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Victoria para despedir el año y victoria para afrontar con moral los próximos partidos en casa ante leganés y Burgos, pero victoria tramposa. El Pucela fue mejor, remató más y tuvo el control del partido, pero su falta de puntería estuvo a punto de hacerle perder todo el botín.
El primer gol fue obra de Weissman, que curiosamente había fallado ocasiones de las que no acostumbra a errar.
A partir del tanto del israelí el equipo fue difuminándose, para deshacerse por completo con los cambios introducidos por Pacheta, que en lugar de mejorar empeoraron al grupo. Ya en el descuento Luis Pérez hizo el segundo
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