Vinicius ejemplifica la involución en el Real Madrid

La ausencia de minutos, en beneficio de esa guardia pretoriana con la que Zidane está dispuesto a llegar hasta el final, han convertido al brasileño en un jugador totalmente intrascendente, que más allá de los problemas tácticos y de definición que le han lastrado en su etapa en Chamartín, ya ni siquiera desborda y regatea.

Ante el Levante el carioca entró por Eden Hazard, desapercibido en una tarde gris, cuando aún restaba media hora de juego por delante y el marcador era de empate a uno. Bien es verdad que la inferioridad numérica del Madrid desde los primeros minutos por la expulsión de Militao, otro jugador que no parece ni la sombra del prometedor central que llegó del Oporto en 2019, tampoco ayudaba, pero resulta significativo que la primera acción de Vinicius fuese cometer un penalti sobre Clerc.

El madridista cometió un error fruto de la inseguridad, pues no midió bien a la hora de ejercer la presión sobre el granota y provocó un penalti tan innecesario como discutido por la polémica sobre si la falta era dentro o fuera del área. Courtois salió al rescate deteniendo el lanzamiento desde los once metros de Roger Martí pero lo más preocupante fue lo intrascendente de Vinicius en el resto de partido.

No debe resultar fácil ofrecer rendimiento cuando se ha jugado un solo partido como titular en lo que va de 2021, el de la debacle copera frente al Alcoyano, en la que el brasileño fue además uno de los señalados por tremendo varapalo. Y es que la total preferencia de Zidane por las vacas sagradas desde que sus pesos pesados resolvieran una situación comprometida en la Champions después de la derrota ante el Shakhtar en Kiev deja en una situación muy delicada a algunos de los jóvenes valores de la plantilla que ya deberían haber asumido ciertos galones según los planes del club en materia de apuesta decidida por el fichaje de talentos emergentes.

Los Ramos, Benzema, Modric o Kroos siguen tirando del carro mientras los Vinicius, Valverde, Rodrygo, Odriozola o Militao apenas entran en juego y cuando lo hacen parecen meras sombras de los futbolistas que apuntaban a ser. Queda por reflexionar sobre si esta situación se debe a un exceso de expectativas o por el contrario se explica por la falta de oportunidades a las que Zidane somete a este grupo de jugadores, pero lo cierto es que en el fútbol actual, y más en una temporada tan comprimida y exigente físicamente como la actual, parece muy complicado llegar a buen puerto con un bloque de apenas una decena de pesos pesados enchufados y con la otra mitad de la plantilla languideciendo a la espera de minutos.