Victoria, ley del mínimo esfuerzo y a pensar en el Arsenal

Con Saúl, Griezmann y Oblak descansando después del desgaste sufrido en el Emirates el pasado jueves, será Diego Costa el encargado de tirar del carro en Vitoria, y lo hará después de no contar con minutos en Londres, por lo que el choque frente a los babazorros se muestra como una auténtica prueba de fuego para el delantero hispano-brasileño, quien de realizar un buen partido podría ganarse un sitio en el once en la vuelta de la semifinal europea la próxima semana en el Wanda Metropolitano.

Además de la titularidad de Costa destaca la presencia de Axel Werner, que debutará con el Atlético en Liga después de que Oblak se cayese de la lista por problemas en el gemelo. El resto del once lo completarán el resto de convocados de la primera plantilla, con la única duda de quién acompañará a Diego Costa en el ataque, donde Torres y Gameiro se disputan un puesto en la delantera. Hay que recordar que Simeone tiene únicamente disponibles a trece jugadores de la primera plantilla, ya que Filipe Luis, Giménez y Juanfran también son baja para el partido.

Pero, a pesar de tener la mente en Europa, el de Mendizorroza se presume como un encuentro importante si los rojiblancos pretenden mantener su colchón de puntos con respecto al tercer clasificado. De ganar, estarían más cerca de cerrar el subcampeonato, y lo que es más importante, conseguir terminar la temporada por encima del Real Madrid, algo que no logran desde que se alzaron con su último campeonato liguero en 2014.

El Alavés, por su parte, afronta el partido sin ningún objetivo, después de haber conseguido la salvación hace varias jornadas. El conjunto de Abelardo únicamente se juega el honor de conseguir ser el mejor equipo vasco de la temporada, algo a lo que se acercarían si consiguen vencer a los colchoneros en su feudo. No será tarea sencilla, ya que los vitorianos tienen la enfermería llena y no podrán contar con hombres importantes como Rubén Duarte o Hernán Pérez, pero se aferran a su dupla goleadora, la formada por Guidetti y Munir, para conseguir los tres puntos frente al Atlético.

Un gol de penalti, tres puntos y a pensar en el jueves. Este es el perfecto resumen de la victoria del Atlético de Madrid frente al Alavés en Mendizorroza, donde un tanto de Kevin Gameiro desde los once metros desatascó un partido muy gris del equipo colchonero, que desde el minuto uno pensaba únicamente en la vuelta de semifinales de Europa League frente al Arsenal.

Con Diego Costa y Fernando Torres como pareja ofensiva titular, el conjunto rojiblanco vivió un partido que bien podría sumarse a la lista de victorias clásicas de la 'época Simeone': victoria por la mínima y sin encajar goles. Con Griezmann, Oblak y Saúl descansando, fueron Thomas y Vitolo los encargados de desatascar un partido en el que el Alavés, a pesar de no jugarse nada, salió a pelear los tres puntos.

Los errores defensivos marcaron el devenir de un choque que se peleó en el centro del campo, donde Wakaso quiso ser protagonista. El centrocampista ghanés, tras una falta, tuvo sus más y sus menos con un Diego Costa que estuvo lastrado un día más por el buen hacer de la defensa contraria y por las malas pasadas que le sigue jugando su carácter. Parece difícil que el delantero hispano-brasileño pueda jugar de inicio frente al Arsenal.

Con los porteros como meros espectadores en la primera parte, lo más destacable fue un disparo del propio Costa, que detuvo bien Sivera y que derivó en otra tangana donde el ariete colchonero, cómo no, tuvo mucho que ver. El hispano-brasileño recriminó al árbitro una falta donde le rompieron la camiseta y más tarde se encaró con Sobrino tras una dura entrada. Finalmente, tarjeta amarilla para ambos y nueva pérdida de papeles para Costa.

Dentro del marco de igualdad en el centro del campo y la ausencia de ocasiones claras, lo más destacable del encuentro fue el doble debut en las porterías, con sensaciones muy distintas, donde Axel Werner quiso demostrar a Simeone que puede ser un suplente de garantías, y con un Antonio Sivera que terminó llorando después de tener que retirarse lesionado tras chocar contra el palo en un gran tiro de Vitolo. Mala suerte para el portero alavesista, que recordará toda su vida el día de su estreno en Primera.

Tras el disparo de Vitolo, sin duda el mejor en Mendizorroza, el Alavés trató de reaccionar, y un duro disparo de Guidetti obligó a Werner a estirarse para evitar el gol. Mero espejismo de los de Abelardo, que vieron cómo Wakaso se volvió en contra de su equipo en siete infaustos minutos, tiempo que necesitó para provocar dos penaltis. El primero atropellando a Vitolo y el segundo, después de rechazar con la mano un centro lateral. Pacheco, que sustituyó a Sivera, detuvo el primer lanzamiento a Fernando Torres, pero no pudo con Gameiro, que con un disparo al centro anotó el único gol del partido.

Después del gol, el partido murió lentamente hasta que Fernández Borbalán, después de expulsar a Correa por doble amarilla, dictase la sentencia en un choque que afianza al Atlético de Madrid en la segunda posición liguera y que permite a los rojiblancos centrarse en el trascendental choque de vuelta de semifinales de la Europa League.