El Calderón, otra vez foco de incidentes

El Vicente Calderón se ha convertido en el estadio con más incidentes del fútbol español. En algunas ocasiones por el comportamiento de una pequeña parte de su afición y en otras por los comportamientos de los aficionados de los equipos visitantes. El miércoles en el duelo de Champions League algunos de los 2.700 aficionados del Benfica, situados en el segundo anfiteatro del fondo norte, arrojaron bengalas, objetos contundentes, escupieron e incluso orinaron hacia la zona inferior donde había hinchas rojiblancos tras el gol de Gaitán. Varios de los afectados, hasta diez según el club, sufrieron quemaduras leves. Entre ellos, un niño de dos años llamado Sergio, y que acudía por vez primera al Vicente Calderón. «Cuando vimos caer la bengalas pudimos observar que cayeron en la espalda del niño. Yo la quite del asiento, que acabó prendido. Pude ver como seguían cayendo más bengalas y a una socia que estaba a nuestro lado le arrojaron una botella que le dio en el cuello. Es como si hubiera vuelto a nacer. Rozamos la tragedia. Era además el primer partido al que llevábamos al niño, y no sé si será el último», explicó Rubén Moyá, padrino del pequeño.

Tras casi dos minutos de parón, el colegiado italiano Gianluca Rocchi decidió que el juego se reanudase en medio de una humareda y de las quejas de los hinchas rojiblancos mientras por megafonía se solicitaba en portugués que los aficionados no lanzaran objetos. Simeone analizó lo sucedido de modo breve, negando que hubiese influido en el 1-2 , momento tras el cual se volvieron a ver bengalas en esa zona. «Es un tema que tendrá que resolver la gente que lo tiene que hacer. No afectó lo de las bengalas», zanjó. «Es triste. Cada equipo que se responsabilice de su afición, la nuestra ha sido ejemplar», dijo Gabi muy cerca de Jonas, que criticó en la zona mixta que algunos de los aficionados de su equipo provocaran esos incidentes mientras los aficionados más radicales, aún dentro del estadio y escoltados, hacían explosionar varios petardos, que lanzaron a zonas del estadio cerradas para provocar más ruido.

Precedente muy similar

En el Atlético se asume que conociendo el artículo 16 del Código Disciplinario de UEFA, como equipo organizador y responsable de las instalaciones, habrá una fuerte sanción económica, se rumorea que unos 40.000 euros, por lo sucedido, pese a que no se consideran responsables de los controles que se hicieron y que corrieron a cargo de la Policía Nacional y la empresa de seguridad contratadas. Parece que no se siguieron todos los protocolos para separar ambas hinchadas; no era visible el pasillo de seguridad entre ambas aficiones, ya que incluso se pudo ver a aficionados mezclados en el estadio. «Es algo extraordinariamente grave y tendrá una respuesta a la altura del desafío que supone. Vuelvo a transmitir a la afición española el compromiso inequívoco de convertir los estadios en entornos seguros para que se pueda disfrutar en familia de los espectáculos», señaló Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD).

A su entender, la situación «es indudable mucho mejor que hace un año» cuando un aficionado del Deportivo fue asesinado en los aledaños del Calderón y destacó que «afortunadamente» no hay que lamentar ningún herido grave. «Esto te demuestra que en ningún momento puedes relajarte y hay que seguir trabajando también con aficiones que no son de nuestro país. No calificaría que ha habido relajación, hay un trabajo detrás de las Fuerzas de Seguridad del Estado», destacó. Cardenal explicó que están estudiando la documentación para depurar las responsabilidades y recordó el enorme prestigio que tienen también fuera de España la policía y Guardia Civil.

Escondidos en el cuerpo

El club atlético, por su parte, recuerda que los hinchas habían sido embolsados por una enorme dotación del Cuerpo Nacional de Policía (furgones, helicóptero y dotaciones de intervención rápida) y se les introducía previo cacheo en el Calderón, en las que tras incluso desnudarlos de cintura para arriba se les localizaron algunas bengalas, por grupos como suele ser habitual. Tras lo sucedido, fuentes policiales explicaron que las bengalas eran pequeñas y finas y que podían ir escondidas en los bocadillos y hasta en cualquier parte del cuerpo, entre ellos la zona genital.

El Benfica sabe que se expone a una multa económica muy elevada, además del posible cierre parcial del Estadio de la Luz o un «cierre bajo prueba», algo que vivió el Atlético en 2008 y significa que de suceder un comportamiento similar, dentro o fuera de su campo, verá como su estadio es clausurado. Consciente de ello, el club luso mandó un comunicado firmado por el presidente, Luis Felipe Vieira, nada más finalizar el encuentro y donde pedía disculpas por este comportamiento de una parte de su afición, recordando que lo acontecido «perjudica gravemente al Benfica», además de ya anticipar que iban «a ser gravemente castigados». Quizá recordaban que por algo similar en un Borussia y Galatasaray celebrado en Dortmund se castigó a los alemanes con 32.000 por negligencias en el control de acceso y con 70.000 euros para el Galatasaray, junto a esa sanción de «un partido a puerta cerrada bajo prueba» además de pagar al Dortmund los daños causados por los seguidores en el Signal Iduna Park.

A puerta cerrada

En la institución madrileña confían en que sea este casp y no se repita lo sucedido en 2008, cuando unos incidentes con la afición del Olympique de Marsella, provocó el cierre por dos partidos del campo rojiblanco. Según UEFA hubo una conducta excesivamente agresiva de la Policía a parte de la hinchada francesa, entre ella un grupo de discapacitados que asistía al encuentro y que fue víctima de agresiones verbales con connotación racista y discriminatoria. Posteriormente, el Comité de Apelación de UEFA rebajó de dos a un partido la sanción, a expensas de ese comportamiento del club y sus aficionados por un periodo de dos años, que fue cumplida contra el PSV Eindhoven.

Ahora habrá que ver si el organismo europeo espera al 22 de octubre, fecha prevista para la próxima reunión ordinaria de la Comisión de Ética y Disciplina de UEFA, para decidir sobre este informe del coordinador de seguridad, o abre de forma inmediata un expediente disciplinario Una vez que la Comisión Disciplinaria de UEFA resuelva sobre estos incidentes, el Atlético hará los recursos correspondientes, ya que el club estima que adoptó las medidas para evitar estos problemas.