El Real Valladoid se las tuvo tiesas con el sólido Almería en el Juegos del Mediterráneo. En un partido vibrante, en el que los pucelanos no fueron para nada inferiores a los andaluces, el equipo de PAcheta dobló la rodilla por sus errores, no porque el rival fuera superior.
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Se puso por delante el equipo castellano y leonés tras una buena jugada, un buen remate y un poco de fortuna
Y todo discurría bien, controlado y ordenado, hasta que Plano hizo una entrada fea. El árbitro vio que era de amarilla, pero el VAR le llamó a consultas y le puso a cámara lenta una entrada que era de roja. Pero si en el campo no lo fue ¿lo debe ser a cámara lenta y fuera de contexto?
El caso es que a partir de ese momento el Pucela intentó armarse atrás y buscar las contras. Lo malo, lo peor, es que lo hizo arriesgando mucho. Tanto que se equivocó y encajó el empate.
Pero, impertérrito y mientras Pacheta inactuaba en la banda, continuó erre que erre. Y otro error y otro gol en contra.
El tercero, con el equipo ya volcado en busca del empate, fue ya producto de la ambición almeriense.
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