El Sevilla resiste y sale vivo del 'infierno' de Estambul

El equipo turco ganó a un Sevilla inconsistente, pero su victoria, gracias a un claro penalti cometido por Alex Telles y delatado por el VAR cuando se acercaba el descanso, resultó insuficiente. El Fenerbahçe tuvo sin embargo contra las cuerdas al conjunto de Jorge Sampaoli hasta el pitido final y acarició la prórroga tras un ejercicio de auténtica supervivencia del seis veces campeón de la Liga Europa. Un gol más de los turcos hubiese llevado al Sevilla al tiempo suplementario, lo que podría haber supuesto el hundimiento del equipo andaluz, que aunque esté a dos puntos del descenso en la Liga vuelve a soñar en el continente tras tanto padecer frente al PSV y el Fenerbahçe.

Aguantó el Sevilla ante el empuje del Fenerbahçe en el terreno de juego y también fuera de él, con una afición que convirtió tan trascendental duelo en una olla a presión de la que salió airoso el equipo español por su orgullo y su gen competitivo en su torneo fetiche. Paradójicamente, el ímpetu del equipo turco que amenazaba al Sevilla con otra prematura eliminación de Europa se aplacó bastante en el minuto 54, cuando uno de los numerosos objetos arrojados al césped, mecheros y monedas, con Dmitrovic como objetivo, hirió al guardameta balcánico.

A partir de ese momento, que tuvo el encuentro interrumpido durante seis minutos, Dmitrovic debió jugar con una tirita en la cabeza y el Sevilla, aunque fue amenazado por otras peligrosas llegadas de los locales, ya no padecería tantísima agonía como anteriormente. El conjunto andaluz, hasta entonces presa de los nervios en el segundo tiempo al verse con el marcador en contra y acogotado por un rival liderado por el empuje colectivo y el talento futbolístico de Arda Güler, logró frenar por fin los ánimos del Fenerbahçe. Al conjunto turco le faltó efectividad para remontar la eliminatoria, tan dura para el Sevilla, que negado con la posesión del balón y dominado por su adversario con el apoyo de sus seguidores, tomó oxígeno en el tramo final e incluso tuvo oportunidad de empatar el choque.

Terminó encerrado en su campo el Sevilla frente a un Fenerbahçe que no dejó de intentarlo, aunque le resultó mucho más difícil cuando el entrenador del conjunto otomano, Jorge Jesus, retiró a Güler y llevó a cabo tres cambios de golpe para dotar al equipo de mayor presencia ofensiva. El equipo de Sampaoli acabó rendido, pidiendo la hora, y con todos sus jugadores entregados a la defensa, una faceta en la que ha mejorado algo el Sevilla, al menos en el continente, aunque si el Fenerbahçe hubiese tenido puntería no habría sido una sorpresa el final europeo de los hispalenses.