Secciones
Servicios
Destacamos
Nunca ha puntuado el Athletic en sus cuatro visitas ligueras al Wanda Metropolitano y jamás ha ganado como visitante a Diego Simeone, pero el Atlético no anda nada fino en los inicios de este curso en su feudo. Derrotó al Elche pidiendo la hora, empató ... ante el Villarreal gracias a un regalo inimaginable de Rulli y Mendi en la última jugada del partido, y el miércoles firmó tablas, y gracias, en un choque europeo de pico y pala frente al Oporto. Al Cholo, sin embargo, no le va nada bien con Marcelino García Toral enfrente, con cinco triunfos del técnico argentino, cuatro empates y tres victorias del preparador asturiano.
Reto para el Athletic y también para Antoine Griezmann, muy flojo de titular ante el Espanyol, algo mejor saliendo desde el banquillo frente al Oporto y recibido con una pitada enorme por sus otrora incondicionales en ese choque del miércoles. Se le espera en el once al francés frente al adversario con el que se descubrió todo su potencial en el Atlético en diciembre de 2014, con un 'hat trick' en el 1-4 de San Mamés.
Le avalan sus goles y cinco asistencias en los diez duelos frente a los vizcaínos con los colchoneros y el deseo de silenciar a sus acusadores. «Esperamos que él se ponga mejor y pueda responder a la gente que lo está criticando. Tiene un desafío por delante en consecuencia de lo que ha ocurrido en el pasado», expresó el miércoles su entrenador.
Exige Simeone más velocidad a su equipo, que sin estar bien suma tres victorias y un empate en el torneo de la regularidad y en su estadio solo ha perdido dos de los últimos 50 partidos jugados. Hay dudas sobre el dibujo del Atético, que creció con tres centrales en el pasado ejercicio, pero evoluciona hacia un 4-4-2 o un 4-5-1 para poder encontrarle el mejor acomodo a Griezmann, que se perfila como titular. Se prevén rotaciones, ya que además Thomas Lemar sufre una lesión muscular, Koke terminó algo tocado su partido ante los lusos y el estado físico de Luis Suárez es laentable. Además de Griezmann, Correa, Trippier e incluso Lodi, opositan a titulares.
Llega el Athletic crecido tras dos victorias seguidas que alimentan sus esperanzas de poder conseguir esa clasificación europea que se le resiste en las últmas campañas. Marcelino ha levantado el ánimo de una plantilla que se marchó de vacacines bajo mínimos en los aspectos físico y mental tras perder sendas finales de la Copa del Rey contra la Real Sociedad y el Barça. Dos derrotas que hicieron olvidar la euforia desatada al conquistar tres meses antes la Supercopa ante el Real Madrid y el Barça.
Las mejores noticias para los bilbaínos son la evolución de Iñaki Williams, que lleva dos goles en esta Liga para acallar a quienes le reprochan su falta de pegada, y el buen desempeño del joven central Daniel Vivian, titular tras volver de su cesión al Mirandés por la lesión de Yeray Álvarez y el mal momento del internacional Unai Núñez. Sobresalen también los buenos inicios de Iñigo Martínez, convocado en la última ventana de selecciones por Luis Enrique, e Iker Muniain, segundo jugador con más pases de gol en esta Liga (3), solo superado por las cuatro asistencias de Karim Benzema.
Tercer empate consecutivo en su feudo de un Atlético atascado, cansado por la resaca europea y frenado por un notable Athletic que puntuó por primera vez en el Metropolitano y desperdició una oportunidad única para ganar. Tremenda batalla táctica cerrada con unas tablas que hacen algo más felices a los vizcaínos, pese a la ocasión final enviada al limbo por Villalibre, y conducen a los colchoneros al diván. Poca fluidez, laberinto táctico, muchos delanteros, pero pocos disparos del ejército de Simeone más allá de un tiro de Llorente al poste.
La impotencia local la expuso como nadie Joao Félix, expulsado poco después de entrar por dos amarillas consecutivas que no tienen justificación. Recibió una falta, soltó un brazo y al ver la amarilla le hizo a Gil Manzano, árbitro maldito para el campeón, el gesto de estar loco. A falta de desequilibrar con su juego, el 'menino' ejerció de niñato. Dejó en inferioridad a su equipo en el momento clave, cuando intentaba asediar a los leones y tuvo que retroceder.
