Hay veces en los que un triunfo deja mal sabor de boca. Por múltiples circusntancias. Y la victoria ante el Mirandés es una de esas. El Pucela jugó una primera media hora primorosa, pero a raiz de la lesión de Mesa se fue diluyendo para acabar resolviendo el encuentro por calidad individual, pero no por superioridad en el juego.
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Weissman fue el primero en marcar, aprovechando la enésima subida de Luis Pérez.
Y luego Gonzalo Plata, el mejor junto al lateral andaluz, anotó el segundo. Espectacular. Propio de un superclase
A partir de ese momento el Pucela fue poco a poco deshaciéndose. Hasta que en la segunda parte esta contra provocó el tercer tanto
Con todo aparentemente decidido el Pucela se relajó y encajó un gol, olvidándose de que para ascender no hay que encajar goles.
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