Secciones
Servicios
Destacamos
Rafael lamelas
Granada
Jueves, 29 de octubre 2020
Tras su histórica primera victoria en Europa, el Granada defiende este jueves su liderato de grupo en la segunda competición continental ante el Paok de Salónica, «un grande de Grecia», según lo calificó el técnico del equipo nazarí, Diego Martínez. Después de dar el golpe ... en Eindhoven frente al PSV (1-2), el Granada se estrenará en su estadio en una competición europea con el objetivo de consolidarse en la primera plaza y dar otro paso hacia los dieciseisavos de final, con el Omonia de Nicosia también en este grupo en el que el conjunto andaluz ya se ha convertido en serio aspirante o ocupar uno de los dos puestos que dan acceso a las eliminatorias directas.
Aunque el Granada tendrá varias bajas importantes para recibir al Paok, entre ellas la de Roberto Soldado tras dar positivo por coronavirus, atraviesa una magnífica racha que debería confirmarse contra un rival que en su primer encuentro en la Liga Europa solo pudo empatar en casa ante el equipo chipriota (1-1) y parte como víctima en Los Cármenes. Sin embargo, dada la experiencia del Paok y su carácter competitivo, el entrenador del Granada augura un partido «tremendamente difícil». El cansancio también puede ser un hándicap para el Granada, mientras que el Paok descansó el pasado fin de semana en la liga griega para tener más tiempo para preparar el encuentro en campo nazarí, desgraciadamente para los aficionados locales, a puerta cerrada.
Lo más preocupante sin embargo para el Granada son las ocho ausencias con las que afrontará la segunda jornada de la Europa League, y no solo la de un puntal como Soldado, sino sobre todo las que afectan a la defensa. En todo caso, en el ataque Diego Martínez podrá disponer de Machís y Jorge Molina o Luis Suárez, al igual que en el medio campo de Luis Milla, que no jugó en el partido de la victoria en Getafe. Fue el octavo triunfo del equipo andaluz en los diez encuentros oficiales que ha jugado esta temporada, y uno de los tres conseguidos la pasada semana, mientras el Paok ha empatado sus dos últimos partidos y, tras acariciar la clasificación para la Liga de Campeones, ahora pasa por un momento de dudas.
Las rachas se acaban algún día y el Granada se quedó sin mecha por primera vez en lo que se lleva de temporada. Sin gol, sí agregó su sexta portería a cero y eso le permitió recabar un punto que le permite seguir liderando el grupo E de la Europa League con cuatro unidades. Puertas improvisó como lateral y nadie encontró la manera de soliviantar a un PAOK bien organizado atrás y con centellas arriba.
No es fácil traficar por semejante calendario sin instantes para el reposo y con una enfermería a rebosar. El Granada, pese a las alteraciones provocadas por algunas ausencias, se mantiene siempre fiel a sí mismo. Solidario, aplicado y ambicioso, aunque a veces la pelota es caprichosa y no aparece donde debe. En noches poco inspiradas en ataque, conviene no cometer errores, porque como poco se suma si la madriguera se protege como debe. Así fue en el estreno de Los Cármenes en la segunda competición continental, con fanfarria pero sin su gente, en esa cruel paradoja que ocasiona el coronavirus.
Diego Martínez troleó a todos los medios de comunicación en el último entrenamiento del equipo. Permitió que se contemplaran los 15 primeros minutos, con 'futvoley' como preámbulo, y escondió hasta que se marchó la prensa a Gonalons y Domingos Duarte. El francés rompió las quinielas apareciendo en la alineación titular como ancla del centro del campo y el luso completó la lista. Quedaba por despejar la duda en el lateral derecho, en barbecho tanto Foulquier como Víctor Díaz (Quini no está ni inscrito). Antonio Puertas se asentó en la zona diestra de la retaguardia, un 10 como zaguero, en un sacrilegio para las liturgias del viejo fútbol.
Granada
Rui Silva, Puertas, Vallejo, Germán, Carlos Neva, Gonalons (Eteki, min. 90), Luis Milla, Yangel Herrera (Jorge Molina, min. 59), Kenedy (Soro, min.73), Machís (Domingos Duarte, min. 90) y Luis Suárez (Montoro, min. 73)..
0
-
0
PAOK de Salónica
Zivko Zivkovic, Ingason, Fernando Varela, Crespo, Soares (Wagué, min. 75), Schwab, Douglas Augusto, Giannoulis, Murg (El Kaddouri, min. 68), Andrija Zivkovic y Colak (Swiderski, min. 68)..
