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DAMIÁN MARTÍN / WORD
Lunes, 25 de abril 2016, 13:00
Antes de empezar el partido todo el mundo tenía claro que el empate no le valía a ninguno de los contendientes para acercarse a sus objetivos y así fue (1-1). Al Guijuelo no sumar tres, además de dejarle un sabor agridulce, le hace alejarse de los puestos de la Copa, esperemos que momentáneamente, mientras que al Logroñés el empate le deja más metido en la cuarta plaza de play-off una vez que todos los que van por encima sumaron tres esta jornada. Por cierto, algo muy similar a lo que le ha sucedido al Guijuelo con sus rivales directos, ya que Cultural y Burgos hicieron sus deberes ganando sus partidos, mientras que tanto los guijuelenses como los pontevedreses han visto recortadas sus posibilidades de acceder a una plaza de Copa del Rey al haber empatado sus encuentros, el Pontevedra lejos de su feudo. Bien es verdad que, en el partido de ayer en el Municipal, el que mereció más fue el Guijuelo, pero ya se sabe que los equipos de Pouso y especialmente este Logroñés casi sin hacer nada te hacen mucho daño y así fue. Si en la primera mitad el partido se fue pintando del verde del Guijuelo con el paso de los minutos, en la segunda sólo hubo un color hasta el gol de Pino, pero el Guijuelo falló y no en la acción del gol visitante, que también, sino en el control del partido. Tras el gol de los locales el encuentro se descontroló y en una acción puntual el Logroñés empató, pero incluso pudo irse con más renta gracias al correcalles en el que se convirtió el partido en su fase final.
En el comienzo del encuentro los locales vieron, como esperaban, que el Logroñés fue a presionarles muy arriba para forzar su error si se empeñaban en sacar el balón jugado, como había hecho en otros partidos. Pero los de Rubén de la Barrera no cayeron en su propia trampa y salvaron los diez primeros minutos en los que los de Pouso apretaron muy arriba. A partir de ahí, los guijuelenses comenzaron a dar la sensación de ir tomando las riendas, gracias especialmente a la labor de contención de Rey y Palazuelos, sobre todo de este último. Y tras el arreón inicial , los locales comenzaron a llegar a puerta con cierto peligro utilizando, a veces en exceso, la banda derecha. En el minuto 10 tras una larga y embarullada jugada a punto está de llegar primero Pino al remate y Jonxa después, pero el portero riojano, Miguel, salió para quedarse con la pelota. El Guijuelo mantenía a raya al rival y le dominaba en campo contrario, así llegó la mejor jugada de la primera parte, una acción llevada por Piojo por la derecha, que centra a Luque, este deja en la frontal el balón a Ayub, que remata a las manos de Miguel.
El Logroñés no inquietaba y sólo llegó desde fuera del área, en el 20 con un disparo de Títi flojo y en el 23 con otro de Borja que no encontró portería. Lo mismo que le sucedió en el 27 a Palazuelos en un disparo lejano que se marchó por poco. Desde el minuto 30 los equipos acusaron el esfuerzo y el juego se ralentizó. De aquí al final lo único destacable fue un envío de Jonathan Martín a la cruceta en un saque de falta directo, cuando parecía que iba a entrar Miguel metió la manopla para desviar lo justo y el balón se estrelló en el palo, provocando la incredulidad de todos aquellos que habían cantado gol. De este modo concluyó una parte en la que el Guijuelo llegaba pero sin encontrar el gol, mientras que el Logroñés lo único que hacía era volcar balones y poco más.
En la segunda parte el encuentro siguió el mismo guión que en la primera, con el Guijuelo asomando las uñas, pero sin hacer daño. Así en el 54 Jonxa vuelve a disparar, en esta ocasión flojo, cruzado y fuera. En el 58 Piojo se interna por la derecha y su centro ni lo toca Jonxa en primer palo, ni Miguel el portero en su intento de despeje, ni Pino en el segundo palo y se va por línea de fondo. El Guijuelo seguía dominado y buscando su gol, que llegó en una contra bien llevada por Luque, que gana metros, cede a Jonxa que dispara mal, su golpeo se va al segundo palo donde lo lucha Aspas con todo, ante la salida de Miguel, el disparo del guijuelense se va casi como un despeje al centro del área donde Pino la empuja para marcar un gol que en ese momento parecía definitivo, porque el Guijuelo no concedía casi nada al rival, dominaba y llevaba el control de todo lo que sucedía en el campo.
Pero desde el gol, el Logroñés se vino arriba, volvió a protagonizar un arreón que le duró poco más de cinco minutos y cuando parecía que el Guijuelo le había vuelto a frenar llegó la acción del gol. Hasta ese momento el Logroñés no había hecho nada en ataque, salvo volcar balones al área de Kike, que había solventado sin problemas.
Paga su primer error
Pero en el minuto 73 el Logroñés bota una falta en el círculo central hacia la izquierda y de primera la pone en la frontal donde llega solo Milla para colocar el balón por encima de Kike en su salida. Primer error de concentración del Guijuelo en todo el partido y el Logroñés sin hacer casi nada colocó el empate en el marcador. Los locales veían como habían remado mucho durante muchos minutos y no había servido para nada. Pero desde el gol visitante y hasta el final pudo ganar cualquiera, porque el partido se descontroló. El Guijuelo perdió las riendas, el encuentro se desbocó y pudo pasar cualquier cosa. Las contras se sucedían y pudieron dar los puntos a cualquiera de los dos, especialmente tras la entrada de Iker Alegre en el Logroñés y Raúl Ruiz en el Guijuelo, por cierto único jugador del conjunto local que entró en el terreno de juego a pesar de que muchos estaban fundidos por el esfuerzo y el equipo necesitaba por un lado volver a hacerse con las riendas y por otro frescura en las salidas.
Al final reparto de puntos que no beneficia a nadie y que dejó un sabor amargo en los locales.
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