El Betis mira a Europa y frena al Villarreal, que jugó con diez una hora

Los de Quique Setién vuelven a comparecer ante su afición después del decepcionante partido de Vigo (3-2) y de la goleada recibida en casa ante el Barcelona (0-5) y lo hacen ante un equipo consolidado en la zona noble de la tabla tras su victoria ante la Real Sociedad (4-2), y con la obligación de recobrar la senda de los puntos.

Para ello, el técnico santanderino contará con la única baja segura de su capitán Joaquín Sánchez, sancionado con un partido por acumulación de amonestaciones; y podrá disponer por vez primera del refuerzo de los béticos en el mercado invernal, el central internacional Marc Bartra, aunque según Setién aun está justo físicamente para jugar y no sabe si lo pondrá de inicio.

La solvencia atrás es la asignatura pendiente de un conjunto que lleva encajados 44 goles y, para afianzarla, Setién deberá armonizar su innegociable juego de toque con afinar conceptos de marcaje y de cobertura durante los noventa minutos para evitar errores de concentración que les han costado demasiados tantos en contra.

Por ello, además de la posesión, los de Heliópolis habrán de cuidar detalles como el juego con los pies del portero, Antonio Adán, muy 'señalado' este año por esta faceta que le exige el sistema de Setién, además de otros como la atención en el balón parado y los centros laterales, y la atención en las marcas durante los 90 minutos, sin lagunas ante un rival de enjundia.

La ausencia de Joaquín podría dar entrada en la alineación al centrocampista argelino Ryad Boudebouz, mientras que Bartra podría tener sus primeros minutos como verdiblanco si el desarrollo del partido lo permite o lo aconseja; y el resto del once podría ser muy similar al puesto en escena en los últimos partidos por Setién.

Clave en la construcción es la figura consolidada, ascendente y recién renovada del centrocampista Fabián Ruiz, básico en la posesión y recuperación, y que será pieza segura en el centro del campo bético junto al mexicano Andrés Guardado y el mediocentro defensivo Javi García.

El Villarreal llega al partido con la idea de seguir en su buena línea de juego y resultados y mantenerse en la pelea por una de las plazas de Liga de Campeones, tras seis partidos sin perder en los que ha sumado dieciséis de los dieciocho puntos disputados.

A ello se suma el buen momento como visitante del equipo de Calleja, que viene de ganar en campos como Balaídos, Mestalla y el Santiago Bernabéu, por lo que su objetivo es hacerlo también en el Benito Villamarín. El equipo de Javier Calleja llega al encuentro con las bajas habituales de Bruno Soriano, Andrés Fernández, Ruben Semedo, Adrián Marín y Nicola Sansone, mientras que la buena noticia es la recuperación del defensa Álvaro González, que regresa al equipo tras dos semanas fuera por problemas musculares.

En la lista de convocados destaca la presencia una semana más del delantero Roger Martínez, y sobre todo la del centrocampista Javi Fuego, que es la gran novedad del mercado de fichajes, mientras que el que no está en esa lista es el saudí, Salem Al Dawsari, y queda el centrocampista Roberto Soriano. Con ello el posible once sería el formado por Sergio Asenjo en la portería, con una defensa con Mario Gaspar, Bonera o Álvaro González, Víctor Ruiz y Jaume Costa.

Para la medular cuenta Calleja con Rodrigo Hernández como pivote y con Trigueros y Castillejo en las bandas, a los que acompañará en la media punta Pablo Fornals, mientras que Carlos Bacca y Enes Ünal, que parece coger forma como la pareja fija en el ataque.

El Real Betis ganó 2-1 al Villarreal en un partido disputado y que resolvió con un doblete del debutante Loren Morón, un joven marbellí de 24 años recién subido al primer equipo, con lo que se acerca a la zona europea y frena a un conjunto castellonense que jugó una hora con diez por la expulsión de Bonera.

Tras una primera mitad sin claridad ni muchas ocasiones, los béticos se fueron con ventaja al descanso con un gol de Loren en el tiempo añadido, tras lo que el canterano amplió su renta a los 20 minutos de la segunda parte y luego el Villarreal, que llevaba seis partidos sin perder, logró el 2-1 con un penalti transformado por el colombiano Bacca a diez del final e hizo sufrir bastante al Betis.