árbitro: Tiago Martins (Portugal): Amonestó a los locales Yangel Herrera y Vallejo; y a los visitantes Soares, Giannoulis, Andrija Zivkovic y Douglas Augusto.
INcidencias: Partido correspondiente a la jornada 2 de la fase de grupos de la Europa League, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, a puerta cerrada para el público.
Lo cierto es que no empezó mal como teórico 'dos', aunque la cabra tira para el monte y se le vio más cómodo atacando que echando el candado. De hecho, en el tramo final del primer tiempo le costó mantener la posición y eso lo aprovecharon los griegos en algún envío.
Tenía el PAOK las cosas clarísimas. Se amuralló con una zaga de cinco y ponía los pies en polvorosa cuando podía contragolpear, rascando a la espalda de los rojiblancos. Un bloque que se despegaba y que obligó a varios ajustes, también trabajado en el balón parado.
Un ex de los nazaríes campaba con camiseta negra. Sverrir Ingason, aquel islandés que llegó en el mercado de invierno del curso del descenso y que tanto le costaba tirar el fuera de juego, sacó el cuerno vikingo desde el arranque, tratando de reivindicarse. Le soltó un cabezazo a Yangel Herrera en un balón dividido (sin maldad) y luego cazó al venezolano por detrás en una acometida del granadinista (amarilla). Metió el centro que Schwarb envió al poste y hasta tuvo una opción de tiro ante Rui. Todo un factótum en ese acto. Le faltó vestirse de árbitro y señalar el descanso.
Intentaba trenzar el Granada, por momentos con un buen ritmo de combinación. Todos bien puestos y Luis Suárez tratando de buscarse la vida en ataque, por fin de titular como ariete. Estuvo vigilado y sólo quedaron sueltos Kenedy y Machís hasta el reposo, aunque el 'vinotinto' fue el único en chutar a gol.
El PAOK exageraba el dolor en algunos quites, algo que enervó a los locales, que venían ya de un festival de palos y chillidos del Coliseum. Fútbol a ráfagas de los helenos y algo más reposado el de los nazaríes, pero sin encontrar la manera de romper la retorcida trinchera de los de Salónica.
Los de Abel Ferreira aumentaron la presión, algo más ambiciosos, pero el Granada se arrimó más hacia la meta rival, muy cerca en un córner que botó Milla, tocó Herrera y escupió Zivko Zivkovic bajo palos. Poco a poco se iba achatando el PAOK en su cubículo, pero al Granada le costaba enhebrar la aguja en los últimos metros, diluido Suárez en arrancadas rodeado de enemigos. Diego Martínez decidió buscarle un aliado como cerrajero en Jorge Molina, quitando a Yangel, amonestado.
Con el 4-4-2, se descubría el mediocampo, pero crecía el goteo arriba. Luis Suárez peinó por fin un esférico con el sentido adecuado, aunque aún alejado de la portería. El PAOK veía más despejado el horizonte también. Vallejo cepillaba por todas partes, en cada rincón, porque los griegos no necesitaban mucho para montar una escaramuza.
Con Montoro se restituyó el gobierno rojiblanco en la zona ancha y los pases empezaron a traspasar el dique, todavía sin encontrar un pie virtuoso. Soro ocupó la derecha, pero el maño no termina de florecer, en el mismo proceso de adaptación que Suárez.
Rui abortó un intento de El Kaddouri bastante manso y Andrija Zivkovic acabó un cotragolpe tirando al centro. El Granada se introdujo en el tramo final con el mismo problema para descifrar la manera de penetrar entre la atalaya del adversario. Apenas pudo Soro, tímido con la zurda.
El 'chamán' pareció dar por bueno el empate y acorazó su formación con minutos para Domingos y Eteki. La gestión de esfuerzos adquirió importancia, y apenas hubo que preocuparse de un piscinazo de Schwab que no hizo picar al colegiado portugués. Germán, cuando todo se apagaba, se quedó una cuarta de empalmar una falta botada al área, que habría bendecido la velada. Puertas se desencadenó del lateral y casi se compone una ocasión entre gambeteos, pero estaba rodeado. Tras tres victorias consecutivas, un leve frenazo, que no salpica a una secuencia extraordinaria. Sólo una derrota en once choques esta campaña, apenas dos empates. Uno, ante unos helenos bastante respondones. Las piernas siguen aguantando pese al titánico esfuerzo y el parte médico del club sigue siendo una broma para confundir a todo el mundo. Pecados veniales de Diego Martínez.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.