El Guijuelo gana para ser segundo en la tabla

A todos nos gusta ganar los partidos a base de juego combinativo, llevando el balón controlado desde la defensa hasta el ataque, pasando por todos los jugadores de campo, al primer toque y rematando al rival cada vez que se llega al área rival. Pero la realidad, salvo excepciones, se empeña en demostrar que eso está muy bien, pero que hay muchos partidos, sobre todo en la Segunda División B, que si tu apuesta no te sale, sólo puedes ganarlos a partir del esfuerzo del grupo, del trabajo solidario, del compromiso común y en la tarde de ayer vimos dos partes con dos propuestas bien distintas, que finalmente le dieron el triunfo a uno de los contendientes, que como suele ser habitual, fue el que acertó con la portería contraria, el Guijuelo. Los salmantinos con esta victoria se encaraman a la segunda plaza de la clasificación, en detrimento de la UD Logroñés, que perdió su partido, claro que también lo hicieron los rivales más cercanos que venían por detrás y de los de play-off. También sumó el líder, el Racing de Ferrol, al empatar ante la Cultural y Deportiva Leonesa, lo que refrenda, una vez más, la igualdad del grupo y la dificultad que tiene sumar semana tras semana, como viene haciendo, consecutivamente, el Guijuelo desde hace cuatro.

El partido de ayer se presentó con la lluvia como invitada y con un terreno de juego que a pesar del drenaje, acumulaba agua en algunas zonas. Un aspecto que invitaba a pensar que ese no era el día de sacar el balón jugado desde atrás y que quizá no era el día para ver un encuentro de mucho toque, sino más bien de desplazamientos largos.

Pero a pesar de esas impresiones el encuentro comenzó eléctrico, con un Lealtad presionando muy arriba y con un Guijuelo, que en la primera acción trató de sacar el balón controlado desde portería. Perdió la posesión y entendió que la opción no iba a ser esa. Aunque por momentos trató de bajar la pelota y llevarla al área contraria siempre lo procuró desde campo contrario, sin complicaciones en defensa.

De su parte, el Lealtad quería jugar lejos de su área y para ello adelantó mucho la defensa y la línea de presión para atascar el juego del Guijuelo en el centro del campo. Pero la apuesta inicial le salió bien al Guijuelo, puesto que en el minuto 3 apareció, una vez más el mejor de los locales, Néstor Gordillo poniendo un balón profundo para Luque que, escorado a la izquierda, se la juega con un disparo al primer palo que se queda en dos tiempos Porrón y dos minutos después vuelve a asomarse Néstor en la frontal para con una vaselina habilitar a Nacho Rodríguez, el delantero la pincha, piensa que hacer y bate por bajo a Porrón en la salida. Minuto 5 de partido y un encuentro que se presumía duro, de esos de abrir la lata, que resultaba que ya estaba abierta.

Tras el gol el Lealtad trataba de salir, pero no era capaz y los minutos seguían pasando y seguía manteniéndose el dominio local, puntualmente con jugadas de mérito de los de Rubén de la Barrera, que levantaron los aplausos cerrados del público. Con un Guijuelo brillante y con un Lealtad insistente llegó otra ocasión clara para los guijuelenses, en el minuto 24, tras una recuperación de Luque, éste entrega a Nacho Rodríguez que al entrar en el área se lía con el balón y el rechace lo cruza el propio Luque fuera. Los visitantes no llegaron al área de Kiko Royo hasta el minuto 29, aunque dos minutos antes Álex había visto una amarilla por dejarse caer en una acción individual, en el 29, Beda se acerca al área y dispara para que se estrene Royo, buen disparo y buena intervención que acabó en córner.

En la recta final de la primera parte, el Guijuelo empezó a ver que no podía y comenzó a dejarse llevar ante un Lealtad voluntarioso que lo intentaba, pero sólo hizo peligro en un saque de falta que remató Aguilar, que se marchó por poco a la derecha de la meta de Kike Royo. La primera mitad concluyó con la sensación de haber visto un partido abierto, con intentonas de unos y de otros, con un Guijuelo por momentos brillante y con un reparto de golpes del que salieron mejor parados los locales.

Pero si alguien se esperaba una segunda parte similar, más con la desaparición de la lluvia, desde el primer momento se dio cuenta de que estaba muy equivocado. En la segunda parte no se jugó nada de nada. El Guijuelo salió a buscar el segundo tanto, pero la presión asfixiante y la intensidad que le metió al juego el conjunto asturiano le dejaron claro que el partido iba a ir por otros derroteros, es decir, más de concentración y orden defensivo, concediendo sólo aquello que permitiera a los locales mantener el resultado o ampliarlo.

Sin peligro real

El Guijuelo entendió el partido y dejó hacer al Lealtad que se diluía colgando balones al área. El corazón y las ganas de los visitantes quizá ofrecieron la sensación engañosa de que en cualquier ocasión podía llegar el empate, pero peligro real sólo lo tuvo cuando ganó la línea de fondo, en un par de ocasiones con la aparición de Lobato por la izquierda que no tuvieron remate, en una falta lateral, que sacó Espina y que remató Llano cruzado fuera por poco y en su único córner que remató Omar al larguero, cuando ya tenía cubierto el sitio Royo, sin casi haberse tenido que mover.

Lo demás fueron barullos, llegadas sin claridad, remates poco efectivos y algún que otro piscinazo en el área guijuelense, en los que el que tenía que caer no cayó, el colegiado. En varios de ellos se veía venir que era el delantero era el que buscaba el contacto y en algún otro era más la ansiedad la que provocaba que el delantero acabara con los huesos por el suelo.

Con el partido atascado y con el bajón físico de los visitantes, llegaron las ocasiones de los locales para sentenciar, pero les pasó como a los asturianos que en lo poco que tuvieron no acertaron. Las ocasiones más claras fueron para el protagonista único, Néstor, que en el 62 y en el 89 disparó desde la frontal, fuera y que en el 74 lanzó fuerte, también desde la frontal, obligando a Porrón a hacer una gran intervención para enviar el balón a córner.

Al final el miedo a perder lo ya logrado, provocó que se jugara cada vez menos, si es que en algún momento se jugó algo. De la Barrera reforzó la zaga y cerró un partido que a pesar de las sensaciones de algunos estuvo donde el Guijuelo quiso que estuviera, para hacer bueno el tempranero gol, que a la postre le dio los tres puntos.