Se piropearon tanto Simeone y Marcelino en la previa de este clásico rojiblanco que el duelo de estrategas estaba cantado. Y suele ocurrir que cuando un campo de fútbol se convierte en un tablero de ajedrez, los entrenadores se gustan pero los aficionados se aburren. Mientras el técnico del Athletic repitió equipo, un once que pudo descansar y trabajar durante la semana al no competir en Europa, el Cholo movió el árbol. Seis cambios nada menos respecto al once inicial que ya se estrelló ante una roca como el Oporto el miércoles. Mantuvo el sistema con tres centrales y lo más novedoso fue ver a Correa y Griezmann como pareja de delanteros y a Luis Suárez rumiando su suplencia en el banquillo.
Atlético
Oblak, Trippier (Cunha, min. 77), Savic, Giménez, Hermoso, Lodi (Carrasco, min. 55), Llorente, Kondogbia (Herrera, min. 55), De Paul, Correa (Joao Félix, min. 60) y Griezmann (Luis Suárez, min. 55).
0
-
0
Athletic
Unai Simón, Lekue, Vivian, Iñigo, Balenziaga, Berenguer, Dani García (Zárraga, min. 87), Vencedor (Vesga, min. 80), Muniain (Morcillo, min. 80), Raúl García (Nico Williams, min. 63) y Iñaki Williams (Villalibre, min. 64).
Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño): Expulsó por doble amarilla a Joao Félix (min. 78). Amonestó también a Dani García, Kondogbia, Savic, Nico Williams y Giménez.
Incidencias: Partido de la 5ª jornada de Liga disputado en el Wanda Metropolitano ante 40.000 espectadores.
Reclamó más rapidez el técnico argentino tras el empate ante los lusos y pensó que con dos puntas mentirosos podría verse a un Atlético más dinámico y versátil, pero por ahora al campeón le faltan piernas, frescura y más calidad en el centro del campo, esta vez sin los lesionados Koke y Lemar. Y los bilbaínos saben muy bien a lo que juegan y compiten bien. Por algo habían ganado sus dos encuentros recientes y se presentaron en el Wanda como el equipo menos goleador de la Liga, igualado con el Sevilla.
Más allá de las disputas, poco ocurrió en un primer acto más físico que técnico. Muy poco peligro entre dos rivales a los que no les gusta nada descubrirse. El Atlético no encontró apenas juego por dentro e insistió en tratar de superar la presión de los vizcaínos con rápidos cambios de orientación. Se hizo demasiado previsible porque ya todo el mundo sabe del peligro de la sociedad entre Trippier y Llorente. Algunos detalles de Correa y un par de llegadas mal definidas por Griezmann, de nuevo intrascendente. Enfrente, el Athletic lo intentó a base de acciones de estrategia muy bien trabajada, del buen manejo de Muniain y de balones largos para que corriera al espacio Williams o los aguantase Raúl García. Ninguna maravilla, pero sí lo suficiente para que se jugase a lo que quería.
No se arrugaron ni el vasco ni el navarro ante los tres centrales. 'Rulo' fue ovacionado en su regreso a una casa que adora y en la que permaneció nueve años, pero en el campo no hace prisioneros. Es una preocupación permanente. Por arriba, por abajo, en las disputas, en ese otro fútbol que tanto alaban los entrenadores. Solo en el primer tiempo, le sacó una amarilla a Kondogbia y se las tuvo tiesas con Savic. Por algo es ya el sexto jugador con más partidos en la historia de la Liga, igualado con Manolo Sanchís.
Se reanudó más rumboso el partido tras el descanso. Pudo marcar Correa, que remató desviado en plancha un centro de Lodi, y desperdició Williams la primera gran ocasión tarde. Recibió de Raúl García, se fue muy fácil de Giménez pero erró en el mano a mano ante Oblak. Triple cambio enseguida del Cholo, que buscó más mordiente con Carrasco y Suárez, y recurrió a Herrera para suplir al lesionado Kondogbia.
Se acentuó el dominio del Atlético, pronto con Joao Félix también sobre el terreno. Con el Atlético más volcado, Marcelino dio rienda suelta a Nico Williams y Villalibre. Fuera Iñaki y Raúl, agotados. Continuaba la partida de ajedrez, pero el tablero estaba más volcado hacia el área bilbaína. Entró Cunha justo antes de la tontería de Joao. Hasta el final, mucha bronca y ese regalo que desaprovechó Villalibre. Ambos contendientes siguen invictos, pero sus sensaciones son diferentes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.