La Ponfe cae atrapado en la tela de araña tejida por el Real Zaragoza

El Real Zaragoza logró llevarse los tres puntos en liza en El Toralín de la mano de un brillante Giuliano Simeone autor de los dos tantos maños que hicieron insuficiente el gol de Kelechi Nwakali para la Ponferradina. El juego coral, el orden táctico impuesto por Juan Carlos Carcedo y la falta de ideas del equipo berciano dieron como resultado el primer triunfo del Zaragoza en sus siete visitas al feudo de una Ponferradina que encadena tres derrotas de forma consecutiva tras las cosechadas ante Eibar y Sporting.

El equipo aragonés abrió el marcador en los compases iniciales al convertir en gol su primera acometida sobre la portería de Amir. Corría el minuto 11 de partido y con un pase a la espalda de los centrales le bastó al conjunto maño para desarbolar la defensa local; el balón lo controló Giuliano Simeone que le puso la pausa necesaria a la acción para batir de tiro raso cruzado al guardameta de la Ponferradina.

El gol en contra dejó noqueado al equipo local y el Zaragoza recuperaba desde la intensidad atrás y salía con velocidad para que Bermejo, Vada y especialmente Simeone inquietasen a la defensa local donde Pascanu y Diéguez pasaban apuros. A un tímido intento de la Ponferradina por medio de Derik le siguió una nueva opción para el Zaragoza en el ecuador de la primera mitad en la que de nuevo Simeone ganó la porfía con Pascanu para ceder atrás en el pase de la muerte para que el remate de Vada lo sacaran entre Paris y Amir cuando el segundo gol parecía inevitable. El argentino lo intentaría nuevamente en un disparo de falta directa con el cuero en el semicírculo del área grande pero a su golpeo le sobraron apenas unos centímetros para ampliar la ventaja visitante.

Los locales, con Heri y Hugo Vallejo en el once inicial por primera vez desde su llegada en la última semana del mercado de fichajes, no eran capaces de hilvanar ese juego combinativo que quiere instaurar José Gomes y las imprecisiones eran las protagonistas del juego blanquiazul. Entendió Kelechi Nwakali que en el juego fluido no era la tarde la Ponferradina y en el minuto 44 de la primera mitad soltó un latigazo desde 35 metros que se alojó en la escuadra de Cristian Álvarez para equilibrar la contienda con el 1-1 sin que por méritos los bercianos hubieran optado a él.

El inicio de la segunda mitad llegó con la entrada de de Dani Ojeda por Heri en las filas de la Ponferradina y con el segundo gol del Real Zaragoza para que la justicia del juego se reflejase en el electrónico. El córner desde la banda derecha le cayó en el segundo palo al pequeño de la saga Simeone que con pierna derecha y desde área pequeña puso de nuevo por delante a los aragoneses.

El hispano-argentino fue un tormento durante toda la tarde para la zaga local y tuvo en sus botas cerrar el partido con el tercer tanto al igual que Mollejo al que por una vez le ganaron la partida los centrales locales para evitar su remate en boca de gol. A la Ponferradina le costaba encontrar vías de llegada a las inmediaciones de la portería maña y cuando las encontró Dani Ojeda no acertó con la portería de Cristian. Pese a ir por delante en el marcador el mayor peligro tenía acento aragonés y a quince minutos del final y de nuevo a balón parado primero Jair y a renglón seguido Puche en la continuación de la jugada perdonaron el 1-3 al toparse con Amir y con el poste respectivamente.

No supo o no pudo cerrar el partido con el tercer tanto el conjunto de Juan Carlos Carcedo pero sí le puso la morfina necesaria con los cambios y las interrupciones en el juego como para que la Ponferradina no encontrase la continuidad necesaria para generar ocasiones que la llevasen a intuir el gol para empatar el partido y los tres puntos viajaron de forma merecida a Zaragoza.

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