El Girona ahonda en la crisis del Valencia

El conjunto valenciano afronta este encuentro tras haber firmado una triste remontada en la Copa del Rey ante el Ebro, que durante muchos minutos fue por delante en el marcador pese a militar Segunda B y jugar con diez.

Pero la victoria dejó un punto de esperanza, pues los dos goles fueron obra de Santi Mina, que reaparecía tras varias semanas lesionando.

El gran problema del equipo de Marcelino García Toral desde que arrancó la temporada es la falta de puntería por lo que la presencia del gallego, con mucha más confianza que los otros delanteros, puede servir para salir de la sequía.

Pero no será la única novedad del Valencia pues también ha regresado a la convocaría el portugués Gonçalo Guedes, que no juega desde que se lesionó en el partido de Liga ante el Barcelona.

Más allá de la falta de acierto el problema valencianista es que genera pocas oportunidades así que la profundidad y la capacidad de regate del luso deberían ayudarle en este aspecto.

También habrá novedades, en este caso forzadas, en la 'sala de máquinas' del equipo pues será baja Dani Parejo. En principio Carlos Soler podría dejar la banda y ocupar su sitio aunque el asturiano maneja otras opciones también.

Tras poner fin a una racha de cinco jornadas sin ganar con la victoria contra el Rayo Vallecano del sábado pasado (2-1), el Girona de Eusebio Sacristán, uno de los tres únicos de la Liga que todavía no conoce la derrota como visitante, afronta un nuevo reto en Valencia.

Lo hará acuciado por la plaga de lesiones que ha asolado el vestuario rojiblanco en las últimas semanas y ante un rival al que no pudo ganar la temporada pasada, en su debut en Primera: (2-1 en Mestalla y 0-1 en Montilivi).

Para este encuentro, Eusebio no podrá contar con los lesionados Stuani, máximo goleador de la competición, Portu, Juanpe, Aday Benítez, Mojica y tampoco con Douglas Luiz, que pasó a engordar la enfermería gerundense al sufrir este miércoles una dolencia en los isquiotibiales en el encuentro de Copa del Rey ante el Alavés (2-2). Además, el 'Choco' Lozano también ser perderá el partido por sanción.

La acumulación de bajas ha obligado a Eusebio a recurrir a hasta seis futbolistas del filial: Valery Fernández, Yhoan Andzouana y Èric Montes, que debutaron con el primer equipo en Mendizorroza, el camerunés Kévin Soni y Pedro Porro, que se encuentra a tan solo dos encuentros de alcanzar los diez que estipula su contrato para pasar a ser jugador del primer equipo a todos los efectos.

En la convocatoria, la principal novedad es la presencia de Àlex Granell, que regresa a la lista tras superar las dolencias en el cuádriceps que le han impedido participar en los últimos tres partidos.

Además, como enfatizaba el técnico del Girona en la rueda de prensa previa al duelo contra el Alavés, la plaga de lesiones también supondrá una oportunidad para futbolistas que hasta el momento no han disfrutado de tantos minutos, como Carles Planas, Patrick Roberts o Seydou Doumbia.

- Alineaciones probables:

Valencia: Neto, Garay, Paulista, Gayà; Wass, Coquelin, Soler, Guedes; Rodrigo y Mina.

Girona: Bono; Pedro Porro, Jonás Ramalho, Pedro Alcalá, Bernardo Espinosa, Carles Planas; Pere Pons, Aleix García o Àlex Granell, Borja García; Patrick Roberts y Seydou Doumbia.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité castellano-manchego)

Estadio: Mestalla.

Hora: 18:30 h.

TV: beIN LaLiga

Un sólido Girona, con una excelente actuación de su guardameta Bono, sumó los tres puntos en Mestalla ante un Valencia que truncó de la peor manera posible su dinámica de empates, en un partido en el que hizo merecimientos para no perder. El equipo visitante supo maniatar a su rival, que no encuentra el rumbo en esta temporada y que a pesar de disfrutar de varias ocasiones de gol, no fue capaz de marcar ante un Girona que sigue sin volver a casa tras un desplazamiento con una derrota.

El partido dio comienzo con una fase de dominio del Girona, que poco se diluyó porque el Valencia empezó a tener más el balón y a poder hilvanar algunas jugadas al contragolpe. Pese a ello, ninguno de los dos equipos se adueñó con claridad del centro del campo, pues ambos trataban de sorprender al rival con acciones a la contra o balones en profundidad, sin que el control de juego se decantara con claridad a favor de unos u otros.

A medida que avanzaba el partido, el Valencia se animó y fue capaz de imponer su ritmo aunque enfrente tenía un rival con las ideas claras, que no dejaba huecos y que solo vio como Bono se veía a obligado a intervenir en una ocasión clara tras un disparo de Coquelin. La jugada clave del primer periodo se produjo en el minuto 34 cuando una decisión del VAR no dio por válido un remate de Kondogbia que entró en la meta de Bono tras rebotar en un defensor del equipo catalán. El centro previo al remate, tras una penetración por la banda de José Luis Gayà, se produjo después de que el balón hubiera rebasado la línea de fondo. Pese a la celebración local, el 0-0 continuó, pero el partido cambió, ya que el Valencia, espoleado por lo ocurrido, ofreció diez minutos finales del primer tiempo de una gran intensidad y con dos magníficas ocasiones para marcar.

En la primera de ellas, Bono neutralizó con una gran parada un buen cabezazo de Rodrigo y en la segunda, tras otra buena parada del meta forastero, Santi Mina mandó el balón al larguero. El descanso llegó cuando más falta le hacía al Girona.

El segundo tiempo empezó con el 0-1. Tras un error de Kondogbia, el ataque visitante acabó con un gran parada de Neto, pero el rechace fue enviado a gol por Pere Pons. Tras el tanto del Girona, el dominio territorial del Valencia fue intenso, lo que obligó al equipo de Eusebio Sacristán a replegarse ante un rival que buscaba la igualada, un resultado que a priori no le servía, pero en función del marcador podía ser un mal menor.

Con casi toda la segunda mitad por delante, el escenario era el de un Valencia presionante, que jugaba en campo contrario y el de un Girona que no encontraba la forma de sacudirse el dominio del adversario. La entrada de Alcalá por Doumbia reforzó la retaguardia del conjunto visitante, mientras que la insistencia del Valencia no daba de sí lo suficiente como para empatar el encuentro.

Cuando el encuentro entró en el último cuarto de hora, el Girona había superado la media hora de dominio absoluto del Valencia y empezó a jugar más suelto. Al final, el esfuerzo local no encontró recompensa, pero sí el del Girona, un equipo que tuvo claro el partido que debía hacer y que encontró premio.