Griezmann sostiene al Atlético

Gran espectáculo y empate final que no contentó a nadie en La Rosaleda. En duelos así, tan abiertos, disputados, vibrantes y con ocasiones en las dos áreas, un punto resulta miserable para los contendientes. El Atlético mantiene la tercera plaza y se agarra a Griezmann, que tras su doblete ya suma 18 goles en esta Liga, pero sufrió un desgaste enorme pensando en lo que se le avecina el martes ante el Real Madrid. Y el Málaga es capaz de perder en Eibar pero de poner en jaque a los grandes porque tiene calidad, osadía y velocidad para ello.

A pesar del tremendo choque continental que se le avecina ante el eterno rival, el Atlético salió sin reservas. Entre los disponibles, sólo se quedó fuera Godín porque salía de lesión. Ya avisó Simeone en la víspera que estaba prohibido pensar en otra cosa y añadió que en Málaga, y la semana que viene en Riazor, se decidirán muchas de las opciones de los colchoneros.

Ciertamente, salieron con ambición a un estadido donde, precisamente, se estrenó el Cholo como técnico del Atlético con un empate a nada, muy celebrado por un equipo que entonces flirteaba con el descenso y acababa de ser eliminado por el Albacete en Copa. A partir de ahí, nada menos que cinco títulos en tres años.

Si la puesta en escena de los visitantes no se tradujo antes en gol fue porque Fernando Torres está tan activo como fallón. Primero, se dejó robar la cartera por Rosales cuando estaba solo, casi para empujarla. Reclamó tímidamente penalti, pero el toque fue mínimo. Y luego, voleó fatal un centro medido de Juanfran. Con razón dice su técnico que el equipo precisa mucho más de él.

El 0-1 llegó en una jugada absurda. El exmalaguista Jesús Gámez lanzó un saque de banda larguísimo, como si no le conocieran esa virtud en la capital de la Costa del Sol, Kameni midió mal y le brindó en bandeja el gol a Griezmann, al que hasta entonces no se le había visto.

Alternativas

Hasta el descanso, empero, el Atlético menguó por su incapacidad para defenderse con la posesión de balón, y el Málaga creció. Los de Gracia le acosaron, dispusieron de varias opciones a balón parado y se hicieron acreedores el empate en una jugada muy tonta. Recio sacó muy cerrado un córner y, en medio de la confusión y de agarrones de unos y otros, entre Torres y Oblak sellaron el autogol.

Desenfreno tras la reanudación. Desgobierno en el centro del campo pero choque precioso. El Atlético se fue a por todas en ataque y permitió contragolpear al Málaga, que disfruta de jugadores rapidísimos como Juanmi y Amrabat. Kameni se resarció con creces de su error en el 0-1 y salvó dos goles cantados de Koke y de Torres.

'El Niño' estaba en todas pero no acertaba y terminó cambiado por Saúl. Un centrocampista más para recuperar el control en el centro del campo. Pero enseguida llegó un grave error defensivo, una asistencia torera de Amrabat y el sutil toque picado de Samu. Aportó mucho en los minutos de que dispuso el mexicano Jiménez, que asistió a Griezmann en el empate. Pareció fuera de juego pero el 'Líbero' de Digital Plus demostró que no lo era. Si no hubo más goles fue porque Kameni y Oblak se lucieron.