El Celta conquista Ucrania y manda un aviso a Europa

Con el 0-1 en contra cosechado en Balaídos, el Celta viaja a tierras ucranias para enfrentarse a un campeón de la Europa League que parte con ventaja en la eliminatoria. En los dieciseisavos de final, los vigueses confían en no cometer los errores absurdos que les costaron fracasar en su primer intento de asaltar el cielo europeo. Un traspiés al que Berizzo encontró una explicación plausible: Nos faltó energía en los minutos finales y eficacia a la hora de jugar. En pocas palabras, para el técnico italoargentino lo que pasó es que disputaron el choque como lo querían los ucranianos y no como le interesaba a los españoles.

Para el equipo gallego el fútbol aguerrido, a ras de césped y siempre al límite del Shakhtar es distinto al que propone su entrenador. Si algo demostró el duelo de ida es que los gallegos deben saber adaptarse a las características del rival, incluso en las adversidades porque también se quejaron del colegiado y algunas jugadas que no beneficiaron a la entidad de Vigo.

Pero las excusas valen de poco cuando ya ha pasado una semana del pequeño desastre acaecido, como bien señaló Mallo en la semana previa al viaje a Ucrania y ahora es el momento de demostrar que sí se quiere continuar en viajando por Europa. Es en tierras del viejo continente donde se obtiene un prestigio y la vuelta a la puerta grande de los equipos con categoría. El miedo que da un equipo como el de Donetsk, fabricado al estilo de la vieja escuela soviética a base de talonario y fichajes nacionalizados bajo alguna que otra sospecha, no debe ser hándicap. El Celta es mejor equipo, como así lo demuestra su excelente temporada en la Liga y sus jugadores ya saben lo que es enfrentarse a problemas mayores dentro del mundo balompédico.

Toca viajar con una maleta pesada, ese gol en contra que hizo mucho daño a la moral de los hombres, empero con ilusión por un pase que llevaría al cuadro gallego a sentarse a la mesa de los clubes con mayor poderío dentro del panorama europeo. No quieren dejar escapar tal oportunidad dentro del plantel y la piña formada en pos de la victoria final está garantizada. Solo queda que todo ello quede materializado sobre el césped cuando empiece a rodar el balón.

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