Raúl Ruiz se dispone a controlar el balón ante un rival del Racing de Santander.
Grupo i segunda división b

El Guijuelo, fuera del play-off por méritos propios

El equipo salmantino sale de los puestos de la fase de ascenso a Segunda on su tercera derrota seguida en el último minuto ante el Racing de Santander

DAMIÁN MARTÍN / WORD

Lunes, 16 de noviembre 2015, 12:37

Podría dar la sensación de que el Guijuelo perdió el partido de ayer, 1-2 ante el Racing de Santander, en el último minuto, pero lo cierto es que ya lo había regalado con anterioridad, aunque la falta de acierto de los cántabros y la buena actuación de Kike Royo habían impedido que las concesiones se hubieran asentado en el marcador. El Guijuelo generó dos o tres ocasiones para los suyos, pero desgraciadamente cinco o seis para el Santander. Los guijuelenses no perdieron por lo que el Racing generó, sino por méritos propios o dicho de otra manera, por errores de bulto que en estas categorías no se pueden permitir nadie que busque ganar, sea cual sea el rival que tenga en frente, más si es uno de los grandes.

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Los de Rubén de la Barrera volvieron a perder, pero también es verdad, que de una forma bien distinta a las dos ocasiones anteriores. Ante el Racing de Ferrol no mereció perder, los gallegos aprovecharon el único error y se limitaron a defender ante un Guijuelo incisivo, pero romo. Ante el Coruxo, mejor no decir nada, porque fue todo malo, un desastre. Y ante el Racing de Santander los guijuelenses regalaron tanto que, sólo con aprovechar algunos de los errores, los cántabros pudieron tener una renta suficiente, de tres o cuatro a su favor. Pero para más ensañamiento, después de mucho remar, el barco acabó hundiéndose frente a la orilla, en los últimos estertores del encuentro, gracias a otro error en cadena que provocó que el Guijuelo tirara por la borda el trabajo, un punto, que no es mucho, pero cuando o no sabes o no puedes ganar, por lo menos no debes perder, pero ni eso fue capaz de cumplir el equipo local en el día de ayer.

El partido comenzó con la participación de los equipos prebenjamines A y C y alevines A y B que acompañaron a los protagonistas del encuentro en su salida. Poco después la grada aplaudió al piloto guijuelense Lorenzo Santolino que fue homenajeado después de que la pasada semana se proclamara campeón de España de Enduro 1. El piloto hizo el saque de honor del partido e intercambió su camiseta con la del Guijuelo. Acto seguido se guardó un minuto de silencio por las víctimas del atentado de París y así se llegó al comienzo del encuentro, que se presentó como estaba previsto, es decir, con el Guijuelo dominando, controlando, proponiendo y con el Racing ordenado, defendiendo y esperando el error para dar el zarpazo. Ante esta disposición y salvo acciones puntuales, los minutos se iban apoderando del partido, dejando paso al tedio y al aburrimiento.

El Guijuelo no encontraba su bisagra, su enganche, esa acción que te permite superar la primera línea de presión para dar un paso hacia delante, haciendo tuya esa zona de respiro, ese limbo que invita a conocer el camino hacia el cielo, esa zona de paso, ese dormidero de las aves migrantes, en esa zona no aparecía nadie, ni Carlos Ramos, cuando estuvo, porque se retiró lesionado en el minuto 27, ni Luque que le sustituyó, ni Piojo, ni Néstor, ni Nacho.

Constantemente la salida del Guijuelo se cerraba en el centro del campo y ni la progresión, ni la profundidad existían. Sólo consiguió romper esa dinámica en una ocasión entre el minuto 10 y el 12 haciendo que el Racing defendiera no en el centro del campo, sino delante de su área, momento en el que acabó llegando un disparo de Néstor, desde la frontal, que se marchó arriba por poco. Un oasis en un gran desierto, en el que el gigante cántabro no se sabía si iba o venía. Pero que, como aletargado, seguía esperando su momento o mejor dicho el error de los locales. Así, en el minuto 21, después de un movimiento calcado, en el segundo córner consecutivo, Granero remató tímidamente arriba y en el minuto 44, tras un despiste y un posible fuera de juego, Dioni se quedó con un balón en la frontal y tras un recorte obliga a Kike Royo, el mejor de los guijuelenses, a desviar a córner. En estas tres jugadas se podría resumir una floja, por ambas partes, primera mitad, en la que los de Rubén de la Barrera buscaban su juego, pero no lo encontraban.

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Pero la entrada en la segunda mitad demostró que la cosa, para el Guijuelo, se iba a poner peor. Después de cinco minutos de reubicación, comenzaron a llegar los regalos, las concesiones, en forma de errores de bulto. Tras varias indecisiones de la defensa local, los cántabros comenzaron no sólo a tener balón, sino a meterles en su área y a dar una sensación de peligro hasta ahora inédita, provocada por las pifias locales, que no por los aciertos visitantes. Así, en el minuto 52 un centro lejano sobre la frontal, sin aparente peligro, no lo despeja mal Ramiro y el rechace le cae a Dioni que sólo, dentro del área, dispara al cuerpo de Kike Royo. Poco después, en el minuto 55, Coulibaly pegado a la línea lateral, en la zona de tres cuartos, ve como nadie le encima, le dan tiempo a todo y cuando lanzan la presión, tarde, el del Racing se quita la pelota de encima hacia delante, con la buena suerte que llega el balón a Dioni, que encara a Kike batiéndole y convirtiendo un nuevo error en el primero de los visitantes.

El gol hace daño

El gol hace daño a los locales, que no se acaban de reponer y siguen regalando acciones al rival, la más clara un nuevo mano a mano a la espalda de la defensa en el que Coulibaly no acierta, en el 61. El hastío local sólo lo rompió en acciones puntales Raúl Ruiz desde la derecha y en una acción en la que Nacho toca con la cabeza, Raúl se interna en el área y es derribado, penalti que transforma Jonathan en el empate, que permitía pensar que darle la vuelta al marcador era posible, pero para ello los errores deberían desaparecer y no lo hicieron, las bisagras deberían de dejarse ver y no lo hicieron. El Guijuelo en ataque llegó otra vez en acción individual de Raúl Ruiz en la que Santiago le roba el balón y en un remate flojo de Luque a pase de Rey. Pero en los visitantes, las ocasiones seguían sumándose, provocadas por la falta de concentración o por los desajustes defensivos, desde el minuto 80 el Racing volvió a perdonar otro par de veces, pero en el minuto 89 acertó, con el partido empatado, el Guijuelo se premió el lujo de mirar a Cerro como progresaba por la izquierda, ganaba la línea de fondo, daba el balón a la frontal, para que Peña después de controlar cómodamente y dispara a placer para colocar el segundo en su casillero. Un lujo que le salió caro. El Guijuelo se quedó mirando, el Racing ahora sí acertó y los tres puntos volaron del Municipal.

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