El Guijuelo, a cerrar la permanencia

A pesar de la trayectoria dubitativa del Guijuelo durante gran parte de esta temporada el objetivo con el que partía, a principios de temporada, puede quedar ratificado el próximo partido, el del domingo que le enfrenta al Compostela en el Municipal. De esa forma restarían otras nueve jornadas o bien para meterse en la pomada de los premios, algo que a día de hoy no depende en exclusiva del Guijuelo por deméritos propios acumulados o bien para pasear por la travesía del desierto de aquellos que ya nada tienen que perder, pero que tampoco pueden optar a nada. Pero si será uno u otro camino a transitar sólo se podrá saber con el paso de las jornadas y una vez conocidos los resultados que en ellas se den.

Para conseguir la confirmación oficiosa del cumplimiento del objetivo los de Rubén de la Barrera tendrán una primera piedra de toque hoy en el Municipal (17 horas), donde deberán cambiar la imagen, la disposición, las propuestas y sobre todo el resultado de las últimas citas en casa. El Guijuelo en el Municipal ha ido ofreciendo desastre tras desastre y desde el pasado 13 de diciembre. Es decir, desde hace casi tres meses el equipo no ofrece una imagen adecuada, que se ajuste a unos mínimos exigibles a cualquiera que se quiera mostrar ante su afición como un conjunto de garantías.

Desde el 13 de diciembre, desde la victoria del Guijuelo ante la Peña Sport, el conjunto guijuelense ha caído estrepitosamente ante Sporting B, Valladolid B y Tudelano, perdió ante el Pontevedra en uno de esos días de empate a cero en los que lo climatológico no ayuda, de esos en los que no debería de ganar ninguno, pero que lo hace cualquiera, que fue precisamente lo que sucedió ante el Burgos, que en estos casi tres meses es el único partido que ha ganado el Guijuelo en casa, un partido que se llevó sin tirar a puerta, el gol llegó de un rebote ante una presión personal y puntual de Jonxa.

En definitiva, este domingo además de tres puntos, el Guijuelo debería darlo todo para recuperar su imagen perdida, para reconquistar a su afición, que ya no sabe qué hacer para reengancharse, que no encuentra ni un resquicio, en el terreno de juego, para venirse arriba, precisamente porque al equipo le pasa exactamente lo mismo.

Por unos motivos o por otros todo lo bien que lo hace fuera, todas las ganas que les hacen sumar lejos de Municipal, todos los bemoles que les ponen a los partidos que no son en su feudo se transforman en miedos, fantasmas, acritudes, enfados e irritaciones. Algo que por otra parte es entendible, porque las soluciones a los partidos de casa no llegan y es normal que a ningún miembro del conjunto guijuelense le guste ser protagonista de las catástrofes deportivas que se han visto últimamente en el Municipal.

Ante ese tipo de ruinas deportivas sería mucho más preocupante que a todo el mundo le diera igual, porque de ese modo no se podrían esperar respuestas. Las soluciones solo pueden pasar por el reconocimiento de los déficits y por el trabajo, el esfuerzo y el compromiso de todos en pos de revertir la situación que, desde el 13 de diciembre, con o sin victorias, se da en este equipo, que lógicamente debe de ser muy frustrante para todos.

Cambio radical

Por lo dicho, los de Rubén de la Barrera deben de volver a encontrar su identidad y de no ser así seguir experimentando posibles soluciones, hasta volver a dar con el botón adecuado. Lo que no puede pasar, como ha venido sucediendo, es que si deja de funcionar el plan A, se pasa al B, que en casa no sirvió nunca y a partir de ahí se espera a ver si el tiempo o la ciencia infusa voltea la situación. Visto desde fuera, últimamente, lo único que se ha demostrado, para aquel que lo quiere ver, es resignación de algunos, cruce de reproches y enojos gratuitos de otros ante una realidad palpable.

Pero, en todo caso, hay que tener muy presente que hay tiempo para cambiar para bien la situación actual, con el trabajo y el compromiso de todos, que tendrá que demostrar hoy en un partido en el que el Guijuelo no podrá contar con Palazuelos, Raúl Ruiz y Milla por lesión, ni con Aitor Aspas por acumulación de tarjetas.