Se medían dos equipos que ansiaban ganar para seguir punzantes arriba: el Betis, para tratar de encaramarse a los puestos europeos después de dos derrotas seguidas, y el Villarreal, en racha tras cinco victorias y un empate en Liga, para intentar meterse en plazas de 'Champions', a un punto del Real Madrid y a tres del Valencia.

Sin el sancionado Joaquín, el equipo de Quique Setién, uno de los más goleados con 44 tantos encajados, reforzó su retaguardia con una zaga de tres: el argelino Mandi, el marroquí Feddal y Marc Bartra, que se estreno como bético tras ser fichado del Dortmund; Jordi Amat como medio defensivo escoltando al mexicano Guardado y Fabián, y en punta otro debutante, el canterano Loren Morón, y Rubén Castro.

Mientras, el conjunto amarillo llegó al Villamarín dispuesto a seguir su senda triunfal a domicilio, tras ganar en campos como Balaídos, Mestalla y el Bernabéu, pero comenzó muy flojo y conservador ante un Betis que tampoco halló el camino para generar claras opciones de gol en un encuentro muy cerrado y físico.

La igualdad presidió un choque sin ritmo ni chispa. El Betis, con su creador, el recién renovado Fabián Ruiz, desaparecido, se perdía con centros inocuos al área rival, casi siempre desde la izquierda, y el Villarreal parecía esperar su oportunidad, sin imponerse nunca a un cuadro local atento y concentrado, pero sin profundidad.

El bagaje ofensivo del conjunto de Javi Calleja, muy apagado en la creación y también en el ataque, se redujo a un tiro lejano de Samu Castillejo que dio en un defensor y se fue a córner superado el primer cuarto de hora, y a un disparo desde la frontal del área de Manu Trigueros, flojo y desviado, a 6 minutos del descanso.

Los verdiblancos lo intentaban tratando de meterle más intensidad a su juego, pero sin claridad ni verticalidad, además de adolecer de malicia en la faceta ofensiva, limitada a una falta botada por el danés Riza Durmisi que atajó sin apuros Sergio Asenjo, justo después de que el italiano Daniele Bonera dejara con diez al Villarreal al ser expulsado a los 31 minutos por una entrada sobre Rubén Castro.

A partir de ahí, los béticos tampoco crearon mucho peligro, salvo un balón suelto que remató Loren, muy activo, y despejó un zaguero en el 45, pero en el segundo minuto del tiempo añadido el canterano hizo realidad el sueño de todo debutante en Primera al marcar el 1-0. Todo un golazo de un fortísimo derechazo desde fuera del área.

En la reanudación, y después de que Calleja recompusiera a su equipo al entrar el central Álvaro González, que reaparecía tras una lesión, por el delantero turco Enes Ünal, el Betis salió fuerte y pudo ampliar su renta en una acción escorada de Loren, muy incisivo, que salvó Asenjo y una falta de Guardado que se fue fuera por poco.

Pero el Villarreal superó el ímpetu bético y, aun con diez, comenzó a tomar el control con Rodri, Trigueros y Fornals en el medio y los rápidos movimientos de Castillejo y el colombiano Carlos Bacca, que, a pase de Rodri, estuvo en un tris de empatar al filo de la hora de juego con un tiro al poste derecho de la meta de Adán.

Ahí perdieron su gran oportunidad los villarrealenses, en los que entró el ruso Cheryshev por Trigueros y luego el debutante Javi Fuego por Castillejo, pero el Betis, con más ganas que juego, no le dio opción al lograr su segundo gol y el 2-0 Loren, que desvió con la cabeza un centrochut de Fabián a los 20 minutos de este periodo.

El Betis tuvo que rehacer su zaga al entrar Camarasa por Feddal, lesionado, y Javi García por un cansado Bartra, además de Sergio León por Rubén Castro. Se relajó mucho y no impuso su superioridad ante un Villarreal que avisó con remates de Bacca y Álvaro.

Los castellonenses empujaron al final, recortaron distancias en el 80 con un gol de penalti de Bacca, tras una acción de Javi García sobre Cheryshev, se fueron a por el empate e hicieron sufrir a un desdibujado equipo verdiblanco que, con todo, amarró la victoria.