El Real Madrid estará por vigesimoctava ocasión en la ronda de eliminatorias de la Liga de Campeones. El conjunto de Chamartín mantuvo el pleno de victorias en la máxima competición continental tras derrotar este miércoles en el Santiago Bernabéu al Braga, que desperdició un penalti ... para ponerse por delante en el descorche y volvió a pagar muy cara su ternura defensiva, certificando el pase con dos jornadas de antelación. Si los blancos empatan con el Nápoles en la próxima fecha lo harán, además, como primeros de grupo, después de que los partenopeos pinchasen ante el Union Berlin y se agrandase a cinco puntos la brecha que les separa de la tropa de Carlo Ancelotti.
Publicidad
Un gol de Brahim en la primera parte sirvió para anestesiar al cuadro luso, combativo de entrada pero que se diluyó pronto, y demostró que también hay vida para el Real Madrid más allá de Bellingham. El malagueño, hasta ahora un actor de reparto en los planes de Carlo Ancelotti, aprovechó la suplencia del británico a causa de su maltrecho hombro izquierdo para hacer las veces del '5' y pedir mayor cuota de pantalla. Dos dianas en otras tantas titularidades son aval más que suficiente para que Ancelotti pase de las palabras a los hechos y le suelte la cuerda a un talentoso y animoso futbolista que perdonó el segundo pero se marchó con una cerrada ovación del Santiago Bernabéu.
Para entonces, el recinto de La Castellana se había convertido en un sambódromo por obra y gracia de Rodrygo y Vinicius, otras dos figuras que aprovecharon la suplencia de Bellingham para reivindicarse lejos de la alargada sombra del todocampista de Stourbridge. El debut de Nico Paz, la gran promesa del Castilla, sirvió para redondear la fiesta en una noche en la que a Ancelotti solo le faltó el detalle de presentar en sociedad a Arda Güler. La parroquia blanca arde en deseos de ver por fin a la pela otomana y Carletto dejó pasar una oportunidad perfecta para atender a los deseos de su afición. Una lástima que no desluce la buena gestión de un partido en el que el Real Madrid supo reponerse de un par de contratiempos prematuros para acabar luciendo una sonrisa de oreja a oreja.
Real Madrid
Lunin, Lucas Vázquez (Carvajal, min. 73), Rüdiger, Nacho, Mendy (Fran García, min. 83), Camavinga, Valverde (Nico Paz, min. 77), Kroos, Brahim (Modric, min. 73), Rodrygo (Joselu, min. 77) y Vinicius.
3
-
0
Braga
Matheus, Víctor Gómez (Mendes, min. 62), Fonte, Niakaté, Borja, Moutinho, Vitor Carvalho, Zalazar (Al Musrati, min. 62), Bruma (André Horta, min. 77), Ricardo Horta (Abel Ruiz, min. 62) y Álvaro Djaló (Banza min. 77).
Goles: 1-0: min. 27, Brahim. 2-0: min. 58, Vinicius. 3-0: min. 61, Rodrygo.
Árbitro: Halil Umut Meler (Turquía). Amonestó a Lucas Vázquez.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu.
La lesión de Kepa en el calentamiento previo al choque obligó a Ancelotti a sacar de la reserva a Lunin, inédito desde el partido de Liga contra el Almería. Pero la hinchada local debió pensar aquello de no hay mal que por bien no venga cuando el ucraniano atajó el penalti lanzado por Álvaro Djaló tras un inocente agarrón de Lucas Vázquez sobre Borja en los albores del pleito.
El gallego fue presa del espíritu recreativo y un tanto accidentado con el que amaneció el enfrentamiento. Lejos de ser víctima del miedo escénico en su primera visita al Bernabéu, el Braga acudió a la cita con ánimo expansivo y encontró pista por la banda de Lucas Vázquez.
Publicidad
El Real Madrid, con el cinturón demasiado suelto en la divisoria, tardó en tomarle el pulso a la noche, pero cuando lo hizo derrochó jerarquía y eficacia. El volantazo se puso de manifiesto a partir de un pase profundo de Mendy a Rodrygo, que rompió el fuera de juego para apurar hasta la línea y servir un balón atrás que Brahim mandó a la red presentando la bota izquierda. Al malagueño le habían anulado un tanto por falta previa de Vinicius. De ahí que celebrase su tercera diana en la Champions, la primera como madridista tras las dos que selló con el Milan, realizando el gesto del VAR.
No había dudas esta vez de la legalidad de un tanto que le cambió la cara a la riña. Desnivelada la balanza, el Real Madrid encontró el sosiego necesario para meter en cintura al Braga, una escuadra que luce con la pelota pero cuya arquitectura defensiva hace aguas. Sufrió especialmente con las correrías de Brahim y Rodrygo, que tejieron una prometedora sociedad por dentro mientras a Vinicius le faltaba mecha.
Publicidad
El fluminense estuvo apagado en la primera mitad, pero se redimió con creces a vuelta de vestuarios. Primero dejó a Brahim mano a mano con Matheus y poco después doblaba la renta local con un disparo cruzado a pase de Lucas Vázquez que convirtió el Bernabéu en un sambódromo. Porque el '7', que alcanzaba los 17 goles de Fernando Morientes en la Champions vistiendo la camisola del Real Madrid, destapó de nuevo el tarro de las esencias con un contragolpe de manual y sirvió para que Rodrygo se instalase también en un escalón que solo han superado tres leyendas como Cristiano Ronaldo (105), Benzema (78) y Raúl (65). Ahí mató definitivamente el Real Madrid un encuentro que abrió con susto pero que terminó de forma plácida.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.