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Luis F. Gago
Jueves, 18 de febrero 2016, 00:34
Volvió el Sevilla a su competición fetiche como vigente triunfador y tetracampeón de la Europa League, un hito que lograra la temporada pasada siendo el único que lo ha hecho hasta la fecha. El retorno a la segunda competición continental fue un caminar entre rosas sin espinas. Vencieron los hispalenses con facilidad, 3-0, al Molde noruego, rival en teoría inferior y así se demostró en la práctica. Un doblete de Llorente, que se desquitó tras dos semanas sin ser convocado y con severas críticas a su actitud, y un gol de Gameiro pusieron al Sevilla en el disparadero de salida hacia la 'quinta'. La vuelta en tierras noruegas no debe ser más que un trámite sin despistes para los sevillistas.
Los nórdicos llegaban con un par de meses de pretemporada, debido a que su liga nacional no empieza hasta la llegada de la primavera y el adiós de las heladas en el país con marzo a la vuelta de la esquina. Era, por tanto, un duelo fácil y que no debería suponer ningún problema para un equipo, como los sevillistas, asentados en la campaña presente y con los dos pies ya en una final de las dos competiciones del KO en disputa.
De ahí que Unai Emery hiciera cambios. Metió a un desafortunado Llorente todo el año para ver si con el débil Molde sus ánimos regresaban a buen puerto. También completó un cambio radical en la defensa, aunque no en la medular. Ahí volvió a colocar a los mejores. Krohn-Dehli, Banega, Vitolo y Cristóforo son los hombres de confianza del técnico vasco. Y a partir de ahí negocia cualquier otro puesto, pero no esos. En esa mezcla de titulares y suplentes, por su parte el Molde salió con su consigna clara: bien encerrados atrás y a atascar el juego de los hispalenses con faltas constantes.
La estrategia le duró a Solskjaer 35 minutos. Más de lo esperado. El tiempo que tardó Llorente en apagar las críticas que ya circulaban por el Pizjuán con un tanto ajustado a la cepa del poste izquierdo tras una gran jugada de Vitolo. El 1-0 daba tranquilidad a los jugadores y a la grada que veía ansiosa la falta de definición. Con el tanto inicial todo fue redondo para los sevillistas. Se vinieron abajo los noruegos, lo que aprovechó Emery para mandar los suyos a por el carrusel de goles que dejaran la eliminatoria sentenciada en la segunda mitad.
Tales peticiones de Unai fueron escuchadas por el hombre que tenía su noche por vez primera desde que arribó en Nervión. Llorente anotó nada más reanudarse el encuentro dejando claro que todavía le queda fútbol en sus botas. Un problema de espalda evitó que pudieron lograr el trío de tantos, pero su sustituto anotó por él el 3-0 para no tener problemas en la vuelta en Noruega. Gameiro siguió con su racha goleadora, 19 tantos, para certificar un triunfo más sufrido de lo esperado y poner a los suyos rumbo hacia los octavos en el camino de la 'quinta'.
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