Vuelve el gran Athletic europeo

En el marcador hubo un empate, pero en la práctica del balompié fue una victoria moral para los leones en su visita a la bella Turín. Comenzó bien el Athletic frente un Torino que se jugaba retomar un antaño prestigio perdido en la memoria de la vieja Europa. Williams logró quitarse la espina de estrenos pasados, cuando no acertó a inaugurar con el primer equipo su cuenta particular, y sí lo conseguió en la Europa League.

Con el tanto inicial del delantero bilbaíno todo apuntaba a un presagio positivo por tierras italianas. Empero, un viejo conocido de la afición española, sobre todo de la catalana, Maxi López, aguó la fiesta vizcaína. Con un doblete en la primera mitad, convirtió en (casi) nada el tanto de Williams.

Para Ernesto Valverde volvieron los fantasmas de la Liga, donde su equipo es una entidad sin alma sobre la mayoría de los campos de Primera. Por ello el entrenador del Athletic pretendió dar un aire de vida nueva a sus futbolistas con algunos cambios en la segunda mitad. Metió en el terreno de juego a Gurpegui y a Iraola para intentar retornar a tierras vascas con una renta más positiva que la que tenía por el momento. El refuerzo de la parte ofensiva desprotegiendo la defensiva provocó que llegaran más oportunidades para los locales, deseosos de encarrilar el pase sin tener que pasar demasiados sustos en el nuevo San Mamés.

Le salió bien la jugada a Valverde, toda vez que Gurpergui logró un tanto que bien puede valer medio billete para los octavos de final. Hubo tiempo hasta para que de nuevo Gurpegui diera un último susto al toro italiano con un gran disparo al travesaño. Un empate final tras verse al Athletic de las grandes noches europeas pasadas.