teniendo muchas esperanzas en que Oliver (De la Fuente) dé el salto a Primera División.

–¿Puede el comité permitirse el lujo de prescindir de la experiencia de los árbitros de elite que se retiran?

–No se prescinde de ninguno. En esta casa han colaborado todos los árbitros que se han ido retirando de Primera y de Segunda División. Todo el que quiere colaborar tiene abiertas las puertas de esta casa, y mñas en este estamento en el que la experiencia es fundamental en la formación de los árbitros. Otra cosa es que esas personas busquen otras salidas o llegue el momento en que no quieren estar porque están cansados.

–¿Está caduco el comité de árbitros? ¿Está de acuerdo en que es necesaria una renovación en su equipo de trabajo?

–(Silencio pronunciado) En la junta directiva va a haber cambios como los ha habido en cada legislatura. Se van a incorporar personas nuevas y no van a seguir otras por razones de edad o por otras ocupaciones. Va a entrar, por ejemplo, David Espinar.

–¿Le volveremos a ver en una directiva de la Federación Española a la derecha de Rubiales?

–Ni a la derecha ni a la izquierda. Seguiré colaborando con la Federación Española como no puede ser de otra manera, pero otra cosa es asumir el nivel de responsabilidades que tenía con el presidente Villar.

–¿Han mejorado las relaciones?

–Nunca han sido malas. Con la primera persona que se reunió Rubiales en la Federación Española fue conmigo cuando era presidente del sindicato. Hay ganas de volver a una normalidad, pero no puede ser. Mi concepto de fútbol es totalmente distinto al de Luis. No digo que el mío sea mejor, pero no tiene sentido trabajar juntos en el día a día. Si no voy a estar a gusto, no puedo estar.

–Pero es consciente de que en deporte cuando uno se posiciona con el candidato perdedor, suele haber repercusiones.

–Es evidente que no es la relación que había con Villar pero es una relación correcta. Voy a colaborar en lo que me pida pero no para tener una gran responsabilidad.