Consulta la portada del periódico en papel
Sergio Rico.
Octavos de final | Ida

La pizarra de Emery desquicia a Marcelino

El técnico del Villarreal fue expulsado mientras el Sevilla venció con claridad dando un paso de gigante hacia los cuartos de final de la Liga Europa

Luis F. Gago

Jueves, 12 de marzo 2015, 00:14

Villarreal y Sevilla disputaron el primer encuentro que dirimirá quién es merecedor de estar en los cuartos de final de la Europa League. Lo hicieron como se hace en los momentos grandes: sin miedos, y ofreciendo un bonito espectáculo. Se esperaba un choque cargado de sorpresas y el primero que lo hizo fue Unai Emery, que decidió dejar boquiabierto a su homólogo en el banquillo amarillo, Marcelino, con la primera piedra difícil que debía apartar en el camino. El técnico vasco decidió colocar su ya famoso trivote en el centro del campo -como hiciera contra el Real Madrid en el Bernabéu-, con Iborra haciendo de hombre con llegada y dando la oportunidad que lleva pidiendo a gritos desde hace tiempos el francés Gameiro. Estos cambios, que en apariencia eran mínimos, convirtieron la primera media hora de partido en un frontón cargado de alegría.

Publicidad

Trece segundos. Solo trece. El número que en teoría da mala suerte provocó la otra cara de la moneda para los sevillistas nada más iniciarse el encuentro. Vitolo recogió una gran jugada de Gameiro para marcar el primero -el gol más rápido de la historia de la Liga Europa- y dejar helado a un Madrigal que todavía seguía soñando cuando la pesadilla apareció. Para quitarse a los malos presagios que se avecinaban, Vietto trató de dar un pequeño giro al guión establecido por Emery con un tiro al larguero que calentaba los cuerpos fríos levantinos. Con un Villarreal cargado de tensión y atacando con más corazón que cabeza, de nuevo la estrategia emeriana dio sus frutos con un tanto de MBia a la media hora, eso sí, en fuera de juego claro. Hasta la suerte parece seguir acompañando al actual campeón europeo.

Marcelino se paseaba por la banda pensativo, remangado en ocasiones con su chaqueta característica de hombre del norte que ahora vive el presente en el extraño clima mediterráneo, mientras pensaba qué hacer para desentrañar el acertijo en forma de estrategia que le había colocado Emery. Una montaña rusa de emociones que era un fiel reflejo de lo que ocurría sobre el césped.

El duelo en territorio villarrealense también tenía su punto de tensión en lo extradeportivo, toda vez que Vicente del Bosque estaba pendiente de la eliminatoria para ver a dos hombres que podrían entrar en la próxima convocatoria de la selección española: Iborra y Vitolo. Tanto el primero como el segundo están en la agenda del seleccionador marcados con subrayador rojo.

A la vuelta de vestuarios, lo guionizado volvió a dar un giro, como en las buenas películas, porque Vietto metió a los suyos en una eliminatoria que parecía sentenciada. A los cinco minutos de la reanudación colocó un certero disparo en las mallas de un joven Rico, que estaba siendo de los mejores. Ahora era Emery el que se remangaba. Pero toda tensión se tornó de nuevo calma en la nave sevillista.

Publicidad

La supuesta adrenalina por el tanto de Vietto en la sangre amarilla del Villarreal fue neutralizada a los dos minutos por Gameiro, con un gol que daba rienda suelta a la imaginación de los 2.000 aficionados rojiblancos desplazados a la localidad valenciana. Con el tercero, el espectáculo decayó y dio paso durante la fase más importante del partido al otro fútbol, aquel en el que la calidad queda en un segundo plano en favor de la táctica y el saber estar. Esto último no lo tuvo Marcelino. Acabó el asturiano expulsado por reiteradas protestas.Se quejaba de un suspuesto fuera de juego en el tanto del francés, pero estaba equivocado. Lo que se vio fue unas quejas de alguien que ve sus sueño partido por la mitad cuando más cerca lo tenía todo a su favor.

Con todo controlado, lborra y Vitolo se fueron al banquillo sabedores que Del Bosque ha pasado de poner sus nombres bajo el color rojo a colocarlos en la primera línea de salida próximamente, en lo más alto de la agenda que siempre porta el salmantino. Mientras, el Sevilla, acababa el encuentro sonriendo, satisfechos, mirando en el horizonte cercano los cuartos y, por qué no, también la Cuarta cada vez más cerca.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad